Capítulo 39

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Acostado de espaldas en el pasto oigo los suspiros de los niño, que hace no menos de una hora libraron una batalla de harina y comieron, hasta que no pudieron más, un sin número de panqueques rellenos de manjar.

- Juro que no como nunca más – dice Horace casi en un susurro

- No deberías si quieres volver a entrar en tus preciados trajes – dice Hugh sin el usual zumbido de sus abejas

- Hey Hugh, ¿Qué le pasó a tus abejas? – pregunta Bronwyn

- Comieron demasiados panqueques, ahora ni siquiera son capaces de batir las alas

- Pensé que solo comían néctar y polen... – dice Fiona

- Al principio sí, pero después se pusieron más exquisitas. Bueno...cosas de abejas

El ruido de la conversación da paso al del vaivén de los árboles, la agitación de las hojas y uno que otro canto de pájaro. Cierro los ojos y ensancho mis pulmones en una gran inhalación y suelto el aire junto con todas las preocupaciones que amenazan con arruinarme el día.

- ¿Está ocupado el lugar? – abro los ojos y la mujer más bella del mundo me mira con una media sonrisa

- Por supuesto que no – se sienta a mi lado y abraza sus piernas - ¿Qué estás haciendo?

- ¿Sentándome? - pongo mis manos en su cintura y tiro hacia mí. Cae sobre mi pecho y mira preocupada alrededor - ¿Crees que no se han dado cuenta? Cuando veníamos saliendo de la casa Horace me preguntó cuándo iba a tomarme las medidas para hacerme el traje de bodas – pone sus ojos como plato – Y eso no es todo, Claire me preguntó cuándo iba a "agrandarse" la familia. Creo que son un poco más astutos de lo que crees

- Pero... ¿Cómo?

- ¿Cómo?...quiero que mires disimuladamente a tu alrededor – giró la cabeza de un tirón – parece que no sabes lo que significa disimuladamente... - cuando giro la cabeza hacia los chicos me encuentro con todos sus ojos puestos en nosotros con sonrisas. Cuando paso la vista hacia Enoch, este levanta las cejas un par de veces – Como ves...no son tontos

- Yo pensaba que había sido meticulosa

- ¿Una cita es meticulosa?

- Me refiero a antes de la cita

- Puede ser que en ese entonces no hayan sospechado nada, pero ahora lo saben todo... y eso significa que ahora puedo abrazarte en cualquier momento y en cualquier lugar –tomo su cara con ambas manos y beso su mejilla – espero que no te moleste

Forma una sonrisa y se acuesta en mi pecho. Entrelazo mis dedos en su pelo y vuelvo a cerrar los ojos.

Miss Peregrine y el extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora