Capítulo 14

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Una hora más tarde ya íbamos camino a la playa con todo lo necesario: sillas, mantas, pelotas, baldes, trajes de baño (todos menos yo), paraguas, y lo más importante el almuerzo. Yo me había ofrecido para llevar las cosas más pesadas, a lo que Miss Peregrine se negó rotundamente

- Ya he visto tu herida Chris. Además creo que Bronwyn puede cargar más peso que tú – dijo riendo

Me dejó sin palabras

Así que con todos los elementos y en caravana llegamos hasta la playa. Era el otro lado de la isla, pero se podría decir que eran idénticas a excepción de solo una cosa: un inmenso y admirable faro en medio del mar. Era del típico color rojo y blanco, y en la punta se podía ver aún de día el inmenso foco.

La arena empezaba a invadir los pies a los osados que caminaban con los zapatos puestos. Luego de unos veinte pasos ya todos llevaban su calzado en la mano con los cordones arrastrándose por la blanca superficie. Los más pequeños iban a la cabeza del grupo saltando, corriendo...y Olive flotando. Nos asentamos entre dos inmensas piedras que daban un resguardo en caso de que el viento soplara. Pusimos las mantas, las sillas y todas las otras cosas.

- Yo creo que la mejor idea es que se mojen los pies antes de venir a almorzar – dijo Alma

Los niños se sacaron la ropa lo más rápido que pudieron y tras una estampida llegaron corriendo al agua. Me quedé mirando como todos los niños ayudaban a bajar a Olive para que pudiera tocar el agua con una sonrisa, era sin duda alguna uno de los momentos más felices que había avistado en mucho tiempo

- ¿No vas a ir a jugar con los niños? – preguntó Miss Avocet sacándome de mi ensimismamiento

- Creo que mi uniforme no es a prueba de agua – dije señalándome todo el cuerpo

Con una sonrisa de niña maliciosa Miss Avocet se acercó a uno de los canastos, sacó algo y me lo tiró. Era un traje de baño. La miré y enarqué una ceja

- Solo póntelo – dijo Miss Avocet

Con una sonrisa y lo más rápido que pude me cambié detrás de una roca. Debo decir que me estaba asustando un poco, me quedaba perfectamente bien. Era de un suave color verde, parecido al de mis ojos.

Con el uniforme doblado en uno de mis brazos y con la gorra en otro fui donde estaban las ymbrynes. Cuando llegué solo Miss Avocet se dio cuenta de mi presencia, pero obviamente no se esperaba que apareciera con el torso desnudo. Con cara de sorpresa le dio un golpe desmedido en el brazo a Miss Peregrine. Esta se dio media vuelta molesta y sobándose el brazo, pero cuando me vio su semblante cambió completamente. No se podía decir que yo tenía un cuerpo perfecto pero si lo cuidaba y creo que estaba en buena forma.

- Capitán...señor...Chris veo que el traje de baño se le ajusta perfectamente – dijo con dificultad Miss Peregrine sin dejar de mirar mi abdomen

- Eso creo – dijo Miss Avocet mirando con una sonrisa pícara a Alma

Esta vez le dio un suave golpe para que se reincorporara. Alma sacudió la cabeza y se dio media vuelta para sacar las cosas para comer. Mientras ambas terminaban de ordenar las cosas para comer yo fui corriendo, al igual que los niños, hacia el mar.

Se podría decir que el agua estaba tibia, pero estaría mintiendo. Entré corriendo hacia donde estaban chapoteando. Se me quedaron mirando incrédulos mientras me acercaba caminando.

- Eres el primer adulto en bañarse con nosotros – dijo afable Millard

- Yupi – dijo sarcásticamente Enoch

Miss Peregrine y el extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora