Capítulo 48

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Antes que nada, desearos a todos un feliz año 2020.Seguidamente, quiero volver a pedir disculpas por estar tanto tiempo sin actualizar.Pero tranquilos/as, tengo buenas noticias ya estoy terminando de escribir la historia, si me organizo bien par finales de este mes, principios de febrero estará terminada, y para que no os quede mal sabor de boca aquí os dejo una nueva actualización.

Una vez me recuperé del desmayo por decirlo de alguna manera, nos acercamos al lugar donde sería el banquete. En todo momento noté como alguien me observaba, pero estaba tranquila, ya que sabía quién era, aunque aún no sabía su nombre.

Una vez nos acercamos, divisé a mi madre junto a Sam y Emily, cuando mi madre me vio, se quedó mirándome y posteriormente fue dirección a casa. Suspirando decidí seguirla para hablar con ella, una vez en la casa y antes de poder decir algo recibí una bofetada, por la impresión por lo que acababa de ocurrir, me quedé estática. Una vez me recuperé de la sorpresa, me enfrenté a mi madre.

-Que sea la última vez que haces eso-dije susurrando entre dientes, a la vez que empezaba a temblar de furia-

-A mí no me amenaces Leah Clearwater, sabes la vergüenza que sentí al ver que dejaste una vez más a tu prima tirada después de todo este tiempo.

-La única que da vergüenza aquí eres tú-dije alzando la voz- no simplemente por abofetearme, sino por intentar obligarme a hacer algo para lo que no estaba preparada y no pensar en mis sentimientos. Pareciera que desde que papá murió es Emily tu hija y no yo. Y esa dichosa lista que me dejaste para hacer junto a Emily el día de la boda, fue despreciable. ¿Qué persona decente obligaría a su hija a ver la noche de bodas, de la que fue su mejor amiga y de su exnovio? Te lo diré, una persona egoísta y sin corazón que no reconozco como mi madre.

-No me digas lo que puedo o no hacer, todo lo que he hecho y hago es por tu bien, necesitas superar todo esto, tu prima y Sam te quieren en sus vidas y más ahora que van a ser padres.

-No sé cómo podéis ser tan cínicos los tres. Se acabó Sue, no quería llegar a estos extremos, pero no me queda más remedio...me marcho de la reserva para siempre, no quiero saber nada de vosotros tres, y no te preocupes que seguiré mandando dinero para ayudaros. Pero no voy a permitir que me sigas manejando a tu antojo como a los demás-en ese momento la puerta se abrió y ante todos dije mis últimas palabras-renuncio a las manadas, no quiero saber nada de lo que ocurre en la reserva, no quiero que volváis a contactar conmigo, se terminó, no me necesitáis. Y ahora si no os importa, voy a recoger mis cosas, me están esperando en el aeropuerto.

Una vez dicho todo lo que pensaba, subí a mi habitación, cogí el pasaporte para después dejar todo y a todos atrás. Subí a la moto de Jake y partí dirección a Seattle, una vez llegara lo llamaría y le diría donde estaba aparcada.

Cuando al fin llegué a Seattle ya más relajada, llamé a las chicas para encontrarnos en el aeropuerto y una vez juntas, subimos al avión dirección a nuestro nuevo destino, Francia y específicamente estaríamos viviendo en la ciudad de Bourges.

Después de 11 horas de vuelo, al fin llegamos a nuestro destino. La mayor parte del vuelo lo pasamos hablando y después durmiendo, eran las 11 de la noche y en el área de llegadas, ya nos esperaba Odette la tía de Sammy.



Mi vida patas arriba, la historia de Leah ClearwaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora