Capítulo 52

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Espero os guste este capítulo.Nos leemos pronto

-Vaya...y ¿nadie notó tu cambio?

-No, solo lo notaron mi alpha y el tercero de la manada, pero pensaron que era un don que me concedieron nuestros dioses. Leah, quiero ser completamente sincero, actualmente podría ser tu bisabuelo, sino fuera porque mi cuerpo se congeló en mis 25 años. A lo que me refiero es que hace muchos años yo tuve una familia, una mujer y dos hijos varones, sé que actualmente tengo un biznieto y que este, espera a su primer hijo. A la que fue mi mujer la quise, pero no era mi imprimación, por eso aún sigo aquí, estaba esperándote, por ella no sentí ni la mitad de lo que siento por ti.

-Oh Dios, todo esto es una locura, demasiada información para asimilar.

-Lo sé cariño, pero todo estará en su sitio. Te dejaré descansar, mañana seguimos hablando-dijo besándome antes de salir de la habitación-

Intenté descansar después de toda la información que me había dado Kyle, pero realmente no podía con tantas preguntas en la cabeza y tantas incógnitas. Cansada de darle vueltas a todo, decidí salir de la cama e investigar donde estaba. Comencé a caminar por cada pasillo, cuando escuché ruido fuera, entonces decidí ir dirección a una zona iluminada y allí, vi un balcón con vistas a una piscina. El ruido era Kyle nadando, de forma inconsciente, bajé las escaleras que había en el lateral del balcón, y me dirigí hacia él.

Cuando llegué a la piscina, me paré en el borde y miré al cielo, la luna estaba llena y no sé porque razón, sonreí en su dirección

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Cuando llegué a la piscina, me paré en el borde y miré al cielo, la luna estaba llena y no sé porque razón, sonreí en su dirección.

-Leah, ¿qué haces despierta? -me llamó una voz-

-Yo... no puedo dormir-contesté mirando en su dirección-

El aspecto de Kyle recién salido del agua, hizo enloquecer mi corazón y que mi cuerpo vibrara expectante.

- ¿Te encuentras bien Leah? -me preguntó agarrándome de la cintura, mirándome a los ojos-

Me quedé hipnotizada mirándolo y sin poderlo evitar, lo besé. Mi corazón martilleó mi pecho a gran velocidad y por lo que notaba sobre mi mano, el corazón de Kyle también. Rodeé su cuello y seguimos besándonos, me dejaría llevar por una vez, mañana seguiríamos hablando.

De forma rápida Kyle me subió a su cintura y nos llevó dirección a su habitación. Poco a poco la poca ropa que teníamos, fue desapareciendo. Antes de acostarnos en la cama, Kyle me miró a los ojos para confirmar que yo quería lo mismo, asentí a su pregunta silenciosa y volvimos a unir nuestros labios. Cuando nuestros cuerpos desnudos entraron en contacto una corriente eléctrica nos atravesó, haciéndonos gemir en la boca del otro. Fue cuando finalmente nos hicimos uno, que sentí que al fin estaba completa.

A la mañana siguiente, el sol entrando por la ventana me despertó, estaba cansada, pero nunca me había sentido mejor, estaba tumbada en el pecho de Kyle rememorando lo ocurrido anoche, mientras acariciaba sus tetillas, los recuerdos pusieron una sonrisa en mi cara y el movimiento de cierta parte del cuerpo de Kyle, parecía que también recordaba bastante bien la actividad de la pasada noche. Sabía que habían quedado cosas de las que hablar en el tintero. Pero pasase lo que pasase ya nunca me podría separar de Kyle, era mi otra mitad.

-Umm delicioso-dijo Kyle oliendo mi pelo, mientras me apretaba a él-buenos días hermosa.

-Buenos días-dije levantándome de la cama, algo incómoda-

- ¿Dónde vas? -me preguntó reteniéndome-

-Yo...necesito una ducha

-Perfecto, te acompaño-dijo arrastrándome al baño-

Algo ruborizada entré a la ducha con Kyle siguiéndome.

-Sé cómo te sientes Leah, pero no tienes por qué sentirte avergonzada. Pasó lo que ambos queríamos y necesitábamos-dijo abrazándome, mientras besaba mi cuello y hombro- Déjame que te enjabone.

Con delicadeza Kyle me enjabonó y lavó mi pelo, posteriormente hice lo mismo con él y finalmente terminamos haciendo el amor otra vez. Menos mal era temprano aún, para que mi hombrecito se despertara, porque él era de entrar corriendo a mi dormitorio.

-Creo es hora de que haga el desayuno para mi hombrecito, no creo tarde en despertar-dije aún abrazada a Kyle-




Mi vida patas arriba, la historia de Leah ClearwaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora