-Alguien ha amenazado a mi padre.
Y entonces ocurrió. Sus dedos pararon de apretar su espalda y de producirle calambres de placer. Verónica supo que se había puesto tenso sin ni tan siquiera mirarlo. Era como si el ambiente en sí se hubiese convertido en otro. De pronto ese bar no era el lugar acogedor de hacía unos segundos. David se puso serio, y fue como si una ira irracional se apoderase de él, al tiempo que crispaba el rostro.
-¿Qué acabas de decir?- arrastró las palabras al hablar, tanto que logró asustar a Verónica.
Ella se levantó, para encararse a él y tratar de explicarse. David tenía los ojos como salidos de sus órbitas, pero había una calma en su semblante que no presagiaba nada bueno.
-Recibí una llamada hace tres días. Era un hombre, diciéndome que mataría a mi padre en cuanto saliese del hospital.
David apretó los puños y cerró los ojos, respirando todo lo en calma que podía, tratando de calmarse. No iba a montar otro número como el del camarero delante de Verónica. No aunque en ese momento desease matar a todo aquel que se atreviese a mirarla o hablarle mal. Maldita sea, alguien había amenazado a su padre, y por consiguiente también la había amenazado a ella. Se imagino por un segundo a aquella chica en manos de hombres como su jefe, o como cualquier otro de sus líderes. No quería ser impulsivo cuando se trataba de Verónica, pero fue como si la furia se escapase por su estómago, cuando llegó a la única conclusión posible. Alguien había amenazado a la razón de su existencia, y él tenía que hacer algo.
De pronto, cuando abrió los ojos, Verónica se encontró con una persona distinta, como si el David que cuidaba de ella y quería hacerla feliz hubiese dado paso a una persona controladora y sumamente inteligente. Sus ojos parecían sisear, y sus cejas estaban un poco elevadas, como si estuviese totalmente concentrado en aquel momento. Cuando habló, su voz gutural sonó con una seriedad que la joven no conocía.
-Bien, necesito que me digas todo lo que recuerdes de esa voz, todo, ¿me oyes? Y necesito el número desde el que te llamó.-se pasó una mano por su cabello, en un gesto demasiado atractivo.- También necesitaré la hora exacta, voy a investigar los alrededores y en cuanto tenga noticias serás la primera a la que veré.
Verónica hizo lo que él le pedía y se metió una mano en el bolsillo. Mierda. Su móvil. Increíble pero cierto. Se había olvidado el móvil en casa, a pesar de que hacía tan sólo unos días se le hacía impensable salir sin su teléfono. Era como si formase parte de su cuerpo y lo necesitase para sentirse conectada con el mundo, pero, cuando estaba con David, era curioso como llegaba a desconectar de todos menos de él. Él le hacía olvidar sus problemas, y centrarse en disfrutar el momento, y aquello era mucho más de lo que habría pedido en los cuentos de hadas que se montaba en su cabeza de más pequeña.
-No tengo aquí el móvil.
Él la observó, y ese brillo de control pasó a ser un brillo de cariño. Ella se derritió ante esa mirada, y lo hizo aún mas cuando le pasó una cara por el rostro, dulcemente.
-Entonces mas nos vale que nos demos prisa. Tu padre sale del hospital sobre las siete.
Ella entrecerró los ojos y se puso tensa.
-¿Me explicas como es posible que sepas eso?
Él rió, y se llevó una mano a los ojos. Luego la miró y se mordió los labios, sensualmente.
-Tengo mis contactos. Te lo he dicho mil veces.
Y era verdad. La misión de Jota era protegerla cuando él no pudiese, al igual que hacía con Cat. El chico tenía esas dos misiones, y a cambio David se aseguraba de mandar a otros chicos a hacer el trabajo que se suponía que debía de hacer Jota, sin que su jefe se enterase.
-Algún día me daré cuenta de que me espían.-dijo tan sólo, suspirando y llevándose la vista al suelo.
Él siseó y se llevó su mano a la boca de ella, suave y caliente. Disfrutó mientras pasaba sus dedos por ellos, haciendo como pequeñas olas. Luego dirigió la vista a la tortilla, y se acordó del desastre que acababa de montar en la cocina. Él nunca solía dejar huellas, ninguna pista ni ningún rastro de que él había estado en ninguna parte, pero en esa ocasión, le dio exactamente igual.
-Acábate el almuerzo. Hay muchas cosas que hacer, ojos azules.
Muchas gracias por leer, en nada os subo otro. Recordad votad si os ha gustado! Agradecería también que compartieseis mi historia para que le llegue a mas gente. Gracias, sois geniales.
Instagram: itssarahmey
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Ciudad de niebla© |TERMINADA| (1)
Novela JuvenilHISTORIA COMPLETA. Primera parte de la saga ciudades. #1 en amar desde el 19/01/2019 hasta el 18/12/2019 #1 en riesgo desde el 20/12/19 al 05/02/20 #1 en narcotrafico 10/07/2019 #1 en chicosmalos 5/10/2019 Italiano de ojos grises y cabello oscuro...