Capítulo 21

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Después de tanto tiempo, vuelvo a actualizar,siento la tardanza pero entre el trabajo y los estudios, a penas tengo tiempo para escribir. Lamento si os muy breve el capítulo, pero prometo que la próxima actualización será más larga. Gracias a todos los que seguís leyendo esta historia.

-Nada, que por mucho que los años y épocas pasen, los hombres sois unos trogloditas, que solo piensan en sí mismos y que piensan que las mujeres solo sirven para dos cosas, usarlas y tirarlas-contesté masticando una patata-

Tanto Astrid como los chicos, se quedaron mirándome, ellos con el ceño fruncido y Astrid con una sonrisa enorme en la cara.

- ¿Qué me miráis, acaso es mentira lo que he dicho? -comento alzando una ceja-

Los chicos en respuesta se callan y se arrascan la cabeza, ante su mudez, Astrid y yo rompemos en carcajadas.

-Bueno chicos se me hace tarde, nos vemos luego Astrid, y a vosotros me imagino que os veré en el entrenamiento.

-Cierto el entrenamiento-dicen todos levantándose a la vez-

Yo me río y salgo de la cafetería dirección a la pista.

Una vez en la pista de atletismo, cambiada ya con la ropa de deporte, empecé mis estiramientos. Miré al resto de pistas y pude ver a varios chicos jugando rugby y otros ya empezando con el entrenamiento de baloncesto, entre ellos Patrick el novio de Astrid. La verdad que los chicos no estaban nada mal, pero después de lo ocurrido con Sam, no tengo muchas esperanzas de encontrar a alguien para mí.

Pronto llegó el entrenador y empezó la clase, estuvimos haciendo varios ejercicios de resistencia y flexibilidad, para terminar, dimos varias vueltas a la pista.

De camino a los vestuarios, escuché como los chicos de rugby gritaban mi nombre, giré la cabeza y vi que el balón venía directamente a mí, gracias a mis reflejos lobunos reaccioné a tiempo, sin problema cogí el balón y se lo devolví.

-La próxima vez tened más cuidado o no os la devuelvo-les grité-

-Gracias Leah-dijo Joshep, amigo de Patrick-

Me alejé de la pista y entré al vestuario, a darme una ducha, y ya sí salir dirección a la residencia para comer y volver a los estudios.

Menos mal que durante los exámenes solo trabajaba los fines de semana al igual que como becaria en el hospital, sino me sería casi imposible estar al día con los estudios de todas las materias para los exámenes.

Una vez en la habitación, saludé a Astrid que estaba tomando apuntes con otra chica que no conocía. Abrí la ensalada que compré en la cocina de la residencia, junto con una botella de agua y fish and chips, para ya sí comer. A las cuatro terminé de comer, cogí mis libros y apuntes, y decidí marcharme junto con Astrid y su amiga a estudiar a la biblioteca.

-Leah, Sam estudiará con nosotras si no te importa.

-Claro, por mí no hay problema, Astrid-dije sonriendo-

Una vez en la biblioteca cada una empezó a estudiar sus apuntes. Aunque yo no podía concentrarme mucho, el dolor de barriga que me daba desde hacía varios días, hacía que perdiese el hilo de todo.

-Leah, ¿te encuentras bien? -preguntó Astrid-

-Sí, solo me dan dolores de vez en cuando en la barriga-contesté sobando mi tripa-

Mi vida patas arriba, la historia de Leah ClearwaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora