Quédate conmigo.... (Alonso Villalpando)

Capítulo 1 "Primer encuentro"

Maddison pov

Justo a las 6 am como cada mañana sonó la alarma de mi despertador, logrando que mi perfecto sueño terminara en un abrir de ojos.

-¡Agh! ¡No puede ser que otra vez mi sueño haya terminado así!

Me levanté de la cama luego de que la alarma sonara una segunda vez  y, fui hasta el baño para tomar mi ducha diaria, luego me vestí con una polera blanca y jeans, busqué mis converse y colgué mi mochila a mi hombro. Bajé y tomé tan sólo el jugo de naranja que mamá había puesto sobre la mesa junto al plato de fruta y salí de casa antes de que me reclamara por no comer.

Caminé hasta la parada del bus y esperé a que éste llegara. Subí y una vez dentro busqué un espacio vacío cerca de la ventana y de la puerta de salida, rápidamente fui a sentarme, me puse mis audífonos y esperé a que el autobús llegara a mi destino, la grandiosa escuela del Valle.

Bajé del autobús un poco apresurada porque escuché desde lejos que el timbre ya había sonado y más de uno me secundaba en mi carrera a la entrada. Entré corriendo hasta mi casillero, dejé mis libros y sólo tomé los necesarios antes de  dirigirme a las escaleras para ir a mi salón.

Corrí por los pasillos esquivando a los que se me ponían en el camino y justo al doblar la esquina del pasillo previo a mi salón, mi mala suerte se hizo presente cuando fui detenida tras estrellarme con alguien, quien me hizo rebotar y caer directo al piso de sentón y tirando así todos mis libros al suelo mientras las risas se escuchaban a mi alrededor.

Escuché entonces su voz pidiéndome disculpas casi suplicando con una suave y armoniosa voz que, sin duda alguna hacía juego con esos asombrosos ojos azules y ese rostro perfecto que combinado con ese corte y ese cabello color castaño, lo hacían lucir cual galán de telenovela.

Cuando me di cuenta de que me había perdido en su rostro, me sonrojé un poco y regresé a mi realidad aceptando su mano para ponerme de pie mientras él se disculpaba por milésima vez y yo le escuchaba nerviosa antes de contestar.

El: De verdad lo siento, no te vi venir desde el otro lado del pasillo.
-Ehm...si...no te...no te...preocupes, yo...Ehm...lo siento...no debí correr sin cuidado...espero no haberte lastimado
El: Vale, tranquila. Tú estás bien?
-Ehm...si...
El: Okay, aquí tienes tus libros
-Gracias...

Tomé los libros con mucho cuidado sin dejar de mirarlo mientras él esbozaba una leve y brillante sonrisa que me dejó aún más impactada. Como tonta, seguí viéndolo hasta que él desvió la mirada, me sonrojé por mi atrevimiento y me disculpé para ir a clase.