Capítulo 54 "Como si nada..."

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Maddison pov

Alonso era un chico en verdad extraño, un día estaba preocupado por su mejor amigo e incluso se mostraba indiferente conmigo y, al siguiente, volvía a ser el mismo de siempre y se comportaba como si nada pasara, lo que realmente me indignaba.

Me gustaba ver que era un amigo leal y muy dedicado, que cuando alguno de sus amigos lo necesitaban él estaba allí y se enfocaba cien por ciento en ayudar. Y, una vez que lograba su cometido, parecía volver el tiempo atrás y recuperar aquello que había perdido, con tremenda facilidad y, eso, aunque era algo que me confundía, pues parecía que él olvidaba lo que había pasado antes de que decidiera alejarse y, una vez al regresar pretendía que todo seguía normal, lo que obviamente no era verdad. 

Pero, siendo honesta, cuando Alonso llegaba hasta mí, con esos hermosos ojos azules mirándome llenos de amor y de una mezcla entre disculpa y arrepentimiento, la verdad que no podía negarme a sonreír y olvidarlo todo. Pero en esa ocasión, hacer de cuenta que él nunca se alejó, como sucedió en esas últimas semanas, no fue nada fácil, menos aún cuando me había ignorado hasta por mensajes y llamadas. 

Así que, el día en que regresó a mi, acompañado por un bote completo de Nutella y un montón de golosinas, no supe que decir. Aquel día, recuerdo bien que fue un miércoles por la tarde, yo me encontraba en mi cuarto como toda adolescente normal a mitad de la semana, viendo mi serie favorita en la computadora en lugar de hacer tarea. Entonces, mamá llamó a mi puerta diciendo que tenía una visita, como era miércoles y nadie en su sano juicio suele visitar a una persona en su casa a las 8 de la noche, no me molesté en arreglarme y salí de mi cuarto con leggins y una camiseta de tirantes, sin sostén, aunque claro, me puse encima una sudadera para disimular un poco mi comodidad. 

Despeinada, sin maquillar y vestida lo más casual posible, bajé de mala gana hasta la sala de estar, en donde Alonso se encontraba sentado en el sofá como si estuviera en su propia casa acompañado por mi madre, ésta última reía a carcajadas por algo que Alonso parecía haberle dicho. Extrañada por aquella escena, me aclaré la garganta para darle a entender a mamá que debería retirarse, ésta giró para verme de pies a cabeza y desaprobar mi vestimenta mientras se ponía de pie y se despedía de Alonso.

Miré entonces a Alonso, quien se había puesto de pie para despedir a mi mamá, él me miró de igual forma, pero a diferencia de mi madre y su gesto de desaprobación, Alonso sonrió tras mirarme de arriba a abajo. Luego me mostró un par de bolsas que traía en las manos, mismas que permitían ver su contenido desde la distancia y, dijo que tenía el permiso de mi madre para estar en mi cuarto hasta las 10:30 pm, pues mi padre llegaría a las 11 pm y entonces tendríamos problemas los tres. 

 Negando con la cabeza me di la vuelta y volví sobre mis pasos sin decirle nada a Alonso, quien me siguió a una distancia prudente pero sin detenerse hasta que ambos llegamos a mi cuarto, en donde yo fingí demencia y entré cerrando la puerta tras de mí. A diferencia de lo que pensé, en esta ocasión Alonso no entró tras de mí, sino que esperó afuera de la puerta, la tocó un par de veces, supongo que esperando a que yo recogiera mi cuarto o me arreglara o algo así, lo cual no hice en lo absoluto, pero tras unos minutos de no recibir mi respuesta le escuché decir que entendía mi molestia,  entonces me dijo que tenía diez segundos para abrir la puerta, si no lo hacía, se iba a ir. 






Quédate conmigo.... (Alonso Villalpando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora