Quédate conmigo.... (Alonso Villalpando)

Capítulo 8 "Presa"

Alonso pov

Un par de segundos después de que aquella chica se fuera, volví a continuar mi camino hacia el aula que me correspondía según mi horario y a la cual, obviamente, llegué tarde. Al llegar al salón de clases, toque la puerta y pedí permiso para entrar, en respuesta recibí un agradable saludo por parte del profesor en turno.

Yo:Ehm...buenos días, ¿es la clase del profesor Fernández?
-Si, así es. ¿Y usted es?
Yo: Oh, lo siento, mi nombre es Alonso Villalpando, soy de nuevo ingreso.
-¡Ah, ya! Bienvenido señor Villalpando, tome asiento que ya estamos comenzando.

Asentí con un leve movimiento de cabeza y pasé al aula, busqué con una mirada rápida una banca libre y sonreí al notar las miradas de más de una chica del grupo, finalmente encontré un lugar y me senté.

La primera clase, así como las siguientes, estuvieron demasiado aburridas y sin mucho más que risas y miradas de complicidad de algunas cuántas chicas que, entre clase y clase se acercaron a mi para presentarse, lo que me pareció gracioso y bastante entretenido en realidad.

Por suerte, durante la tercera clase tuve la fortuna de encontrarme a dos de mis amigos de la playa, Bryan y Freddy, quienes se acercaron a saludar y enserio lo agradecí, pues saber que la mayoría de los chicos me estaban odiando por la atención de las chicas, me puso nervioso después de la segunda clase.

Freddy: ¡Hey! ¡Alonso!
Yo: ¡Freddy! ¡Bryan! ¡Qué bueno verlos!
Bryan: ¿Qué tal te trata la escuela? Hace rato vi a Jos, en clase de mate...
Yo: ¡Genial! ¡Eso quiere decir que sigue vivo!
Freddy: ¡Jajaja! ¿Esperabas que no?
Bryan: ¡Jajajajaja! Lo bueno es que son amigos...
Yo: ¡Jajajajaja!

Más tarde en la cafetería, me di cuenta de que ésta, parecía como película de Hollywood en donde hay grupos de chicos y chicas que se dividen en los populares y los no populares. Por alguna extraña razón, mis amigos estaban en el banco de los populares y por ende, Jos y yo lo estuvimos también desde el momento en que nos sentamos en la mesa. Y nos dimos cuenta de la popularidad de nuestros amigos, porque las chicas y chicos nos veían desde la distancia y sólo unos pocos se acercaron a saludar entre ellos, una chica rubia bastante linda.

Pamela: Hola guapos (saludando a Freddy, Bryan, William y Alan) ¿cómo están hoy?
William: Bien gracias Pamela ¿y tú?
Pamela: ¡Súper bien! Así que...Jos y...(mirándome)Alonso, cierto?
Yo: Así es, Alonso Villalpando
Pamela: Un gusto, soy Pamela Sanders.
Yo: Un placer.

Sin dejar de mirarme, ella se acercó primero a Jos y luego a mí y nos saludó con un beso en la mejilla, mismo que a mí, me causó escalofríos, aún cuando se separó y sonrió dejando ver su sonrisa perfecta, sonreí de vuelta, más por compromiso que por gusto.

Segundos después, se alejó de la mesa y sólo entonces escuché las risas y comentarios de mis amigos que, haciendo referencia a lo acontecido no dudaron en usar eso como arma para decirme, entre otras cosas, que esa era la forma más sutil que tenía Pamela de establecer su marca personal de conquista. Reí ante la idea de sentirme presa de, quien decían, era la chica más popular de la escuela...