Quédate conmigo.... (Alonso Villalpando)

Capítulo 53 "Rebeca"

Alonso pov

Días después de que Maddison y yo volvieramos a reencontrarnos, en el sentido de volver a tratarnos como los novios que éramos, solos y en presencia de otros, ella me preguntó acerca de mi supuesto rechazo hacia ella cuando estábamos con mis amigos, cosa que yo no había considerado como algo que de verdad estuviera sucediendo, al menos hasta que ella me lo hizo notar. 

Aunque Maddison no era celosa y sabía darse su lugar sin necesidad de que yo interviniera, especialmente frente a las chicas populares que nos rodeaban, como Pamela y sus amigas, en serio que me preocupé por cambiar mi actuar.  Sin embargo, abrazar a Maddison y besarla, no eran el problema, pues me encantaba tenerla cerca de mí y consentirla con caricias,  pero si había algo que me molestaba al estar con ella y al mismo tiempo con mis amigos, era precisamente la tensión que se creaba entre mi novia y la novia de Jos. 

Rebeca era una chica doble cara, alguien muy linda en el exterior pero era en serio tóxica, siempre trataba de mantener el control sobre mi mejor amigo y eso, me tenía cansado. Antes de llegar a esta secundaria y de salir con Rebeca como algo más que amigos, Jos era del tipo de amigos que hacían bromas todo el tiempo, su actitud era fresca y divertida, así era el Jos que yo conocía desde niños, pero tras unos meses de salir con ella, él cambió por completo. 

Ella no le dejaba respirar tranquilo ni un momento y siempre que mis amigos y yo queríamos salir, ella tenía que seguirnos cual sanguijuela, cosa que a todos nos causaba molestia, pero nadie nos atrevíamos a decírselo a Jos para evitar alguna pelea. Sin embargo, al cabo de unos meses, la situación empeoró, pues mi mejor amigo, se alejó y cuando traté de hablarle de ello, el mismo me lo impidió, causándome una gran frustración.

Ese día había ido a buscar a Jos a su casa para hablar con él, pues había dejado de contestar mis llamadas y mensajes, y en la escuela sólo se dedicaba a estudiar y estar cerca de su novia. Pero, dado que ese día, yo sabía que Rebeca había salido con sus amigas por una publicación de Pamela en facebook, así que no lo pensé dos veces y fui a enfrentar a mi mejor amigo, quien me recibió con desgana cuando pasé hasta su recámara sin avisar.

Yo: ¡Vaya! ¡Por fin te encuentro solo! ¿Y ese milagro que no tienes compañía?

Jos: ¿Qué haces aquí?

Yo: Vine a jugar en la consola como cada jueves, ¿no recuerdas que lo hacemos desde que nos conocemos?

Jos: ¡Pff! Ni siquiera es jueves y eso ya no lo hacemos hace meses ¿Qué quieres?

Yo: Pues creo que deberíamos retomarlo, al menos así podríamos tener tiempo para Jalonso, ¿no crees?

Jos: ¡Ja, ja! Muy gracioso Villalpando. Mejor dime de una vez, ¿qué es lo que quieres?

Yo: Ya te lo dije, ¿es que no ha quedado claro?

Jos: ¿Ah?

Yo: Quiero a mi amigo de vuelta, por eso estoy aquí. 

Jos: Alonso...

Yo: Tu y yo sabemos que tu relación con Rebeca no es sana, ella no tiene porqué alejarte de tus amigos, no tiene porqué decirte lo que debes o no hacer, eso simplemente no está bien. 

Jos: Ella no...

Yo: Hemos estado juntos desde que tengo memoria y jamás habíamos permitido que nadie nos separara, pero desde que sales con Rebeca te has alejado de mi y del resto de nuestros amigos.

Jos: Bueno si es verdad que me he alejado de ustedes, pero es porque a ustedes les molesta mi relación con Rebeca, ¿crees que no me he dado cuenta de cómo la tratan? ¿o qué no he escuchado lo mal que hablan de ella? ¿O es que vas a negarlo?

Yo: No, no lo niego. Alan, Bryan y Freddy han dicho que Rebeca no les agrada y si, más de alguna vez han hablado mal de ella, pero no la tratan mal, yo tampoco lo hago. Pero Jos, ella tampoco se ha ganado nuestro aprecio porque todo el tiempo te tiene atrapado, ya ni siquiera pareces tener vida propia, siempre está ella primero que nosotros e incluso primero que tú.

Jos: No sé de qué hablas Alonso.

Yo: Vamos José, no te hagas el loco, todo el tiempo está ella cerca de ti y no te deja ni estar con nosotros solo, hasta parece que no confiara en ti. 

Jos: ¡Pfff! ¿Lo dices precisamente tú, que invita a Maddison a las reuniones de amigos?

Yo: Es verdad, la invitaba, porque quería que ella los conociera y que compartiéramos tiempo juntos, como amigos, algo que ella misma me reclamó que porque no la beso ni la abrazo frente a ustedes, pero ese no es el punto. El punto es, que incluso ella entiende que hay reuniones de amigos a las que no la invito y algunas a las que ella tampoco me invita porque quiere estar sola con sus amigas y está bien, eso sí está bien. Ella me respeta y yo la respeto y, ambos confiamos en el otro, mientras que tú, parece que no puedes ni hablarme por teléfono o mandarme mensaje, porque a Rebeca le molesta, eso es enfermizo, ¿es que no lo ves?

Jos: Ya, ya... Las cosas no son así. 

Yo: ¿Ah, no? ¿Y cómo son entonces? Explícame porque sinceramente no comprendo porque ella si puede salir con sus amigas sin problema un viernes por la tarde, mientras tú te encuentras en casa solo.

Jos: Quería quedarme en casa, es todo.

Yo: ¡Sí, claro! Te conozco Jos, hemos sido mejores amigos desde niños, si hay alguien a quien no puedes mentirle es a mí, y lo sabes... Aún así, no vine aquí a decirte lo que debes hacer, eso ya lo sabes, como te dije antes, vine a jugar con la consola, así que, elige un equipo.

Luego de aquella larga charla con Jos, lo convencí de jugar con la consola el resto de la tarde, por lo que, entre risas, apuestas y jugadas, por primera vez después de meses, volví a sentirme cerca de mi mejor amigo, y, aunque no me dijo nada más con respecto a Rebeca, sabía que aun sin ser algo fácil él tomaría la decisión correcta, así que únicamente me dediqué a esperar.

Mientras tanto, me esforcé y mucho para recuperar a Maddison, a sabiendas de que ella creía que yo me había distanciado de ella a propósito, ganarme de nuevo su confianza me costó mucho más de lo esperado, pero aún así lo logré, pues no hay problema que el amor no pueda vencer y yo, a ella, la adoraba, no sólo porque físicamente era hermosa, sino porque además me comprendía, me escuchaba y siempre estaba allí para mí, por eso, después de que le hablé sobre lo que había sucedido con Jos y ella me dijo que debía confiar en mi mejor amigo, tranquilamente pude hacerlo, pues ella tenía el don de hacerme sentir que todo iba a estar bien con una simple mirada, con una de sus bellas sonrisas y, sobretodo con sus besos y abrazos, esos que me enloquecían, que me debilitaban y a la vez me fortalecían, haciéndome sentir todos los sentimientos posibles hacia ella, mi querida novia.