Maddison pov
Esa noche no pude dormir por estar pensando en lo que había pasado en mi sala horas antes. Claro está, no le dije nada a mis padres, pero si a mis amigas, a quienes llamé tan pronto como Alonso se fue de mi casa.
Aunque estaba molesta porque él se había ido de mi casa, para ir a la fiesta con todas las zorras populares de la secundaria, no podía estar enojada con él. Sus besos, sus caricias y miradas puestas sobre mi, horas antes en aquel sofá, me hicieron desear que no se hubiera ido.
Al día siguiente desperté con pocas ganas de ir a la escuela, aunque eso no era novedad en realidad, saber que todos los que asistieron a la fiesta estarían hablando de ella y que posiblemente Alonso también lo haría, me provocaba náuseas. Pero, sin tener otra opción que asistir, me alisté y salí de casa.
Justo como lo esperaba, al llegar a la escuela los murmullos de los que asistieron a la gran fiesta no cesaron desde el primer pasillo hasta el último, antes de entrar a clases y después de hacerlo. Durante el receso y luego de él, absolutamente toda la escuela parecía sitio perfecto para hablar del tema.
Incluso vi a Alonso platicando en la mesa de los populares muy efusivo y supuse que el tema debía ser la fiesta, así que pasé de largo y decidí comer fuera de la cafetería. Nada pasó luego de eso, pero sí a la hora de la salida, cuando nuevamente lo encontré platicando con un par de amigos suyos cerca de su auto.
Cuando me topé con la mirada de Alonso, suspiré y seguí mi camino hasta dar la vuelta a la esquina. Unos pasos después de dar vuelta, escuché la bocina de su auto a mi lado y cuando volteé a verlo me hizo señas para que subiera.
Negué con la cabeza y seguí caminando, pero él me siguió en el auto unos pasos más antes de detenerse. Escuché que abrió y cerró la puerta, quise entonces comenzar a caminar más rápido para no darle tiempo de alcanzarme, pero mis piernas no me respondieron como esperé y alentaron el pasó.
Volteé para atrás para asegurarme que no me siguiera, y no lo vi, por lo que respiré sin dejar de caminar hasta estrellarme con él. Maldije en inglés, antes de girar la cabeza para encontrarme cara a cara con él, quien reía dejando ver su perfecta dentadura y ese par de hoyuelos en sus mejillas que me derretían.
Resoplé para darle a entender que no me causaba gracia y para hacerme entrar en razón a mi misma antes de que quisiera besarlo otra vez. Me crucé de brazos y dije lo primero que se me vino a la mente luego de su repentina aparición.
Yo: ¿Te divertiste ayer?
La cara de diversión que antes tenía él, fue rápidamente suplida por una de temor mientras mordía su labio inferior, lo que por cierto, lo hacía lucir inexplicablemente sexy. Borré aquel último pensamiento de mi mente justo en el momento en que él se acercó a mí hasta quedar unidos uno al otro por nuestras frentes sincronizando nuestras respiraciones.
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Quédate conmigo.... (Alonso Villalpando)
FanfictionMaddison solía vivir como toda adolescente normal lo hace en su día a día hasta que conoció a un guapo....pfff que digo guapo.... guapísimo chico de ojos turquesa y cabello castaño llamado Alonso Villalpando... Está novela ha sido escrita por petici...