Capítulo 62

400 28 1
                                    

Hola, aquí os dejo un nuevo capítulo. Espero todos estéis bien. Gracias por seguir leyendo, por vuestros me gusta y por vuestros comentarios. Hasta pronto.

-No puedes, es peligroso y eres un simple humano-contestó Sam-

-Os equivocáis, yo voy a ir, tengo que proteger a mi familia-dije saliendo de la casa, para entrar en fase-

Las exclamaciones de asombro, se escucharon a mi espalda, pero sin tenerlo en cuenta, corrí dirección a casa, para seguir ese rastro. De verdad esperaba que Leah y Halian estuvieran bien.

Iba esquivando árboles, cuando un olor conocido llamó mi atención, a la vez que me ponía los pelos de punta. Ellos estaban aquí, me habían encontrado...había puesto a Leah y Halian en peligro.

-Maldita sea-corrí dirección a casa y por suerte el rastro de esos despreciables, se alejaron de la casa, dirección a la residencia de los Cullen-

Antes de seguir su rastro, vi como la luz de la cocina se encendía, seguramente Leah acababa de despertarse y había bajado a cenar.

Algo más tranquilo, me alejé de la casa, pisando accidentalmente una pequeña rama, volví a correr, antes de que esos asquerosos vampiros se marcharan de este territorio y escaparan a Italia.

Había pasado ya de largo la casa de los Cullen, cuando una presión en el pecho, hizo que parara de correr, seguidamente en mi mente escuché mi nombre.

-Leah...-dije en mi mente llamándola, pero no me contestaba-

Intenté dar media vuelta, pero la voz de Edward en mi mente, diciendo que él se ocupaba de Leah, me hizo seguir me camino, aunque preocupado. Leah me tenía preocupado, llevaba días con dolores de cabeza muy fuertes, se había desmayado ya dos veces.

-Kyle, tenemos que seguir- dijo Jacob-

- ¿Cómo puedo escucharte? -pregunté extrañado-

-No lo sé, es la primera vez, desde que empecé a llamarte, que me has contestado-dijo-

-Tranquilo, mi hermana estará bien, Carlisle cuidará de ella-contestó Seth-

-Chicos, nos unimos a vuestra búsqueda-dijeron Edward, Emmett y Jasper-

-Gracias chicos-contesté, de regreso al camino, donde estaba el rastro de los intrusos-

Estuvimos horas siguiendo el rastro de esos vampiros, pero no hubo manera, habían escapado.

Cansados y decepcionados, decidimos volver a la reserva. Una vez llegamos, volvimos a nuestra forma humana. Cuando terminé de vestirme, decidí volver a casa, quería estar con Leah, y saber lo que había ocurrido. Pero parece que hoy no era mi día.

- ¿Quién diablos eres? -dijo Sam, cogiéndome de la camiseta y estampándome contra un árbol-

-Sam, ¿qué diablos te pasa? -dijo Jacob- suéltale

-No pienso hacerlo, hasta que nos diga, como es posible que sea un licántropo-dijo dando un puñetazo junto a mi cara-

Cabreado, apreté su brazo lo suficiente para que me soltara.

-Suéltame, ahora mismo-dije entre dientes-

-Sam, déjalo-dijo Seth-

-No, Sam tiene razón, se supone somos los únicos licántropos-dijo Paul-

-Pues ya veis que no sois los únicos, así que soltarme-dije apretando más el brazo de Sam-

-Mierda-dijo Sam, soltándome-

Ese fue el momento preciso, para cambiar las posiciones. Lo sujeté del cuello y lo estampé contra el mismo árbol, el cual crujió.

-Mira niñito, que sea la última vez que me tratas así y me hablas de esa manera, no eres el maldito centro del mundo. Y a tu pregunta, sí hay más licántropos aparte de vosotros, a la vista está. Ahora si ya habéis terminado, vuelvo a casa con mi mujer y mi hijo, más vale hagáis vosotros lo mismo-dije soltándolo al fin del cuello-

-Kyle....-empezó Seth-

-Ahora no, mañana hablamos-dije dirección a casa-

Cuando llegué a casa, ya estaba algo más relajado. Inspiré hondo y fui a ver a Halian, al ver que estaba durmiendo tranquilamente con su respiración relajada, fui a mi cuarto. Y allí estaba mi diosa azabache, me encantaba verla en nuestra cama, me puse un pantalón corto y me acosté a su lado, abrazándola.

-Te amo-le susurré-

Mi vida patas arriba, la historia de Leah ClearwaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora