Capítulo 8

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 Luego sólo sintió como la tiraban fuertemente contra el suelo. Un fuerte dolor acudió a su muñeca. No le dio tiempo a incorporarse al tiempo que veía al chico avanzar hacia ella mirándola con una mirada asesina. Una puerta de un Peugeot abandonado se abrió de par en par.

-¡Te vas a enterar!-le dijo levantando la mano.

-Como la toques te mato.-dijo una voz totalmente tranquila.

La mano del joven se detuvo en el aire al tiempo que miraba con gran temor al portador de la voz. Una voz que a la joven le sonó demasiado familiar, y muchísimo más teniendo en cuenta que tan sólo la había escuchado una vez. Un nombre invadió su mente, como el crepúsculo invade a la oscuridad.

David.

-Lo siento...no pretendía hacerle daño.-murmuró asustado el joven rubio, que ahora había retrocedido y miraba aterrorizado al chico de ojos grises y cabellera castaña.

Verónica se le quedó mirando. ¿Cómo podía ser tan imponente y enigmático a la vez? David se acercó a él y lo tumbó al suelo de un puñetazo. Era violento, tal vez demasiado para agradar a la dulce chica que se encontraba en el suelo mirándolo embelesada. Sí, era violento, pero había algo en él que no había en ningún otro joven. Algo tan inexorable y fresco que lograba cautivar totalmente a la dulce chica.

-Luego ajustaremos cuentas tú y yo.- hubo un matiz amenazador en la voz del chico que hizo que el otro joven quisiese que se lo comiese la tierra.

Para Verónica el tiempo se había detenido de nuevo. Todo pasaba como si se tratase de una película en cámara lenta. Aún seguía en el suelo, así que tan sólo se echó hacia atrás protegiéndose cuando David se acercó a ella, haciendo que temblase al tiempo que profería un grito ahogado por el miedo.

Una suave risa seguida por un sonido gutural hicieron que la joven volviese a mirar hacia arriba y dejase de taparse y protegerse con las manos.

-Es la segunda vez que te escucho dar ese gritito asustada en el poco tiempo que nos conocemos. Pareces una gatita.

La chica se quedó mirando al joven que bromeaba y le había tendido una mano de finos y fuertes dedos. Había hablado con tanta seguridad y prepotencia que la joven no supo si coger o no su mano.


Os dedico este capitulo que sé que es muy pequeñito pero a cambio subo uno más hoy. Un beso y me gustaría saber vuestra opinión. 

Instagram: itssarahmey

Ciudad de niebla© |TERMINADA| (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora