Todos se apartaban de la trayectoria del apuesto chico dejando un camino recto libre hasta una moto de carrera en negra. El chico encendió un cigarro y se montó para luego alejarse con un fuerte rugido y dejando una sensación de envidia y admiración en muchos de los chicos que estaban allí. Todos sabían quién era él, aunque nadie sería tan insensato como para decir su nombre y acusarle de absolutamente nada.
El conserje se levantó del suelo furibundo a la par que no paraba de mascullar improperios. Todos los jóvenes lo miraban, algunos divertidos y otros molestos, admirando al joven que había tumbado a ese hombre. Tres profesores se acercaban corriendo en la distancia. Todo volvió a la normalidad en cuestión de segundos, pero para una chica todo aquello parecía demasiado irreal. Respira, se dijo a sí misma aquella joven que no paraba de tocarse el cabello nerviosa.
-¡Ha venido para saber cómo te llamas! -casi gritó Paloma detrás de ella- ¿Que puede ser más romántico? Joder, que envidia me das. ¡Cuando empieces a salir con él exijo que me presentes a sus amigos! No me lo creo...¡¡guau, vamos a salir con los chicos más populares de la ciudad!! -chillo casi todo a la vez.
-Para, para, Paloma no exageres.
-¿Exagerar? Ahora mismo eres la envidia de todo el instituto. Ese chico se ha fijado en ti, y no cualquier chico, ¡Es David! -chilló emocionada.
-No chilles.-riñó Eva.
-¡¿Que no chille?! ¡¿Pero tienes idea de todo lo que eso acarrea?! ¡Joder, que guay, voy a conocer a un montón de chicos guapos!.
Eva resopló mientras Verónica seguía conteniendo el aliento. Aquel chico tan guapo se había arriesgado a volver solamente para saber su nombre. Se estremeció de placer sin poder evitarlo al mismo tiempo que se enterneció, pero, más allá de todo eso, se asustó.
-Paloma para ahora mismo, no desvaríes. Estoy totalmente segura de que aunque David se haya fijado en ella, Verónica no será tan estúpida como para salir con él. Esa clase de tío no conviene a nadie. Solo van a lo que van. Ya lo hablamos antes-añadió mirando a una Verónica con ojos emocionados y mirada perdida.- ¿Vero?
-Se ha enamorado.-sentenció Paloma chasqueando los dedos delante de la cara de la chica y haciéndola volver a la realidad.
No obstante, el amor puede encontrarse en cualquier parte, y eso era algo que Verónica tenía demasiado claro.
-No puede enamorarse así. Es enamoradiza, sólo se ha encaprichado con él. Vámonos, estamos dando el espectáculo.
Eva cogió a la chica castaña de la mano y la obligó a salir de allí ante la mirada de casi todos los presentes. Verónica era una chica que normalmente llamaba la atención sin pretenderlo, pero lo hacía aún más en ese día en el que aquel chico se había fijado en ella. Y todos los jóvenes sabían quién era ese chico. Caminaron calladas, lo cual era extraño en ellas. Vivían en la misma barriada así que podían irse juntas andando a casa. Las mañanas en las que llovían los padres de las chicas se turnaban para llevarlas al instituto. La calle estaba llena de jóvenes que volvían a sus hogares con las mochilas en las espaldas, cansados de haber pasado seis horas en el instituto. Verónica agachó la cabeza, tapándose más con la bufanda en gris oscuro que se había colocado en el cuello. No podía dejar de pensar en los escalofríos que le habían producido la mirada del chico. Fue como si todo su mundo hubiese dejado de existir. Agradeció cuando sus amigas dejaron de hablar del tema haría unos tres minutos y se sintió aún más agradecida cuando caminaron en silencio y pudo centrarse en sus pensamientos. ¿Era cierto que aquel chico se había fijado en ella? La simple idea de que aquello pudiese ser posible la ruborizó, aunque aquella vocecita en su cabeza le hizo volver a la tierra diciéndole que ese tal David no sabía absolutamente nada de ella y por lo cual, era imposible que se hubiese fijado en una chica que no llamaba la atención ni era popular. Aquella vocecita interior le produjo una inmensa tristeza. La voz de Paloma le hizo salir de su embelesamiento.
-¿Vosotras habéis hecho ya el examen de historia?
-No, lo hacemos mañana.
-Mierda.-contestó Verónica. Se había olvidado por completo del examen.
Ambas chicas miraron a la joven que se había llevado una mano a la cabeza mientras atravesaban una amplia explanada de tierra para acortar el camino. Intentaban evitar ese atajo por las mañanas porque siempre había grupos de chicos drogándose que habían pasado allí la noche en lugar de volver a sus casas. En cambio, a esa hora no solía haber mucha gente por allí y aquel camino les ahorraría unos diez minutos de caminata.
-Es muy típico en ti que se te olviden las cosas. Siempre estás en tu mundo.-comentó Eva.
-Gracias por la parte que me toca.-respondió con asquío y dirigiéndole una mirada asesina.
-Bueno, pues a lo que iba.-prosiguió Paloma, para la que era lo más normal del mundo estudiar el día antes del examen.- Pregunté a la clase de 1C que ya lo han hecho y me han dicho que les ha caído Fernando VII.
Una chispa de alegría surcó el corazón de Verónica.
-Luego pregunté a los de 1B y me dijeron que les cayó el reinado de Isabel II.-prosiguió la chica.
-¡Aish, que alegría!-dijo Verónica echándose a sus brazos y abrazándola.
Eva frunció el ceño y movió la cabeza en señal de negación, exasperada.
-El día en el que al profesor le dé por poner dos veces el mismo examen vais a enteraros.
Las dos interpeladas la miraron con recelo.
-No digas eso, nunca ha preguntado en dos clases distintas lo mismo. Siempre cambia el modelo de examen...-A Paloma se le iluminaron los ojos al darse cuenta de lo que dijo a continuación.- ¡Así que tan sólo tenemos que estudiarnos unas ocho páginas porque sólo pueden caernos dos preguntas a desarrollar!
Los ojos de Verónica brillaban alegres. Se había quitado un gran peso de encima al enterarse de que no le iba a caer ni el reinado de Isabel II ni el de Fernando VII. Respiró profundamente aliviada.
-Ósea, que sólo nos puede entrar o bien el Sexenio Democrático o la Restauración.-comentó feliz.
-Así es.
Paloma unió su alegría a la suya.
-Veréis como cambie y ponga uno de los dos que ya ha puesto en otras clases.-repitió Eva.
Paloma rio.
-Admite que te da coraje que tú te lo sepas ya todo desde hace una semana. Has perdido el tiempo estudiando como una tonta.-le sonrió con malicia.
-Para mí estudiar no es perder el tiempo. Es culturizarme.
-Inútilmente.-rebatió la chica.- ¿Para qué vas a estudiar si puedes copiarte?
Eva la miró con desdén e iba a reprocharle cuando Verónica se colocó en el medio.
-Parad las dos ya.-sonrió suavemente, divertida.- Siempre estáis igual.
Ambas chicas le sonrieron ante su dulzura.
-Verónica.-la llamó una voz a las espaldas.
Las tres chicas se volvieron, interesadas. Su interés desapareció al ver a un chico regordete y con gafas detrás de ellas. Ninguna sabían el esfuerzo que le había costado a aquel tímido joven pronunciar aquel nombre en voz alta.
-Hola Rubén.-saludó la chica de ojos azules oscuros.
Muchas gracias por leerme, ¿qué os ha parecido?
Instagram: itssarahmey
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Ciudad de niebla© |TERMINADA| (1)
Teen FictionHISTORIA COMPLETA. Primera parte de la saga ciudades. #1 en amar desde el 19/01/2019 hasta el 18/12/2019 #1 en riesgo desde el 20/12/19 al 05/02/20 #1 en narcotrafico 10/07/2019 #1 en chicosmalos 5/10/2019 Italiano de ojos grises y cabello oscuro...