Capitulo 70

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 Ella se mordió los labios, sin creer que todo aquello que le había ocurrido en cuestión de dos semanas.

-Aún tienes que contarme muchas cosas. ¿Qué pasó esa noche? ¿Y qué hacías ahí?

David miró la cama y se acercó a ella, indicándole de nuevo que la siguiese.

-Después de verte.-y dicho eso la miró de forma jactanciosa elevando su perfecta barbilla y añadió.- y de hacer que te murieses por un beso -y luego le sonrió. Y joder, que sonrisa.- Me dirigí al museo a controlar un robo. Era algo complicado desde un principio, pero una vez que logramos atar cabos, resultaba ser mucho más fácil si todo el equipo colaboraba y cumplía su función sin contratiempos.

Verónica lo interrumpió, poniéndole un dedo en los labios e indicándole silencio.

-¿Quién es todo el equipo?

Él besó su dedo, como quien pide permiso para hablar, con dulzura. Verónica sintió como todas las mariposas en el estómago volvían a la vida, alterando todo su ser. Lo observó mientras cogía aire por la nariz, y lo soltaba por la boca, mordiéndose el labio en un atractivo gesto.

-Eramos dos equipos en concreto. Yo trabajo para Maek.-y a modo de explicación le hizo una pequeña aclaración quitándole hierro al asunto.- Ya sabes, el hombre malo que me pegó mi primera paliza a los cinco años y que luego mi hermano acabó trabajando para él aunque probablemente él fuese quien había provocado el incendio que mató a mis padres. Bueno, pues Maek, a su vez, trabaja para un hombre al que llamamos el Zorro.

Verónica volvió a intentar hablar y David se dio cuenta y guardó silencio. A una parte de él le hizo gracia la cara de tonta que se le había quedado al escuchar su explicación sobre Maek. La otra, la respeto lo suficiente para no hacer ningún comentario al respecto en aquel momento.

-¿Se hace llamar como el justifiero de las películas?

Él le sonrió.

-Curioso ¿verdad?

Ella asintió y lo observó, expectante y empapándose de nuevo de cada palabra como si le fuese la vida en ello.

-¿Sabes quien es ese hombre? Me refiero, Maek es un nombre, pero el Zorro... es un mote, un alias, no es real. ¿Sabes algo de él?

David le dirigió una mirada de pena, aunque trató de disimularla en seguida, fue tarde.

-La última persona que intentó averiguar algo de él acabó peor que muerto.

Y entonces Verónica se dio cuenta de que aquella persona había sido importante para David.

-¿Te refieres a Jeremie?

Él la observó con los ojos salidos de sus órbitas. Aquello le había pillado totalmente por sorpresa. Era imposible que ella supiese nada sobre su amigo. Ni tan siquiera se lo había mencionado. La vio arrepentirse de decir aquellas palabras nada mas salir de sus labios. La chica alejó la mirada y agarró la manta de su cama, apretándola contra sus dedos. Siempre que se ponía nerviosa por decir algo incorrecto tenía la costumbre de apretar los puños, y si había algo dentro de ellos, mejor que mejor. Sintió la tela retorcerse bajo su piel, y solo entonces, volvió a mirar a David, quien estaba totalmente turbado.

-¿Cómo puedes saber eso?

Ella le agarró una mano, dándole fuerzas.

-Te oí decir su nombre en sueños.- y luego rapidamente añadió, como si le fuese la vida en eso.- Pero no quiero forzarte a decirme nada sobre eso. Sígueme contando lo del robo por favor. Has dicho que había dos grupos que trabajaban para ese tal Zorro. Uno era el tuyo, el de Maek, ¿y el otro?

Ciudad de niebla© |TERMINADA| (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora