Quédate conmigo.... (Alonso Villalpando)

Capítulo 3 "En la luna"

Maddison pov

Ese mismo día, durante el resto de la clase, estuve ausente, recordando a aquel chico de ojos azules, cabello castaño y brillante sonrisa. A quien, por cierto, nunca había visto antes en la escuela. Pasada las primeras horas de clase salí del aula y me dirigí a mi casillero, busqué los siguientes cuadernos y cerré mi casillero sólo para encontrarme con la mirada furiosa de Ania, una de mis mejores amigas.

Ania: ¡Maddison! ¡Te he estado gritando desde antes de salir del salón! ¡¿Porque no contestas?! ¿Ah? ¿Maddison? ¿Me estás escuchando?
Mía: Yo díria que te ignora igual que lo ha hecho conmigo en toda la clase de historia....
Yo: ¿Ah? ¿Qué pasa?
Ania: ¡Pff! ¿Es enserio Maddison? ¡Bahhh! ¡Olvidalo! ¡Eres imposible!
Mía: tranquila Ania, sólo está en la luna. Y si no me equivoco es por ...¿un chico?

Luego de que Mía dijera eso, me sonrojé de pies a cabeza. No tenía idea de porque ella siempre adivinaba lo que nos sucedía a todos, si estábamos enojadas o felices por algo ella lo sabía, a veces me asustaba. Pero en ese momento me preocupé por las preguntas que empezaron a llegar.

Ania: ¡¿Un chico?! ¡¿Quién es?! ¿Donde lo viste? ¿Porque no nos dijiste nada?
Mía: ¿Lo viste en el camión? ¿O es tu vecino?

Ania: O.... ¿es de la escuela?

Mía: ¡OMG! ¡Es de la escuela! ¡Te has puesto roja! ¡¿Quién es?! ¿En qué grado esta? ¿Lo conocemos?
Yo: ¡Pfffffffff! ¡Basta niñas! ¡Me abruman!
Ania: pues queremos saberlo todo, así que más vale que empieces a hablar.

Sin tener tiempo alguno de respirar, mis insistentes amigas me hicieron contarles todo sobre mi encuentro con aquel hermoso chico de ojos azules y cabello castaño. Mismo que no me molestó volver a recordar, omitiendo claro, mi vergüenza sobre cómo tartamudeé y me quedé mirándolo como tonta.

Luego de terminar mi relato, ambas me dieron de zapes, por no haberle preguntado su nombre ni haberle dado el mío. Me dijeron que una ocasión como esas no debe perderse, pero... ¿qué sabían ellas? Había sido yo la que había pasado el oso de su vida, con el chico más guapo que mis lindos ojitos hubieran visto jamás...