Capítulo 39

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 El timbre sonó al tiempo que Verónica dejaba la cuchara en la mesa y se levantaba para ir a abrir. Estaba desayunando un cuenco de Special K con leche y con trocitos de chocolate que ella misma se había preparado. Abrió la puerta y se encontró con Paloma con los ojos llorosos.

-¿Que te pasa?-le preguntó sin darle tiempo a invitarla a pasar porque la chica entró por su propio pie sin ser invitada.

-Darren me ha dicho que estoy gorda y que debería de adelgazar.-le dijo con ojos vidriosos.

Verónica se llevó una mano a la boca, asombrada y enfadada al mismo tiempo.

-¿Qué te ha dicho qué? ¡Venga ya Paloma, si tu estás gorda yo soy una vaca!

Paloma puso los ojos en blanco y se sentó en el sofá de la sala de estar de la chica.

-Tú estás mas delgada que yo.-se quejó.- Tal vez debería de dejar de comer.

-¡Venga ya! Pero si estás genial...no le hagas caso. ¿Por qué te dijo eso?

El timbre volvió a sonar y Verónica miró el reloj. A las dos debía de ir a recoger a su hermano al colegio.

-¿No has ido a clase?-le preguntó a Paloma mientras se levantaba a abrir.

Una parte de ella deseaba que fuese David quien llamase, pero no pudo evitar sorprenderse al ver a Eva en la puerta de su casa. Parecía preocupada y abrazó a Verónica nada más verla.

-Ha faltado la profesora de última hora y nos han dejado marcharnos antes. ¿Cómo está tu padre? Me he enterado en el instituto. ¿Está bien?

Verónica abrazó a Eva con todas sus fuerzas. La había perdonado por fin.

-Está bien. Está en el hospital y mi madre está con él. Tiene algunos puntos en la cabeza pero el médico dice que se pondrá bien.

-Oh, no sabes cuánto me alegro. ¿Cómo sucedió?

Verónica la invitó a pasar justo al tiempo que Paloma chillaba desde la sala de estar.

-¿Quién era?

Tal vez con la esperanza de que fuese algún chico guapo.

Verónica y Eva entraron al unísono en la habitación y ambas pudieron ver la cara de decepción de Paloma.

-Oh, eres tú.-comentó de malas pulgas.

-Sí, soy yo.-respondió con algo de asquío Eva, justo antes de percatarse de que tenía los ojos vidriosos.- ¿Qué te pasa?

Paloma giró la cara, sin querer hablar del tema.

-Darren, el chico con el que quedó ayer, le dijo que está gorda.

Eva abrió la boca de par en par.

-¿Pero bueno y ese tío de que va?

-A mí también me parece increíble que le haya dicho eso.-respondió Verónica mientras le hacía señas a Eva para que se sentase.

-El cuerpo de una mujer no es más o menos bello por su peso, hay cuerpos con sobrepeso que son preciosos y hay cuerpos sumamente delgados por naturaleza que también lo son. Todas las mujeres son válidas y hermosas, y nadie puede hacerlas sentir que no lo son o que hay algo malo en ellas. ¿De verdad quieres estar con alguien así?

-Ay Eva, no empieces a darme la vara con tus frases hechas. Siempre es lo mismo contigo.-se defendió Paloma creyendo que Eva la estaba atacando.

-No son frases hechas, son verdades en las que creo plenamente. No hay nadie perfecto y al igual que nosotras tenemos nuestros defectos e inseguridades ellos también las tienen. No dejes que nadie juzgue tu cuerpo. Quiérete como eres y acéptate porque eres jodidamente única y perfecta como eres. Habrá etapas en las que estés con más grasa o con menos, eso da igual, lo que importa es el interior y el peso se pierde en cuanto que la persona que sea se lo proponga. Además que la sociedad nos tiene muy mal acostumbrada a sólo un canon de belleza.

Verónica se mantuvo callada pensando si David tendría inseguridades.

-Tienes toda la razón Eva. Lo que hace sexy a una mujer es su seguridad, y la seguridad viene a través del amor propio y el respeto hacia uno mismo.

Eva y Verónica se miraron, con esa mirada cómplice que habían mantenido desde hacía años.

-Exactamente. Cada persona tiene su propia belleza, su propio prototipo de belleza, pero ese no es el único. Todos somos hermosos. Hay una frase que me encanta y es la de sé tu propio tipo de belleza. Tendrías que aplicártela.

Paloma volvió a poner los ojos en blanco y se hizo una bola en el sofá, con las manos entre las rodillas mientras miraba a ambas chicas.

-A Darren le gustan mas delgadas.-dijo tan sólo.

-Darren es un completo imbécil.-apuntó Verónica.

-No lo conocéis. Ninguna de las dos lo conoce. Es un auténtico encanto.

Eva puso los ojos en blanco y la dejó como cosa perdida a la par que miraba inquisitiva a Verónica.

-¿Ha pasado algo más con David?

Verónica tragó saliva, nerviosa.

-Eso también quiero saberlo yo.-corroboró Paloma acercándose con interés a las otras chicas.

-Tengo que ir a recoger a mi hermano...

-¡Venga ya! ¡Cuéntanoslo! ¡Te lo has tirado ya!- se emocionó Paloma.

Eva se mantuvo callada, esperando la respuesta de Verónica.

-No...pero creo que es mi novio.

Novio. Que formal sonaba esa palabra y que rara se sintió al pronunciarla. Ambas chicas lanzaron un grito ahogado.

-¿Crees?

-Creo que va en serio conmigo. Bueno, no, estoy segura de que va en serio conmigo. Y yo con él. Pero se que no ha tenido una vida fácil y que es ....difícil.-miró a sus amigas buscando comprensión pero tan sólo se encontró con la mirada seria de Eva.

-¿Estás segura de dónde te estas metiendo?

-Puede que en la boca del lobo, pero aún así quiero intentarlo.

-Hay bocas de lobo que vale la pena visitar-añadió Paloma.

Eva apretó los labios.

-Me gustaría hablar con él.

Aquello pilló tanto a Verónica como a Paloma por sorpresa.

-¿Tú? ¿Para qué?-preguntó Verónica.

-Hay posibilidades de que sea para castrarlo.-dejó caer Paloma, a quien ya parecía habérsele pasado lo de Darren.

Para otra sorpresa de ambas, Eva se echó a reir.

-¿Tan mala fama tengo?

Sus amigas se unieron a sus risas en la sala de estar de Verónica. El televisor estaba colocado en frente de las tres, justo al lado de una estantería con libros y una radio que Pedro ponía alguna que otra noche para bailar con Violeta mientras Víctor sacaba a bailar a Verónica.

-Es solo que me gustaría conocer un poco más a ese chico. Tal vez lo haya juzgado demasiado.-comentó.

Verónica la abrazó y le dio las gracias aún en su hombro. Eva era una auténtica amiga, aunque no creyese que aquella relación pudiese dar frutos, pero siempre estaba ahí para apoyarla.

Gracias por leerme chic@s! ¿Os ha gustado? Muchos besos!

Instagram: itssarahmey

Ciudad de niebla© |TERMINADA| (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora