-Leah, te conozco, sé que algo no anda bien, puedes confiar en mí.
Suspiré, miré hacia el horizonte y traté de organizar mis ideas, antes de contarle todo lo sucedido.
-Jake, yo... he cambiado...me ha costado mucho venir hasta aquí otra vez. El estar fuera de la reserva me ha hecho darme cuenta, que realmente este ya no es mi sitio. En ningún momento he echado de menos luchar contra vampiros, estar siempre en alerta y hacer las guardias. Lo que más he echado de menos ha sido a mi madre y a mi hermano, también he extrañado salir a pasear por el bosque...pero nada más. Debido a esto, rompí mi promesa.
- ¿De qué estás hablando Leah? -dijo preocupado-
-Desde que me marché hace tres meses...no he entrado en fase, gracias a ello he vuelto a ser una chica normal y corriente, mi temperamento ha vuelto a la normalidad, físicamente he cambiado como puedes ver y ha ocurrido algo maravilloso-dije feliz-he vuelto a tener mi periodo, lo que quiere decir que puede formar mi propia familia.
- ¿Qué...qué? -dijo Jacob asombrado-
-Pero Leah...tienes que volver a entrar en fase, te necesitamos para luchar contra los Vulturis. Sé que suena egoísta, pero, es tu deber como parte de la manada. Somos tu familia, y la familia se ayuda aunque nos perjudique a nosotros mismos. Tenemos que velar por la seguridad de nuestra tribu.
Sus palabras me dolieron, me levanté de su lado y respiré hondo, antes de decir las palabras que desde que llegué temía decir, ya que cambiaría el resto de mi vida para siempre.
-Lo siento Jacob, pero por una vez en la vida, voy a ser egoísta. Igual que tú lo estás siendo. Tu principal interés en luchar contra esos chupasangres, es porque van a atacar a tu imprimación y ya después para proteger a la tribu. Yo no voy a luchar por ella, me niego a renunciar a tener una familia por tu imprimación Jacob. Si en un momento dado tengo que luchar, lo haré por proteger a mi familia y a la tribu. Asi que lo siento Jacob, si tengo que renunciar a formar parte de esta manada, que así sea-dije antes de marcharme de vuelta a casa-
Después de dejar a Jacob junto al acantilado, no volví a escuchar nada de él, supongo seguía en shock por lo que le había dicho. Pero la verdad es que ya sí me sentía liberada.
Antes de entrar a casa donde ya seguro estaban las manadas a excepción de Jake, di un paseo por la orilla de la playa para calmarme.
Cinco minutos después decidí entrar a casa y nada más hacerlo Sam, Emily y el resto voltearon a dónde yo estaba.
-Leah, has vuelto-gritó mi hermano emocionado levantándose de su asiento, para abrazarme-
-Sí Seth, voy a estar por aquí hasta año nuevo-dije riéndome-
-Guau, te ves...diferente-contestó-
-Ya no soy la misma Seth, he cambiado.
-Me gusta ese cambio
-A mí también-contesté-
-Bueno vamos a comer, después os ponéis todos al día-dijo Billy riéndose-
La comida fue normal, como cualquier otra donde se reunía la manada. Con la excepción de que yo no podía evitar estar nerviosa al tener que volver a entrar en fase y en lo que ellos verán una vez sea otra vez una loba. También estaba la incomodidad de la mirada de Jake sobre mí, al igual que la de Sam que no dejaba de observarnos a los dos, durante toda la comida.
Cerré los ojos tomé aire y decidí hablar.
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Mi vida patas arriba, la historia de Leah Clearwater
FanfictionLeah es una chica normal y corriente de 18 años, que vive en una reserva india llamada La Push junto a sus padres y su hermano pequeño. Desde hacía tres años salía con un chico llamado Sam; Él era todo lo contrario a Leah serio, con mal genio y mu...