Capítulo 27

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- ¡Vamos Claire! – todos los presentes animan a la pequeña a terminar su primera clase de natación

- Ahora, lo que quiero que hagas no es tan difícil. Quiero que te quedes aquí flotando, yo me alejaré un par de pasos y nadarás hasta mí ¿Ok?

- Okay – somos los únicos que quedan dentro del agua, pero me había propuesto el objetivo de enseñar a nadar a Claire, y eso es justamente lo que estoy haciendo ahora – la suelto, Claire mueve sin compasión sus brazos y piernas para mantenerse sobre el agua, y me separo un par de metros

- ¿Lista? – Asiente - ¡Ahora! – empieza a patalear y a bracear como si su vida dependiera de ello.

- ¡Vamos! ¡Solo un par de metros más! – me mantengo alerta y con los brazos extendidos en caso de cualquier incidente. Alma se había sentado en el borde del lago como última opción.

- ¡Vamos Claire! ¡Tú puedes! – animan sus amigos. Miss Avocet espera junto a los demás con la cámara lista para cuando Claire completara el recorrido

- ¡Esa es mi chica! – digo cuando Claire llega, casi sin aliento pero con una sonrisa, a mis brazos

- ¡Lo hice! Gracias – dice abrazándome por el cuello

- Yo no he hecho nada. Tú lo hiciste

Ya estaba cayendo el sol cuando decidí salir del agua. A pesar de que no es totalmente helada estar mucho tiempo dentro de ella te entume poco a poco

- Toma – dice Alma estirando una toalla, después de haber envuelto a Claire con una similar

- Gracias

- Creo que ahora eres su héroe – miro hacia donde Claire le cuenta a sus amigos como logró nadar y una pequeña risa sale desde mi interior - ¿Necesitas algo?

- No, gracias. Estoy bien. Aunque un poco de calor no me vendría nada de mal

- ¡Emma! - Emma al ver que todos los que todos estaban tiritando de frío apenas salían del agua, se ofreció, voluntariamente, para acercarse uno a uno para brindarles calor

- ¿Miss P? – dice Emma cuando llega a nuestro lado

- ¿Serías tan amable de darle calor a Chris?

- Por supuesto – se acerca, frota sus manos, rodea mi cuerpo con sus brazos y se pega a él. Después de unos segundo emite un agradable calor

- Gracias – digo despegándola lentamente

Después de un tiempo de flojas pláticas y narración de recuerdos las ymbrynes deciden que ya es hora de volver. Con los canastos llenos, los niños secos y todo listo empezamos la caminata de regreso. Cuando ya estamos llegando a la casa sufro un bajón de ánimo. A pesar de haber pasado todo el día con los peculiares no estoy preparado para separarme de ellos...y de Alma aún menos.

- ¿Por qué no te quedas? – pregunta mi ser interior tratando de buscar una solución

- Tengo cita con la enfermera

- Una cita... ¿Por qué no invitas a Miss Peregrine a una cita? – es como si se hubiera encendido una bombilla en mi cerebro

Detengo la marcha y espero a Miss Avocet que está en la cola del grupo. Le hago una seña para que se separe un poco del montón

- ¿Si Chris? – pregunta cuando la privacidad es suficiente

- Necesito un favor...bueno si es que mi plan funciona

Miss Peregrine y el extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora