Capítulo 40

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- Mayor... mayor – escucho en la lejanía – es un sueño...pero no hay tiempo para dormir, necesitamos trabajar duro para poder alcanzar la meta

Abro los ojos y me encuentro con el rostro de Portman cubierto de tierra y con el abollado casco

- Bienvenido nuevamente mayor

- ¿De nuevo esto? – digo apretando la tierra que está bajo mis manos

- Será mejor que se vaya acostumbrando, este será el entrenamiento más duro y extraño que recibirá en toda su vida

- ¿Más extremo que el de las fuerzas especiales?

- ¿Estuvo en las fuerzas especiales?

- Por un tiempo...

- Entonces va a ser un poco más intenso que ese – me uní a las fuerzas especiales el 18 de marzo de 1939, necesitaban a personas que fueran capaces de resistir escenarios extremos y que dominaran uno o dos idiomas aparte del nativo. Operábamos detrás de las líneas soviéticas con ropa de civiles o con uniformes del enemigo. Nuestra primera misión fue el 10 de mayo de 1940, cuando comenzó el ataque a Francia y a los Países bajos. Ese día todo nuestro destacamento se vistió con uniformes de la policía militar holandesa. Tras una hora de misión pudimos tomar sin ningún accidente el puente Gennep sobre la Mosa, impidiendo la demolición de este y su posterior uso como paso para los tanques. Se puede pensar que como la misión fue tan exitosa el cuerpo seguiría con todos sus miembros hasta el siguiente objetivo, pero por decisiones del alto mando un grupo debía quedarse a defender, entro los elegidos me encontraba yo. Pero mi estadía no fue larga, luego de unas cuantas semanas pidieron fuerzas para Francia y de nuevo me vi en un escenario activo, en donde las balas no eran nada comparadas con los proyectiles de los morteros.

- Cree que nunca me voy a acostumbrar a tener estas "habilidades"

- Es un largo camino, pero créeme algún día lo harás – me ofrece la mano y me levanto, del ya conocido, humeante cráter – primero creo que deberías conocer a tus enemigos

- Creo que soy capaz de diferenciar un uniforme aliado de uno enemigo

- Y no lo dudo, pero esta vez estás en la guerra de lo peculiar las armas son casi un juguete. Mira al frente

Cuando miro veo a una distante figura oscura, que a medida que se acerca su forma se hace cada vez más irregular

- Recuerda, ahora no te puede hacer daño pero en la vida real sí – Portman da un paso hacia atrás

Pongo mi mano como visera y puedo ver que la figura ya no es solo un cuerpo central

- Son... ¿tentáculos?

- Sigue mirando

Una bestia, es imposible llamarla de otra manera, viene en nuestra dirección con mínimo cuatro tentáculos agitándose furiosamente en el aire.

- ¿Qué es eso? – digo sin despegar los ojos de la oscura masa

- Eso es un hueco

- ¡¿Y qué estamos esperando?! ¡¿Qué nos mate?!

- Es un sueño mayor, usted lo puede controlar todo

Le quedan solo un par de metros para alcanzarnos. Me concentro en la bestia y trato de que se detenga.

- Buena elección. Ahora ven – dice Portman mientras camina hacia el "animal"

- ¡Puaj! ¿Qué es ese olor?

- Ese es el olor de la mucosa que cubre su cuerpo – tapo mi nariz y me sigo acercando – concéntrate y trata de que habrá su mandíbula

- ¿Se quedará igual de quieto cuando lo haga?

- Si te concentras en ello sí – fijo mi vista en su mandíbula y esta se abre

- Perfecto...ahora quiero que te acerques – lo hago – si te das cuenta es más grande y por lo tanto más fuerte ¿No quieres acercarte más?

- El olor es repugnante

- Lo sé, pero créeme te acostumbrarás

Cuando me acerco logro dimensionar el tamaño de la oscura bola, debe pasarme por lo menos por una cabeza,la cual está rapada y tiene unos oscuros ojos, tiene fuertes tentáculos, una capa de mucosa que cubre su oscura piel y unos gigantescos dientes afilados en su mandíbula...adorable

- Suficiente por hoy

- Espera, tengo pregun...

- ¡Chris! – abro los ojos y me encuentre con múltiples rostros mirándome desde lo alto - ¿estás bien?

- Apuesto que fueron los panqueques – dice Millard

- ¿Qué pasó? ¿Por qué tienen cara de preocupación?

- ¿Por qué? – Alma me mira con el entrecejo fruncido – pensamos que tenías convulsiones, no dejabas de moverte ¿Tienes pesadillas?

- S...sí...solo fue un sueño. Estoy bien

- Te dije que era eso - escucho susurrar a Enoch

Los niños y Miss Avocet se dispersan, pero Alma sigue mirándome con el ceño fruncido

- ¿Seguro que estás bien? ¿No quieres hablar de ello?

- ¡No!...o sea... son solo recuerdos de Francia. Créeme que estoy bien – Alma asiente y deja un beso en mi frente

- Si en algún momento quieres hablar de ello solo búscame ¿sí?

- Por supuesto. Ahora ven – Alma se vuelve a acomodar en mi pecho y suelta un gran suspiro

¿Qué me traerá el siguiente sueño? 

Miss Peregrine y el extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora