Capítulo 47 "Nervioso"

21 4 0
                                    

Alonso pov

Todo comenzó con un beso apasionado, que, acompañado por caricias y suspiros entre cortados, me llevaron al borde de la locura. Tan pronto como sentí que Maddison se entregaba a mi en cuerpo y alma con aquel beso, me di cuenta de que, necesitaba sentirla mucho más cerca de mí, que mi cuerpo anhelaba al suyo y que, parar sería en vano, solo esperaba que ella realmente estuviera lista para dar el siguiente paso. 

Dudoso y realmente nervioso, me separé de aquel beso y me alejé de ella tratando así de encontrar un respiro que me devolviera la cordura y nos hiciera volver a la tierra a ambos. Pero luego de mirar aquel dejo de tristeza en su rostro por mi separación, mi corazón se detuvo y mi mente trabajó tan rápido como pudo para encontrar las palabras adecuadas para hacerle saber que yo deseaba llegar a más. 

Tomé sus manos y sin pensarlo solté las primeras palabras que cruzaron mi mente y que me ayudarían a tomar una decisión, tras ver su siguiente reacción. 

Yo: Quiero conocer tu cuarto..

Sonreí tímidamente sin dejar de mirarla suplicante, esperando no haberme equivocado. Pero luego de ver que ella se levantara tomando mis manos y comenzara a caminar hacia las escaleras, volví a tomar el valor que necesitaba para seguirla y continuar con el juego que recién habíamos comenzado. 

Justo afuera del cuarto, a punto de abrir la puerta, la detuve mientras me pegaba a su cuerpo y comencé a besar su cuello buscando la perilla de la puerta para abrirla yo mismo mientras mi otra mano se posaba sobre su viente, el cual se sumió un poco ante mi roce. Sonreí mientras miraba cómo la piel de su cuello se erizaba tras mis besos, acto seguido, me paralicé cuando ella se giró y quedó frente a frente conmigo, me miró con seriedad y algo de temor en el rostro, pero luego de unos segundos me besó. 

Pareció haber perdido el miedo entonces e indicarme que ella deseaba nuestro encuentro tanto como yo, pues incluso me dejó guiarla hasta la cama, caminando ella de espaldas y permitiéndome subirme arriba de ella sin que opusiera resistencia alguna. Con un cúmulo de besos que salían de mis labios y paraban en los suyos, que respondían con especial ahínco, mis manos se adentraron temerosas en su blusa para acariciar su vientre. 

Unos segundos más tarde, ambos nos encontrábamos besándonos y acariciándonos piel con piel, dejándonos guiar por las sensaciones de pasión y deseo que ambos poseíamos y que nos hacían disfrutar al máximos de todo lo que estaba ocurriendo. 

Minutos después, me encontraba acostado a su lado, mirándola fijamente a los ojos y sonriendo, sabiendo que ese, sería un momento digno de recordar. Pues me había entregado por vez primera en cuerpo y alma, a la chica de mis sueños, la única capaz de provocarme cientos de sensaciones con un solo roce de piel, una palabra lanzada al viento o una mirada de complicidad. 

Quédate conmigo.... (Alonso Villalpando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora