Ciudad de niebla© |TERMINADA| (1)

Capítulo 61

 Era la conductora del vehículo al que Darren había disparado. Vio a la mujer señalarlos con la mano, y por su suerte, a David no le hizo falta decir nada porque Darren lo siguió con la mirada.

-Devuélveme mi arma.-le pidió Darren.

-Buen intento.-le sonrió David.- Será mejor que corramos. Vamos.

Ambos se montaron en sus respectivas motos, y para sorpresa de David, Paloma se montó detrás de él en lugar de Darren. El chico disfrutó la frustración que aquel hecho había tenido que producirle al chico rubio mientras arrancaba y hacía a la moto avanzar por una calle peatonal, esquivando a los transeúntes. A su lado se colocó Darren, quien lo seguía tratando de decirle algo.

-Nos vemos en dos horas en Maison la Noir.

David le asintió, pensando que en dos horas ya debían de haber conseguido un nombre. Maison la Noir. Ese burdel en el centro de Neone donde Baref mandaba a trabajar a sus mujeres. Vio como Darren se separaba de él y se perdía por otro camino. Ese era territorio peligroso para él, pero si él no conseguía averiguar nada, iría a reunirse allí con él.

-¿Por qué has venido conmigo?-le preguntó a Paloma.

-A Darren tan sólo quiero pegarle una patada en los huevos ahora mismo.- David la miró sorprendido por el espejo retrovisor y la vio encogiéndose de hombros a modo de explicación.- Casi me pega.

David sonrió, recordando aquel momento de otra forma.

-Creo que tú le has pegado más que él a ti.

Paloma rio.

-¿Sigue trabajando para ti ese chico alto y fuerte?. El moreno de piernas fuertes y culo perfecto.

David movió la cabeza hacia ambos lados, intentando centrarse en lo que la chica le acababa de decir.

-¿Vienes conmigo solo porque quieres ver a Erick?

Ella perdió sus ojos negros en los suyos.

-Tal vez no solo quiera verlo, David.-le dijo, mordiéndose los labios.

Aquel gesto hizo que el chico riese, a pesar de que estaba totalmente centrado en hacer su trabajo en aquel momento. No obstante, fue solo un momento hasta que se puso serio.

-No vuelvas a dirigirte a mi de esa forma, ¿lo entiendes? Sé que fuiste tú quien me presentó así a Verónica. Eso estuvo mal, ella debía de haberme conocido como Cobra. Sabiendo mi nombre y publicándolo por ahí no me haces ningún favor. Me llaman Cobra por un motivo, es mi nombre aquí y es por el que me reconocen y respetan. Así que no vuelvas a dirigirte a mí como David.

Paloma se le quedó mirando seriamente, y luego ladeó la cabeza y observó el paisaje.

-¿Qué hay de Verónica? Ella te seguirá llamando David.

Paloma vio como David le medio sonreía. En momentos como aquel era cuando David recordaba lo inteligente que era, siempre adelantándose a todo.

-Ella es totalmente distinta, y puede llamarme como quiera.

Paloma le sonrió con malicia.

-Entonces, le diré a mi amiga, que de ahora en adelante te llame de una forma mas cariñosa.-arqueó las cejas, desentendiéndose del asunto.- Estoy segura de que también te gustará.

David apretó los labios y aceleró hasta llegar a una esquina donde no había nadie. Habían salido a carretera hacía unos segundos.

-Esta es tu parada.-le dijo frenando.

No obstante, Paloma no se bajó.

-No, la última vez que me baje de tu moto, jamás pude volver a encontraros.

David recordó aquel momento. Hacía dos años ya.

-Te hice un gran favor. Deberías de estar agradecida.

-Yo no corría peligro, y lo sabías bien.

-Todos corremos peligro, Pe.-se dirigió algo cansado a ella de esa forma, queriendo hacerla entrar en razón.-Será mejor que te mantengas al margen de todo esto. No te conviene volver.

Intentó que la chica se bajase de la moto tratando de empujarla con una de sus manos hacia fuera, pero ella se mantuvo rígida en el sitio.

-Te he dicho que no me bajo, Cobra.-y luego siguió hablando tan tranquila.- No sé porque tiene tanta importancia tu nombre.

David pilló por donde iba.

-¿Y lo dices tú? Sabes que Paloma es una persona totalmente distinta a Pe, tú misma creaste a Paloma. Ella es el reflejo de la vida que siempre has querido tener.

-Pe y Paloma son personas distintas. Pero, ¿y David y Cobra? ¿De verdad crees que lo son? ¿Nunca has pensado que David ha estado ahí todo el tiempo? ¿Cuantas veces has podido apretar un gatillo y no lo has hecho? ¿A cuantas putas has podido violar y no lo has hecho? ¿Cuanto dinero y cuantas armas has podido poseer y no lo has hecho?-lo miró con seriedad.- En tu caso, un nombre no es mas que eso, un nombre.

David contuvo el aliento, intentando comprender el por qué de aquellas palabras. La chica se quedó callada unos instantes para luego hablar con voz decidida y algo apenada al final.

-Te seguirán respetanto, de un modo u otro. En cambio, Paloma es todo lo que Pe habría deseado ser, pero de otra forma. Echo demasiado de menos las aventuras que vivía Pe.

David la observó. Parecía algo confundida.

-No puedes echar de menos que te apunten con un arma casi a diario.

Ella puso los ojos en blanco.

-En mi mundo, la muerte puede alcanzar a cualquiera. Es aburrido no saber cuando. En cambio, en el tuyo, siempre estás hablando con ella. La muerte te mira a diario, y aún así, sigues esquivándola.

David estaba a punto de perder los nervios y su voz fue más fuerte y seria de lo que pretendía.

-¡He dicho que te bajes! ¿Es que no entiendes la situación? ¡Han amenazado al padre de tu amiga y tengo que averiguar quien!

Ella hizo caso omiso. Ella siempre pensaba en otras cosas, cosas que nadie más solía pensar. 

-¿Quien te dice que esa persona no está ahora con ellos en su casa?

David se quedó patidifuso, pero supo que Paloma quería decirle algo más.

-Yo también quiero defenderla. Le has quitado un arma a Darren. Dámela e iré a casa de Verónica hasta que tú vuelvas. Estaré con ella y estarán a salvo.

David sopesó la idea, pero luego negó con la cabeza, como si fuese una locura.

-Dejarte a ti con un arma no es una buena idea. Ya sabes lo que ocurrió la última vez.

Ella le sonrió y se acercó a su oído, tratando de convencerlo.

-¿Tienes alguna idea mejor?

¿Os han gustado? ¿Echabais de menos a Paloma? Mil gracias por leer. Besos

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