Aquí tenéis un nuevo capitulo. Que lo disfrutéis.
Una vez llegué a Port Ángeles, fui al hotel en busca de mis chicos. Cuando entré en la habitación, me encontré una imagen que me infló el pecho. Kyle estaba en ropa interior con Halian sobre su pecho, ambos dormían plácidamente, como padre e hijo.
El tiempo pasó deprisa, era viernes, y al fin nos mudábamos a nuestra nueva casa, con vistas al acantilado. La casa en sí, era moderna, pero sin perder el aspecto de una casa antigua en el exterior.
Piscina con vistas al acantilado
Patio interior con fuente y vistas al acantilado
Dormitorio principal
Finalmente llegamos a nuestra casa, la verdad era bastante amplia, tenía cuatro dormitorios, tres baños, una piscina al aire libre con vistas al acantilado, cochera, cocina americana, salón, zona para relajarse, un patio interior con una fuente y vistas al acantilado. Todas las habitaciones tienen mucha luz y grandes ventanales de cristal, para disfrutar de la naturaleza.
Por ahora solo daríamos uso a tres dormitorios, la de Kyle y mía, otra para Halian y una para cuando Seth decidiese quedarse. El último dormitorio podría ser un estudio o una habitación para guardar cosas, en el caso de que finalmente no pueda tener hijos.
Estuvimos casi todo el día colocando las cosas en las habitaciones, haciendo las camas y colocando los juguetes de Halian. A mi hombrecito le había encantado su dormitorio, con una pared pintada como si estuviera en el bosque y con un gran ventanal con vistas a la entrada de la casa. A la hora de comer, unos golpes en la puerta, nos sacó de nuestra burbuja familiar. Kyle fue a abrir la puerta, tras ella estaban los Cullen, Jacob y Seth.
-Hola-saludó Kyle-
-Guau, menuda casa-dijeron Jacob y Seth-
- ¿Os gusta como ha quedado la casa? -preguntó Esme-
-Sí Esme, muchas gracias por decorarla y diseñárnosla-dijo Kyle-
- ¿Cómo, la casa la habéis construido y decorado vosotros? -pregunté sorprendida-
-Así es, Kyle nos pidió que buscásemos un sitio abierto, con luz dentro de La Push, pero sin estar en el centro de la tribu. No había nada parecido y como este terreno estaba vacío, decidimos construirla para vosotros y decorarla con vuestros gustos-contestó Esme-
Me quedé en silencio aún en shock, por lo que solo pude dar las gracias.
-Gracias por esto, es maravillosa y justo lo que buscábamos-dije-
-No ha sido nada Leah-contestó Carlisle-
- ¿Habéis visto vuestra habitación? La hemos insonorizado, para cuando tengáis vuestras noches de pasión o queráis encargar cachorros, Halian no se traumatice-dijo Emmett-
-Emmett-le regañó Rosalie-
- ¿Por qué mejor no te metes en tus asuntos? -contesté mirándolo enfadada-más vale cuides tu lenguaje delante de mi hijo.
-Tranquila Leah-dijo Kyle agarrándome de la cintura-le gusta molestar a los demás con sus bromas.
- ¿Leah tengo habitación verdad? -preguntó Seth-
-Claro, pero no para que te mudes aquí-dijo Kyle con los ojos entrecerrados-
Su contestación me hizo reír.
-Entrar, íbamos a hacer algo de comer-contesté, haciéndome a un lado de la puerta-
-Venga, solo una temporada, no seas así Kyle-chinchó Seth-
-Si nos hemos mudado aquí, es porque queremos intimidad-contestó Kyle-
-Kyle, solo quiere chincharte, no le hagas caso-dije besándolo-
-Y chicos, ¿Cuándo vais a hablar con los ancianos y la manada?
-Creo que mañana es un buen día para hablar con los ancianos, y ya según lo que ocurra, se lo comunicaré a la manada-contestó Kyle-
-Si necesitas cualquier cosa, me avisas-se ofreció Carlisle-
-Gracias amigo-contestó Kyle-
Mientras los chicos ponían la mesa, fui a la cocina a preparar la comida, allí estaba Jasper, el más rarito de todos los Cullen.
- ¿Necesitas algo? -pregunté extrañada-
-No, solo quería saber ¿cómo estás? -su pregunta me extrañó-
-Estoy bien, no entiendo el por qué lo preguntas.
-Siento dolor viniendo de ti, ¿estás enferma? -preguntó-
-No, solo llevo unos días con dolor de cabeza-contesté-nada fuera del otro mundo.
-No solo te duele la cabeza, hay más-contestó con el ceño fruncido-
-Deja de analizarme Jasper, estoy bien-dije incómoda-
-Avisaré a Carlisle-dijo saliendo de la cocina-
-No hace...falta-terminé diciendo con un suspiro, cuando un pinchazo en el pecho me hizo doblarme hacia delante-
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Mi vida patas arriba, la historia de Leah Clearwater
FanfictionLeah es una chica normal y corriente de 18 años, que vive en una reserva india llamada La Push junto a sus padres y su hermano pequeño. Desde hacía tres años salía con un chico llamado Sam; Él era todo lo contrario a Leah serio, con mal genio y mu...