Capítulo 51

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- Alma... - digo desde la puerta – no...es... - comienzo a dar pasos lentos hacia ella

- No te acerques – dice apuntándome con el índice, con los dientes apretados y lágrimas bajando por sus mejillas. Me detengo en seco

Mi primer impulso al ver sus lágrimas es abrazarla. Me parte el corazón ver cómo trata de dejar de llorar, de ver como cierra los ojos y deja el documento en su lugar

- Alma... - su barbilla tiembla, pero no abre los ojos – Te oculté algo, es verdad, pero tienes que ponerte en mi posición...

- ¿En tú posición? Eres un estúpido...sabía que no tenía que pasar esto

- No digas eso – digo acercándome – por favor

- ¿Sabes algo? Fue mi culpa, yo me dejé llevar por ti, por tu personalidad... por tu todo – dice con las manos crispadas hacia mí – pero no te preocupes no volverá a pasar – abre los ojos y me clava su mirada cargada con una mezcla de decepción y odio, de esa que no se puede expresar en palabras

- ¿Crees que fue muy fácil saber que en algún momento todo se haría pedazos? – sé que eso la hizo entrar en razón por la forma en que su entrecejo se relajó

- ¿Hace cuánto tiempo lo sabías Chris?

- Hace cerca de una semana

- ¿Y en ningún momento de toda esa semana no se te ocurrió contarme no una sola vez?

- No quería, porque sé lo que pasa cuando lo saben. Mira... sé que no puedo retenerte, pero creo que deberías saber que sin importar lo que pase, desde el momento en que atravieses esa puerta, no va a haber ni un solo maldito segundo en que no esté pensando en ti – agacha la cabeza con los ojos llorosos – porque nunca había sentido algo así por alguien, porque para mí es real. Cada vez que cierro los ojos lo primero que veo es tu rostro. Este corto tiempo ha sido más fácil porque tú estás aquí, porque los chicos están aquí – a pesar de que tenga la cabeza gacha puedo ver cómo lucha para no derramar lágrimas sin éxito

- Por favor detente – dice con la voz entrecortada

- No puedo, es algo que me había estado guardando por mucho tiempo. Créeme que no ha pasado un día en que no me pregunte porqué tenía que haber guerra, pero luego me acuerdo de que me llevó a conocerte y por un lado estoy feliz por ello, pero el otro me recuerda que con la misma rapidez con que me trajo hasta ti ahora me separa – tomo su rostro con mis manos y limpio sus lágrimas con mis pulgares – aproveché cada día al máximo, sabiendo que cualquiera podría ser el último – una nueva lágrima resbala por su mejilla

- Pero nos traicionaste – dice sacándose mis manos del rostro sin dejar de mirarme. Da un paso al costado y camina hacia la puerta. Yo la sigo con la vista mientras un dolor en el pecho se hace cada vez más intenso. Rodea la manilla con su mano y tira. Antes de salir se gira:

- ¿En ningún momento pensaste en que te podías quedar con nosotros?...- Noto un horrible nudo en la garganta que no me deja abrir la boca – No te molestes en volver – cierra la puerta y el sonido queda retumbando en la habitación

Un "Te amo" me queda en la garganta 

Miss Peregrine y el extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora