Capítulo 27 "¿Qué está pasándome?"

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Maddison pov

Cuando menos recordé ya me encontraba rodeando su cuello con mis manos y él rodeaba mi cintura con las suyas, su cuerpo estaba tan cerca del mio que podía percibir su calor y eso hizo que mi piel se erizara por un momento.

Nos separamos cuando nos hizo falta respirar y entonces me di cuenta de lo que estaba sucediendo. Estaba a mitad del día, afuera de mi casa y besando a Alonso como si no hubiera pasado nada de nada horas antes. Me hice hacia atrás recobrando la cordura y lo miré cruzándome de brazos.

A: ¿Qué es lo que te pasa Madi? ¿Porque no contesta mis llamadas ni mensajes? ¿Estás molesta conmigo? ¿Hice algo mal?

Al decir la última frase puso ojos de cachorro y un puchero que me fue imposible de ignorar, pues incluso una risa involuntaria salio de mi boca al momento y eso hizo que el sonriera de igual forma. Recordé entonces que él tenía una fiesta esa tarde y me volví a molestar, así que, como si él no estuviera, volteé a la puerta para ignorarlo.

Abrí la puerta y suspiré pesadamente sabiendo que él seguía cerca y lo más probable es que su mirada siguiera posada sobre mi. Lo miré de reojo a punto de abrir la puerta un poco más para poder entrar por ella y vi que estaba distraído observando la fachada de la puerta así que decidí entrar.

Entré como si nada pasara y justo antes de cerrar la puerta, él puso el pie y detuvo la puerta con la mano para evitar que yo la cerrara. Lo miré y vi esa sonrisa sarcástica que nunca podía faltar y rodeé los ojos al escucharle hablar.

A: ¿No me invitarás a entrar?

Negué con la cabeza intentando cerrar la puerta con ambas manos, pero obviamente él era más fuerte que yo, así que no me permitió cerrar la puerta y cuando menos lo esperé, ya se encontraba caminando dentro de la sala.

Fui hasta él para pedirle que se fuera un par de veces. Pero él no me escuchó y en cambio llegó hasta el sofá de la sala para acostarse en este, poniendo las manos detrás de la cabeza y mirándome desde la distancia. Resoplando molesta por su actuar, me acerque al sofá y pateé el mismo repetidamente.

Yo: Alonso no estés jugando, mis padres llegarán en cualquier momento y si te ven...
A: ¿Si me ven qué? ¿No estamos haciendo nada malo o si?

Al decir aquello último lo miré levantar una ceja y morder su labio inferior, lo que me hizo reír. El en cambio, aprovechó mi distracción para tomar mi mano y jalarme hasta quedar justo encima de él. Sin saber en qué momento pasó, de un momento al otro ya me encontraba mirándolo fijamente a los ojos y deseando volver a besarlo.

Y nuevamente me perdí en mis pensamientos mientras mi cuerpo, que no reaccionaba a mis órdenes ya se encontraba debajo del suyo, él me había aprisionado aprovechando mi ausencia y de un segundo al otro, me besó.

Un beso lleno de pasión salió de sus labios y llegó a los míos, o quizá eran cientos de besos los que cortaron mi respiración mientras mis latidos se aceleraban y mi cuerpo se movía al compás de sus labios y al sentir de su cuerpo sobre el mío.

Sus manos estaban al principio deteniendo mis manos pero luego empezaron a recorrer mi cuerpo siguiendo el ritmo. Mis manos se posaron sobre su espalda y empezaron también a moverse lentamente aunque con timidez. Sus besos pronto bajaron a mi cuello, logrando que me sobresaltara ante el cambio y que iba a la par de sus caricias en mis piernas.

Sin saber porque, un suave gemido salió de mis labios de un momento al otro y sin entender lo que sucedía comencé a sentir que la sangre me hervía y que mi cuerpo se movía con ahínco tratando de conseguir más caricias suyas.

De pronto escuché el timbre del teléfono y eso hizo que entrara en razón, sintiendo que mi cara ardía por lo que había estado sintiendo, lo aparté de mi para contestar el teléfono y descubrir que tan sólo era una llamada del banco. Nerviosa volteé a verlo y me encontré con su sonrisa temerosa mirándome, poco antes de decir que se tenía que ir.  

Quédate conmigo.... (Alonso Villalpando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora