Capítulo 24: Chris Häusser

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- ¡Por Fiona! – dijo Bronwyn desde un árbol cercano. Fiona, que estaba en la copa de uno de los pinos, y que bajó con la ayuda de las mismísimas ramas para llegar sana y salva al suelo. Caminó hasta el grupo en donde se reunían los que habían perdido

Por mi parte estaba recostado en el suelo, escondido detrás de un tronco caído. Ya varios habían sido avistados, pero para mí suerte yo no me encontraba entre ellos. Pero mi escondite era un poco difícil; el pasto me hacía cosquillas en la nariz y las hojas secas reclamaban al mínimo movimiento.

Hace solo cinco minutos todos los peculiares, y yo, estábamos decidiendo a que jugar

- ¡A quemar cosas! – gritó Emma

- ¡Juguemos con mis muñecos! – sugería Enoch

Y así sucesivamente los niños sugerían juegos que eran solo para sus únicas peculiaridades. Hasta que a Horace se le ocurrió la brillante idea de jugar a las escondidas, pero había un problema... ¿Cómo lo hacíamos con Millard? ¿Jugaba solamente cuando yo pillara? (Solo por el mero hecho de que yo era el único que lo podía ver). Además, según el mismísimo Millard me contó, Miss Avocet le había traído un par de conjuntos de lana de oveja peculiar. Lo especial de esa lana es que es invisible, al igual que Millard por lo que podía pasar completamente desapercibido. Entonces la pregunta era ¿Cómo hacemos que se vea? Habíamos pensado en ponerle ropa común y corriente, pero nadie iba con ropa extra. Así que tras una larga discusión decidimos ponerle la gorra de Enoch, desnudarle el torso y untarle un poco de bloqueador en él. Era la imagen más chistosa que había visto en años. Imagínense esto: un niño de ojos azules, rizado cabello y pecas, sin polera y embarrado en bloqueador –además de tener un par de salpicaduras en el pantalón -.

Ahora volvamos al presente, en donde me encuentro acostado de barriga en el suelo. Estoy seguro que Emma no está muy lejos hacia mi izquierda y que Jacob está escondido muy cerca de ella.

- Okay...solo me quedan tres... - dijo Bronwyn preparándose para otra ronda de búsqueda

Oí como las hojas crujían bajo sus pies muy cerca de mí. De repente, muy rápido y con un fuerte estruendo, el tronco que me escondía se elevó por sobre la cabeza de Bronwyn

- ¡Te encontré! – mis oídos latían al mismo ritmo que mi desbocado corazón

- Me es dado es susto de mi vida... - dije tratando de recuperar el aliento

- Era un buen escondite... demasiado liviano para mí – rió y siguió con su busqueda

Cuando me devolví al centro de "perdedores", unos suspiros resonaron

- ¿Qué pasa? – dije sentándome al lado de Claire

- Millard, Enoch y yo hemos apostado a que tú ibas a ser el último en ser encontrado

- ¿Enoch? ¿En serio? – dije mirándolo

- Pensé que eras más listo – dijo tratando de quitarle importancia

- ¿Y que perdimos?

- ¿Perdimos? – preguntó Millard

- Sí, perdimos. Si la apuesta era sobre mí supongo que también sufro las consecuencias ¿no?

- Por supuesto – dijo Enoch mirando a Millard y luego a Claire, ese fue el momento en que me di cuenta de que debería haber mantenido la boca cerrada– la apuesta era que si durabas hasta el último los demás tenían que tirarse el primer chapuzón

- ¿Chapuzón?

- Déjame terminar – dijo Enoch levantando su dedo índice hacia mí – y si nosotros perdíamos teníamos que tirarnos primero

- Okay... ¿Ya puedo hablar? – asintió – primero ¿en qué lugar exactamente nos vamos a dar el "chapuzón" – dije haciendo el gesto de cremillas en el aire – si estamos en medio del bosque lo suficientemente lejos para demorarse por lo menos una hora en ir a la playa?

- ¿Has escuchado hablar de los lagos, verdad? – dijo Enoch riéndose junto con los demás. Joder...tú y tu empatía "¡Si salta él salto yo..." imbécil...

- ¿Por qué tenían que apostar por mí? – grité uniéndome a sus risas – Y el lago... ¿Dónde está?

- A un par de minutos por ahí – dijo Claire apuntando un espacio entre dos pinos

- ¿Iremos todos?

- Sí, siempre es igual. Jugamos a cualquier cosa mientras Miss Peregrine prepara el almuerzo, apostamos quien o quienes van a ser los primeros, y después, luego del almuerzo, vamos hacia allá

- Ya veo... les propongo un plan... - dije frotándome las manos

Con un grito Miss Avocet avisó que el almuerzo estaba listo. Mi plan ya estaba totalmente organizado; nos habíamos repartido los papeles de actor, accionista y emboscada así que lo único que faltaba era ir al lago. Hablando de eso no me había dedicado a mirar lo mágico que parecía el claro en el que estábamos; el pasto está lo más suave que el pasto puede estar, los árboles están lo más tupidos y verdes que pueden estar y la suave brisa cerraba el perfecto ambiente con el ruido de las ramas agitándose 

Esta vez, todos ayudamos a servir el almuerzo: un trozo de pollo con ensalada. Todo estaba transcurriendo tranquilo, lo único que es extraño son nuestras miradas cómplices entre, como yo lo llamé, el grupo de "élite" y las risitas de Claire.

- ¿Pasa algo capitán Häusser? – me preguntó Miss Avocet cuando vio que Claire, Enoch y yo tratábamos de ocultar la risa

- Para nada Miss Avocet, -me aclaré la garganta - solo nos estábamos riendo de un intento fallido de hace un rato por parte de Enoch de revivir una hormiga

- Era demasiado pequeña – dijo Millard apoyándome

- Eso espero... – creo que Miss Avocet nos descubrió

Luego de un rato de descanso, y de una exhaustiva vigilancia de todos los peculiares y AMBAS ymbrynes hacia nosotros, Alma preguntó:

- ¿Qué les parece si empezamos a caminar hacia el lago? – gritos de celebración – Ah...y Chris espero que se haya enterado lo serios que son los juegos antes del almuerzo, ¿Alguien le mencionó las apuestas?

- ¿Esas en que las ymbrynes no participan? – terminé con una mirada seria y juguetona a la vez. Todos los niños se giraron hacia Alma con cara de sorpresa

- ¿Estás queriendo insinuar algo Chris? – todas las miradas se dirigieron hacia mí - ¿Estás queriendo decir que somos...cobardes? – les miradas iban rápidamente entre Alma, Miss Avocet y yo

- Puede ser...

- Bien...entonces ya veremos quién es el cobarde – creo que fui demasiado lejos. Se me había olvidado por completo que estas mujeres tienen mucha más inteligencia y astucia que yo... ¿Tienes miedo?...Claro que no...mmm... quizás un poco

Nos levantamos y ayudamos a ordenar las cosas. De repente una mano se afirmó de mi brazo y me arrastró hacia una orilla del claro

- ¿¡Qué estás haciendo?! ¿¡Acaso quieres arruinar el plan?! – dijo Enoch entre pequeños gritos y susurros

- No, pero ahora debemos ejecutar el plan antes

- ¿Cuándo?

- Solo espera la señal...

Me devolví hacia el grupo para seguir ordenando las pocas cosas que aún no estaban guardadas en los canastos. Espero no haber arruinado el plan


Este capítulo está completamente dedicado a @Sofia2424 por el apoyo incondicional que me ha brindado. Sé que no es la única, por eso trataré de reconocerlos a cada uno de ustedes. 

*Este capítulo lo subí antes ya que el anterior era cortito

Espero que lo disfruten

Miss Peregrine y el extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora