Capitulo 02

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Me lavé la cara en el río que había cerca de allí y con una sonrisa fingida me dirigí a casa.

-Hola

-Leah, se puede saber ¿dónde estabas? Nos tenías preocupados-dijo mi padre-

-Lo siento perdí la noción del tiempo y me quedé en la playa dormida.

-¿En la playa?

-¿No te trajo Sam?-preguntó mamá-

-Sí pero en vez de entrar a casa decidí dar una vuelta por la playa. Bueno me voy a duchar y cambiarme, o llegaré tarde al instituto.

Apenas entendí nada de lo que explicaron, ya que no podía dejar de preocuparme por Sam, a la hora del almuerzo salí fuera y lo busqué entre los chicos de la reserva, pero no estaba. A lo lejos vi a Paul y decidí preguntarle por él.

-Paul, ¿has visto a Sam?

-No, pensé que estaría contigo, eres su novia.

-Vale, gracias.

Di media vuelta y entré a clases, cuando terminase me acercaría a su casa.

A las dos y media cogí mi mochila, para salir dirección a la casa de Sam, quince minutos después estaba parada frente a la puerta de su casa. Di dos golpes en la puerta y esta se abrió, por lo que extrañada entré dentro y lo que vi me asustó.

Toda la casa estaba desordenada, las sillas en el suelo, la mesa partida y asustada por Sam, corrí a su habitación. La cual estaba peor que el salón, el colchón estaba en el suelo rajado por la mitad, las cortinas igual, la ventana rota y su armario lleno de ropa destrozada. Asustada salí fuera de la casa y miré por los alrededores de esta por si había algún rastro de Sam, paro no había nada.

-Sam… ¿dónde estás? ¿Qué ha ocurrido?-me pregunté a mi misma-

Anduve cerca del bosque  llamándolo pero nadie contestaba.

-¡Sam! ¡Sam!  ¿Dónde estás?-lo volví a llamar-

Preocupada me fui a casa para contarle a mi padre lo que había pasado, seguro él mi podría ayudar a encontrarlo.

-Papá, ayúdame por favor-dije irrumpiendo en la cocina con lágrimas en los ojos-

-¿Qué ocurre Leah?-preguntó mi padre preocupado-

-Es Sam, ha desaparecido.

-¿Cómo que ha desaparecido?-preguntó Billy al cual no había visto al entrar-

-Leah tranquila, dime que es lo que ha pasado-dijo mi padre-

-El otro día cuando fuimos al cine, Sam empezó a sentirse mal y lo llevé a casa, fue muy brusco conmigo y me gritó, ya que me quería quedar con él, y él se negó. Me fui preocupada y hoy decidí visitarlo a su casa para saber si estaba bien…pero cuando llegué la puerta estaba abierta, las sillas en el suelo, la mesa rota….me asusté y fui a su habitación, pero tampoco estaba.

Su habitación está destrozada, asustada salí de la casa y lo busqué por los alrededores, pero no he encontrado nada raro.

-Papá por favor, tienes que encontrarlo, ¿y si le pasó algo?-dije llorando-

-Tranquila Leah, hablaré con Charlie y entre todos lo encontraremos-dijo Billy-

-Yo también voy.

Toda la semana lo estuvimos buscando, pero no había rastro de Sam por ningún lado. Yo estaba deprimida, preocupada y cansada de toda la búsqueda pero no perdía la esperanza.

A la segunda semana de Sam desaparecer, mi padre empezó a comportarse de forma extraña y dos días después de esto Sam volvió a parecer en las reuniones del consejo de la tribu.

Era viernes y ya había terminado la charla del consejo sobre las leyendas de los fríos y nuestros antepasados los licántropos, Sam estaba sentado junto a Billy y mi padre, aprovechando esa oportunidad me acerqué a él.

-Sam, me alegro de verte-dije con una sonrisa en la cara-¿dónde has estado este tiempo? me has tenido muy preocupada.

-Hola Leah, estoy bien, solo tuve que solucionar unos problemas-dijo empezando a temblar y a alejarse de mí-

-Sam ¿qué ocurre?-dije intentando acercarme-

-Leah, vete a casa-me dijo mi padre-

-No, quiero saber que le pasa a Sam-dije mirándolo-

-Lárgate Leah, en otro momento hablamos-dijo con voz dura-

Afectada por su comportamiento decidí marcharme de allí, me adentré en el bosque y en ese momento una mano caliente me cogió de la muñeca.

-Leah no entres al bosque-dijo Sam mirándome-

-Suéltame Sam, me haces daño-dije intentando soltarme-

-Leah es peligroso que vayas al bosque-repitió-

-Sam déjame, me haces daño-le grité-

Sam soltó mi muñeca, y entonces me alejé de él yendo dirección a la playa, fui al lado del límite del bosque con esta y me senté allí, con mis piernas pegadas a mi pecho, no fue hasta entonces, que las lágrimas salieron de mis ojos.

No me podía creer que después de estar dos semanas sin saber de él, me tratase así de mal, se había vuelto algo violento y se comportaba de forma extraña, esos temblores…..no puedo dejar de pensar ¿qué pasó el día que fuimos al cine?

Intenté tranquilizarme para pensar mejor en todo lo que estaba pasando, pero esa tranquilidad conseguida, se marchó cuando una personita a la cual adoraba y no quería ver ahora, me llamó.

-Leah, mamá dice que vayas a casa, vamos a cenar ya-dijo mi hermano Seth-

-Vete Seth no tengo hambre, dile a mamá que luego voy-dije entre susurros-

-Leah, se va a enfadar…

-Te he dicho que no tengo hambre Seth-le grité-déjame sola por favor.

-Idiota-dijo corriendo a casa-

-Lo siento-dije susurrando cuando se fue-

Mi vida patas arriba, la historia de Leah ClearwaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora