Capítulo 31

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El concierto transcurrió tranquilo. Zayn estuvo fantástico y al final subió Gigi al escenario con él ante los gritos de sus fans. Verónica se emocionó al ver a la hermana de su modelo favorita, Bella, y agarró a Paloma para zarandearla del brazo emocionada. Zara Larsson también salió a despedirse de nuevo y tras unas cuantas palabras los tres desaparecieron del escenario mientras sus músicos seguían tocando. Poco a poco la gente comenzó a salir del Estadio, que habían cubierto debido a la lluvia.

Paloma se puso a hablar por su móvil y Verónica se sintió un poco sola pero emocionada por el concierto. Al lado la una de la otra salieron del concierto y comenzaron a buscar al chico rubio con el que había quedado su amiga. Había demasiada gente y tardaron un rato en encontrarlos algo más alejados y subidos en dos motos muy grandes. De todas formas, Verónica se mantuvo un poco al margen cuando su amiga se lanzó a los brazos del chico. Se recibieron con un beso y el otro chico que los acompañaba observó a Verónica de una forma en la que no se sintió cómoda. 

Sin embargo, fue el chico rubio el que más se fijó en ella.


 -Yo a ti te conozco. -le dijo de forma irrespetuosa, como si Verónica sólo fuese un estorbo para él.

Ella se le quedó mirando, consciente de que también había tenido esa misma sensación con aquel chico. Sin darle tiempo a preguntar, el joven rubio siguió hablando.

-Eres una de las putas de Cobra.

Verónica se sorprendió ante aquel insulto. Ni tan siquiera conocía a ningún Cobra. Pobre inocente.

-No se de que me estás hablando, pero ni soy puta ni conozco a nadie llamado así.-dijo con calma y con su típica dulzura.

-Maldita mentirosa.-contestó él, acercándose a ella.- Te vi ayer con él, por el parque. Vi hasta como te besaba.

Un sudor frío le recorrió la espina dorsal al darse cuenta de que hablaba de David. Cobra. Lo había llamado Cobra.

-Eres otra de sus muchas putas.

Aquella frase fue suficiente para que Verónica reaccionase y mirase a Paloma. Ella no era una chica violenta, pero tenía una extraña mezcla entre ganas de pegarle a ese chico y de pedir explicaciones.

-Te repito que no soy ninguna puta.

-Entonces eres una estúpida. Esta con otras tías a parte de ti. Ni tan siquiera te ha dicho como lo llaman ¿verdad?

Su voz era de todo menos comprensiva, como si disfrutase infringiendo dolor en los demás.

-Cobra.-respondió Verónica, sumamente seria y mirándolo con la frente alta, enfadada por el tono tan déspota en el que le había hablado.

-¿Te crees especial?-le preguntó con asquío, aunque había demasiado en juego en esa pregunta.

Una parte de Verónica se dio cuenta de ello y mintió.

-No, no tengo intención de ser especial.

Era como si ese chico quisiese sacar información, y la chica tuvo el presentimiento de que era mejor que no supiese nada sobre su relación con David, aunque ni ella misma supiese responder al tipo de relación que tenían.

-Ayer mismo acordamos que jamás nos volveríamos a ver. Somos de mundos distintos.-prosiguió, y para su agrado, vio como el joven elevaba las cejas y fruncía los labios.

Aquella respuesta le había tomado por sorpresa y no le había gustado.

-Una pena.-dijo tan sólo antes de volverse a centrar en Paloma y besarla, así de pronto.

Ciudad de niebla© |TERMINADA| (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora