Miss Peregrine y el extraño

Capítulo 44

- Ya sé, ya sé... - respondo con resignación a los gritos de Portman. Cuando abro los ojos me encuentro con el familiar escenario. Todo sigue exactamente igual; el humo, los cráteres, el frío...todo - ¿Qué horrorosa criatura conoceremos hoy? – pregunto mientras me sacudo la tierra

- Por el momento seguiremos con la misma, porque es la única que hay

- No sé si sentir alivio o preocupación – caminamos sin rumbo por un rato. Portman mira pensativo el suelo

- ¿Cómo tomaste la noticia de tu partida? – me detengo y él se detiene junto a mí

- ¿Cómo sabes eso? – suspira y se lleva las manos a su rostro

- Creo que es tiempo de decirte quién soy – se pasa las manos por la suciedad del rostro, dejando al descubierto sus rasgos – soy Abe Portman, el abuelo de Jacob – con la impresión mis ojos se abrieron hasta que no daban más

- O sea que tú...tú

- Conozco a todos los chicos, y también a Miss Peregrine. Creo que tenemos de muchas cosas de que hablar – se sienta en el suelo y me mira. Caigo con todo mi peso al suelo aún con la mandíbula abierta. Trago saliva y cierro la boca - tú eres un original, yo soy un peculiar, pero por algún motivo tus poderes me llamaron. Lo que ves ahora – dice apuntándose – no es más que la proyección de tus poderes.

La confesión se sintió como un balde de agua fría. Desde hace tiempo que estaba conviviendo con alguien que conocía a todos los del bucle más que yo. Trato de ordenar todas las preguntas que afloran en mi mente

- Si eres un peculiar y estás muerto ¿Cómo sabes lo del ascenso?

- Esas, mi amigo, son los rasgos desconocidos de tu faceta de original. Es como si yo fuera tu conciencia

Además de curar heridas y ver cosas invisibles podía hablar con los muertos. Miro como Abe pierde su vista en la lejanía

- Es un gran chico, lo sabes ¿no? – se gira hacia mí con una sonrisa ladeada y los ojos brillantes

- Lo único que quería era que tuviera una vida normal – se gira nuevamente y suelta un suspiro

- Yo creo que él está donde quiere estar. Alma me contó que te extraña y que al saber que tú fuiste parte de esa familia, se siente a gusto, como si encajara. No hiciste nada malo, solo trataste de darle lo mejor. Y estoy seguro que te lo agradece cada día

Nos quedamos un rato en silencio. Si alguien me preguntara si estoy arrepentido de haber encontrado el bucle mi respuesta sería un rotundo "no". Agradezco cada día que ha pasado desde entonces y las personas que he conocido. Son la familia que siempre quise.

- ¿Ahora es el momento en que hago las preguntas más descabelladas? – se vuelve a mirarme. Ya no hay ojos brillantes, solo unos opacos ojos que me miran con tristeza

- Hay algo más que tienes que saber. – lo miro con extrañeza – Ese monstruo que viste ayer, no es solo eso, es mucho más. ¿Miss Peregrine te ha contado de los wights?

- ¿Los qué?

- Tomaré eso como un no. Déjame explicarlo en tu campo. Tú eres alemán y estás en guerra con Inglaterra ¿no es así? – asiento – imagina que los peculiares son alemanes y que los wights son ingleses. Son uno de los gatillantes de que los peculiares vivan en bucles.

- ¿Tienen tentáculos?

- No, de hecho pasan desapercibidos en un entorno humano. Lo único que los diferencia es que no tienen pupilas