Capítulo 72 parte 1

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Hola,espero os esté gustando como va la historia, ya solo queda este capítulo dividido en dos partes, el capitulo final y el esperado epílogo, que no sé si también lo dividiré en dos. Que lo disfrutéis. Hoy tendréis dos actualizaciones, esta y la segunda parte de este capítulo. Nos leemos,espero vuestros comentarios.

Finalmente, hoy era san Valentin, estaba preparada para salir a pasear un rato por los alrededores de la casa. Halian se quedaría con mi madre y los demás, Emmett y Rosalie, estaban cazando, así que no tendría tantas restricciones, aunque de todas formas con mi barriga, no podría irme muy lejos. Estaba llegando a un pequeño lago dentro del terreno de la casa, cuando un líquido transparente, me manchó los pantalones.

-No puede ser, ¿me he orinado encima?

En ese mismo instante, un fuerte dolor en la parte baja del vientre, me indicó, que no era orina lo que tenía en los pantalones, sino que había roto aguas.

Un sonido a unos kilómetros de donde yo me encontraba, me hicieron tensarme, ojalá fuese un maldito animal y no algo peor.

Las contracciones cada vez eran más fuertes, busqué mi móvil para llamar a la casa y viniesen en mi ayuda, pero no había cobertura. El sonido de varias pisadas en la lejanía, acercándose a donde yo estaba, me estaban poniendo cada vez más nerviosa.

Ante otra contracción más fuerte que la anterior, no pude evitar gemir. Las pisadas en mi dirección, se hicieron más rápidas y sin querer, chillé asustada, a la vez que tenía otra contracción.

-¿Se puede saber qué estás haciendo aquí?-me preguntó Rosalie, seguida de Emmett-

-Salí a dar un paseo y cuando llegué aquí...-con una nueva contracción perdí el aliento-necesito llegar a la casa, estoy de parto-susurré.

De forma rápida, Rosalie me tomó en brazos y corriendo me llevaron a casa.

-Sue, prepara agua caliente y trae todo lo necesario para iniciar el parto con Leah-pidió Rosalie-

-Emmett, tú y Charlie ir a la tienda más cercana y compráis las cosas necesarias para bebés.

-Leah, los niños van a nacer hoy, necesito saber si puedes cambiarte de ropa, mientras preparo todo para el parto.

-Sí, por ahora no he tenido ninguna contracción. Por favor avisa a Kyle...-pedí-

-Leah, no puedo hacerlo...cuando Emmett y yo salimos a cazar hace una hora, Alice nos llamó y nos dijo que en unas horas llegaban los Vulturis. Por eso dimos media vuelta y regresamos a la casa. Algunos de los vampiros se dirigen hasta aquí también. El plan era salir todos de aquí cuando Alice nos avisase, pero al estar de parto...no podemos irnos hasta que nazcan los bebés.

Asustada, me quité la ropa y me puse un camisón, con ayuda de mi madre me tumbé en la cama.

-Leah, voy a mirar que todo esté bien, ¿vale? -dijo mi madre, levantándome el camisón-

-Oh por Dios, veo la cabeza, Rosalie! Ven rápido, uno de los bebés está listo para salir.

En unos segundos, llegó Rosalie completamente vestida como una matrona y con diferentes materiales para el parto.

-Bien Leah, vamos a empezar. Te voy a poner esta cinta en el vientre, para controlar los latidos de los bebés. Quiero que, en la próxima contracción, empujes-me dijo Rosalie, justamente cuando tuve otra contracción-

Estuve siguiendo sus indicaciones con ayuda de mi madre, por cerca de dos horas o al menos eso me pareció a mí, hasta que el primer bebé llegó al mundo.

-Leah, lo has hecho muy bien, es un varoncito-dijo poniéndolo sobre mi pecho-

-Es precioso-dije acariciándolo y besando su cabeza-

-Sue, ¿puedes coger al niño para lavarlo y vestirlo? -preguntó Rosalie, cogiendo a mi hijo-

-Por supuesto-contestó mi madre, llevándose a mi pequeño-

-Bien Leah, voy a ver cómo está colocado el otro bebé.

Yo solo asentí, de pronto noté algo frío entrando en mi vagina, a la vez que sentí una presión fuerte en el pecho.

-Leah, he palpado, como está el bebé y viene de nalgas, voy a intentar moverlo, sino es posible hacerlo, tendré que hacerte una cesárea-me dijo Rosalie, mientras hurgaba en mi interior-

-Rosalie-dije gimiendo-algo no va bien, no me encuentro bien, mi pecho.

-¿Leah? Mierda, lo siento, no puedo cambiar la postura del bebé, tiene el cordón umbilical liado al cuello, está quedándose sin oxígeno-dijo Rosalie alterada-

-Haz algo, sácalo, está sufriendo-grité llorando-

-¿Qué ocurre?-preguntó mi madre asustada-

-Tengo que hacerle una cesárea de urgencia, el bebé se está asfixiando con el cordón umbilical y está mal colocado-le dijo Rosalie con una jeringa de anestesia-

-No pierdas tiempo Rosalie-dije agarrándome el pecho, mientras deseaba que Kyle estuviese aquí-saca al bebé ya, sin anestesia.

-Está bien, Sue ponle esto en la boca para que lo muerda y no asuste a Halian con los gritos-dijo Rosalie-

Una vez tuve entre mis labios ese trozo de tela, Rosalie empezó a cortar mi piel. El dolor del primer corte, no fue nada, en comparación del dolor en mi pecho al saber que mi bebé podía morir. Continuó con la incisión hasta que llegó a la fina capa de la bolsa, que cubría a mi bebé.

-Voy a empezar a sacar al bebé-dijo Rosalie, metiendo sus manos en mi cuerpo-menos mal, sigue respirando, voy a cortar el cordón del cuello-

Siguió hablando Rosalie a lo lejos.

- ¿Por qué no llora? –susurré, antes de perder el conocimiento-

Rosalie consiguió sacar al bebé con éxito, aunque le preocupaba que no llorara, poniéndolo sobre su brazo, le dio varios golpecitos en la espalda y el bebé empezó a llorar. Ya relajada por conseguir salvar al bebé, se dirigió a Leah, para darle la noticia del sexo del bebé, pero la vio inconsciente.

- ¿Leah? ¿Por qué está inconsciente, ha muerto? -preguntó Sue, llorando-

-Sue, necesito que guardes silencio un momento-dijo Rosalie preocupada-

Tomó sus constantes vitales y todo estaba bien, después miró si había hemorragia y todo estaba controlado.

-Tranquila Sue, solo se ha desmayado por el dolor y el esfuerzo. Voy a terminar de sacar la placenta, a limpiarla y curarla, para intentar que no le quede cicatriz. Tu lava al bebé y vístelo-dijo Rosalie-

-Gracias, por ayudarnos. ¿Estás bien? Si estás sedienta puedo hacerlo yo, si tú me indicas que hacer-propuso Sue-

-Tranquila, estoy bien, es lo bueno de que el olor de la sangre de metamorfo no nos huela bien, no nos da sed-contestó Rosalie en respuesta-

Después de Rosalie limpiar y curar a Leah, la lavó y le puso ropa limpia. Su condición de licántropo y vampiro, le harían recuperarse pronto.

Mi vida patas arriba, la historia de Leah ClearwaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora