Alonso pov
Semanas enteras perdí el control del tiempo y me dejé guiar por el sentimiento de felicidad que me embargaba desde que Maddison había aceptado ser mi novia. La verdad era que antes tenía miedo de que ella me rechazara, pero una vez que aceptó ser mi novia, tenerla cerca de mi era lo único que me hacía sentir bien día a día.
En mi casa, mis padres y hermanos lo notaron enseguida, pues, decían que me veía más feliz que antes y en la escuela, no paraba de reir y de sentir la necesidad de mirarla, besarla y tenerla entre mis brazos. Maddison era en realidad el tipo de chica dulce y detallista que me encantaba y que a la vez me volvía loco con sus arranques de locura y de furia que me daban energía, haciéndome sentir importante para ella en todos los sentidos.
A pesar de ello, aún había personas que no deseaban que nosotros estuviéramos juntos y una de ellas era Pamela, quien seguía insistiendo en que ella era la mejor opción, burlándose de Maddison siempre que podía o insultándola incluso en mi presencia. Lo anterior, me llenaba de rabia y más aún cuando notaba que a Maddison le afectaban sus palabras.
Aun así, Maddison conservaba la fortaleza que la caracterizaban y a pesar de los malos tratos, se mantuvo a mi lado sin dudarlo ni un segundo. Mis amigos, sus amigas y nosotros dos, nos volvimos un solo grupo desde aquel día y enserio que eso era algo que tanto mis amigos como yo agradecíamos, pues claro, que no pasé desapercibido el hecho de que Bryan se fijó en Mía, una de las mejores amigas de Maddison y quien sin duda, también mostró interés en él. Además, me parecía genial que mis amigos se hubiera acoplado tan bien a mi novia y ella a ellos, el primero de ellos en mostrar apertura había sido Alan el día de mi declaración a ella y también era quien se mostraba más animado por la presencia de mi novia en el grupo, a este hecho, sin embargo, no le presté atención.
Unas semanas mas tarde, aun sabiendo que mi relación con Maddison iba realmente bien, por primera vez me sentí celoso por culpa de alguien y es que, tras varios intentos en vano de parte de Pamela, por acercarse a mí, cuando por fin decidió que era mejor ignorarme y mirar a alguien más, que se fijara en Alan, mi segundo mejor amigo, me hizo sentir incómodo.
Sin duda, el que Pamela tratara de llamar la atención de Alan no provocó gran revuelo en mi mente, sino hasta que miré a Maddison sonreír orgullosa tras el rechazo de Alan hacia Pamela, lo que me llenó de molestia, pues no entendía porque su repentina felicidad por aquel hecho, pero igual lo dejé pasar, creyendo que nadie lo había notado, hasta que ella me cuestionó.
Ese mismo día íbamos en mi auto en medio de un silencio muy incómodo, que sólo se cortaba con nuestras respiraciones y algunas canciones de la radio que sonaban a volúmen bajo, antes de que ella comenzara a interrogarme.
Maddison: ¿Alonso? ¿Estás bien?
Yo: Si, Maddi
Maddison: Humm... Estás más callado de lo normal, ¿pasó algo?
Yo: No nena, todo está bien.
Maddison: Okay...Llegamos a su casa en silencio y ella me ofreció pasar a la misma, diciendo que sus padres no estaban dentro. Asentí con la cabeza y bajé del auto, la ayudé a hacerlo de igual forma y entramos a su casa, caminamos hasta la sala y ambos nos sentamos en el sillón, ella encendió el televisor y estuvimos viendo y escuchando el mismo durante algunos minutos sin establecer contacto visual o pronunciar palabra alguna.
Pero claro, ella pareció leer mi mente y saber que algo no marchaba bien, como suelen hacerlo todas las mujeres del mundo con ese sexto sentido que tienen. Entonces apagó la televisión y me miró fijamente cuando volvió a cuestionarme, tomandome desprevenido y logrando así que mis labios pronunciaran tres palabras que ella debatió enseguida.
Maddison: Alonso, ¿qué tienes? Dime de una vez, me estás poniendo nerviosa...
Yo: ¿Te gusta Alan?
Maddison: ¡Pfffffff! ¡¿Qué?! ¡No! Claro que no... ¿porque dices eso?
Yo: Bien...Y un nuevo silencio incómodo se formó entre nosotros, lleno de suspiros y nerviosismo de ambas partes. Unos segundos más tarde, ella me obligó a girar el rostro para quedar frente a frente y me besó. Como si ella supiera que era eso lo que yo necesitaba para calmar mis inseguridades, intensificó el beso, mordiendo mi labio inferior y jugueteando con mi lengua, misma que se dejaba guiar por su actuar mientras mis manos acariciaban su espalda, presionándola y acercándola más a mí.
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Quédate conmigo.... (Alonso Villalpando)
FanfictionMaddison solía vivir como toda adolescente normal lo hace en su día a día hasta que conoció a un guapo....pfff que digo guapo.... guapísimo chico de ojos turquesa y cabello castaño llamado Alonso Villalpando... Está novela ha sido escrita por petici...