Capítulo 43 "Mi novia"

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Alonso pov

Días después de aquel encuentro con Maddison, en mi casa, estuve hablando con mis amigos acerca de lo que ella significaba para mí y la importancia que tenía en mi vida. Fue Jos, mi mejor amigo, quien sugirió que me animara a dar un paso más en mi relación con ella y me decidiera a hacerla mi novia.

Tras su sutil sugerencia, mi mente estuvo dando vueltas a la idea de hacer a Maddison, mi novia, a sabiendas de que, la popularidad de Maddison había ido en ascenso desde el día en que nos besamos en la cafetería. Así que, consciente de que, declararme a ella, no podría provocar tanto revuelo, sino que, más bien era algo que ya se esperaba; comencé a planear mi estrategia. 

Durante varios días estuve componiendo y ensayando una canción de mi autoría, con mis amigos, quienes iban a ayudarme a lograr mi cometido y, cuando por fin, me sentí listo para la puesta en escena, les dije que me acompañaran en mi momento.

Aquel día, Maddison se encontraba en la cafetería hablando con sus amigas, como solía ser su costumbre y la del resto de los alumnos de la escuela a la hora del recreo. Minutos antes, había estado afinando mis cuerdas vocales en las afueras del recinto y mis amigos, sus guitarras, mismas que tocaron llegado el momento y haciendo eco por todo el salón. 

El silencio total dentro de la cafetería, por un momento me hizo dudar, pero una vez que comencé a cantar, me dejé llevar por cada frase que entoné al ritmo de la música que me acompañaba en mi andar, hasta ella. Maddison me miraba enajenada, sus ojos brillando y sus mejillas rosadas, más de lo usual, sonriendo de forma genuina, supe entonces que había tomado la decisión correcta y seguí cantando...

"Eres mi amanecer, eres mi atardecer, eres la estrella que guía la luz de mi vida al anochecer..
Eres mi amanecer, eres mi anochecer, lo que yo un día quería lo tengo en mi vida, hoy estas aquí junto a mi... "

Me hinqué frente a ella al término de la canción y tomé su mano derecha entre las mías, para darle así una rosa roja que llevaba conmigo. Luego, me aclaré la garganta y sintiendo que mi corazón estaba por salirse y mi cuerpo entero temblaba de pies a cabeza, hablé un tanto dubitativo.

Yo: Maddi... ¿quieres ser mi novia?

Ella no dijo nada, simplemente asintió llevándose la otra mano a la boca y cubriéndola mientras todos vitoreaban a nuestro alrededor. Acto seguido, me levanté y quité su mano de su boca para depositar un suave beso en sus labios, que me respondieron de forma automática a la vez que los aplausos se acrecentaban. 

Unos segundos después, Alan se acercó para presentarse con ella, lo mismo que Freddy, Bryan y Jos, a quienes ella conocía desde la distancia, pues en realidad no había tenido acercamiento alguno con ellos, lo mismo que sucedía conmigo y sus amigas, a quienes ella me presentó de igual forma. 

Entre risas y murmullos, el salón volvió a su estado natural al menos hasta que Pamela interrumpió, llegando hasta nosotros, hecha una fiera y comenzando a reclamarme a mí, directamente, motivo por el cual, fui yo quien respondió. 

Pamela: Esto en verdad es una tontería. ¿Le pediste ser tu novia a Maddison? ¿La zorra del montón?

Yo: Basta Pamela, no insultes a Maddison. No te lo voy a permitir.

Pamela: Por favor Alonso, ¿qué tiene ella que no tenga yo? No, no... Más bien, ¿porque la prefieres a ella si tengo mucho más yo?

Yo: Lo que ella tiene ella es mi total y completa atención. Ya que por cierto, es MI NOVIA.

Miré a Maddison de reojo y la vi sonreír, lo que me hizo reafirmar mi comentario con un apretón de manos que ella pareció entender. A la vez que lograba que Pamela nos mirara con odio y un dejo de desprecio en su rostro antes de darse la vuelta y desaparecer por el mismo pasillo por el que llegó, sin decir nada más. 

Quédate conmigo.... (Alonso Villalpando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora