- ¡Vamos Claire! – todos los presentes animan a la pequeña a terminar su primera clase de natación
- Ahora, lo que quiero que hagas no es tan difícil. Quiero que te quedes aquí flotando, yo me alejaré un par de pasos y nadarás hasta mí ¿Ok?
- Okay – somos los únicos que quedan dentro del agua, pero me había propuesto el objetivo de enseñar a nadar a Claire, y eso es justamente lo que estoy haciendo ahora – la suelto, Claire mueve sin compasión sus brazos y piernas para mantenerse sobre el agua, y me separo un par de metros
- ¿Lista? – Asiente - ¡Ahora! – empieza a patalear y a bracear como si su vida dependiera de ello.
- ¡Vamos! ¡Solo un par de metros más! – me mantengo alerta y con los brazos extendidos en caso de cualquier incidente. Alma se había sentado en el borde del lago como última opción.
- ¡Vamos Claire! ¡Tú puedes! – animan sus amigos. Miss Avocet espera junto a los demás con la cámara lista para cuando Claire completara el recorrido
- ¡Esa es mi chica! – digo cuando Claire llega, casi sin aliento pero con una sonrisa, a mis brazos
- ¡Lo hice! Gracias – dice abrazándome por el cuello
- Yo no he hecho nada. Tú lo hiciste
Ya estaba cayendo el sol cuando decidí salir del agua. A pesar de que no es totalmente helada estar mucho tiempo dentro de ella te entume poco a poco
- Toma – dice Alma estirando una toalla, después de haber envuelto a Claire con una similar
- Gracias
- Creo que ahora eres su héroe – miro hacia donde Claire le cuenta a sus amigos como logró nadar y una pequeña risa sale desde mi interior - ¿Necesitas algo?
- No, gracias. Estoy bien. Aunque un poco de calor no me vendría nada de mal
- ¡Emma! - Emma al ver que todos los que todos estaban tiritando de frío apenas salían del agua, se ofreció, voluntariamente, para acercarse uno a uno para brindarles calor
- ¿Miss P? – dice Emma cuando llega a nuestro lado
- ¿Serías tan amable de darle calor a Chris?
- Por supuesto – se acerca, frota sus manos, rodea mi cuerpo con sus brazos y se pega a él. Después de unos segundo emite un agradable calor
- Gracias – digo despegándola lentamente
Después de un tiempo de flojas pláticas y narración de recuerdos las ymbrynes deciden que ya es hora de volver. Con los canastos llenos, los niños secos y todo listo empezamos la caminata de regreso. Cuando ya estamos llegando a la casa sufro un bajón de ánimo. A pesar de haber pasado todo el día con los peculiares no estoy preparado para separarme de ellos...y de Alma aún menos.
- ¿Por qué no te quedas? – pregunta mi ser interior tratando de buscar una solución
- Tengo cita con la enfermera
- Una cita... ¿Por qué no invitas a Miss Peregrine a una cita? – es como si se hubiera encendido una bombilla en mi cerebro
Detengo la marcha y espero a Miss Avocet que está en la cola del grupo. Le hago una seña para que se separe un poco del montón
- ¿Si Chris? – pregunta cuando la privacidad es suficiente
- Necesito un favor...bueno si es que mi plan funciona
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Miss Peregrine y el extraño
FanfictionMiss Peregrine la madame más querida por los peculiares habitantes de una pequeña isla... ¿Qué hubiera pasado si la historia fuera distinta?¿Si hubiera llegado un militar que hubiera descubierto que no era normal? ¿Qué pasaría si ese militar hubier...