Capítulo 60

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 David lo siguió a una prudente distancia. La lluvia comenzaba a nublarle un poco la visión, pero a una parte de el le hacia gracia como a Paloma se le había ocurrido montarse en la moto con el paraguas abierto, intentando inutilmente cubrirse de la lluvia hasta que el paraguas cedió y se le rompió.

-Mierda.

La oyó maldecir a pesar de estar a unos metros de distancia. David no pudo evitar sonreír divertido, a pesar de que todo su cuerpo estaba serio y centrado en lo que tenía que hacer. 

Darren se metió en la rampa de un parking y evitó la valla que estaba cerrada, pasando con la moto por el final de esta. David hizo lo mismo, aunque redujo un poco la velocidad ya que su moto era un poco más grande que la del chico y casi no entraba por el pequeño tramo sin valla.

-Los he visto mas rápidos.-se quejó Darren, retándolo.

Paloma le rio la gracia y David se limitó a acelerar. Notaba su cabello empapado, pero todo en aquel momento le daba igual. Era como si toda su vida girase en torno a convertirse en un cazador que buscaba una presa. Una presa tan concreta como el imbécil que se hubiese atrevido a amenazar al padre de Verónica.

-Y yo más inteligentes.-le reprochó, serio colocándose a su lado.

Un coche casi le rozó una pierna al invadir un poco su carril, pero no había nada que David no controlase mientras conducía. En su mundo, un error era sinónimo de muerte o tortura. No podía permitirse errores, ni mucho menos estaba dispuesto a cometerlos. Supo que Darren estaba observándolo con ira cuando se colocó delante y buscó un sitio para aparcar y que pudiesen hablar. No le preocupaba que le disparase, algo en su interior sabía que no le convenía hacer eso en una calle pública donde la policía no tardaría en merodear buscando a un chiflado que había apuntado con una pistola a una mujer y le había reventado una rueda.

-¿De qué hablas?

Darren se bajó de su moto y Paloma lo imitó, con ojos curiosos. Divertido durante unos instantes, vio como Darren trató de apartar a Paloma y ella le mordió, molesta. El chico rubio la observó como si no se creyese lo que acababa de hacer, y antes de darle tiempo a decir nada más ni a reprochar la actitud de la chica, David lo interrumpió.

-¿Ya no recuerdas que has amenazado a un policía?- disfrutó al ver como Darren se puso tenso, y continuó hablando seguro de si mismo y chasqueando los labios.- Una suerte que hayas vivido tanto si ya no te acuerdas.

Darren se le acercó con un puño levantado y la mirada llena de ira, pero antes de que pudiese llegar a él, Paloma se le tiró encima, parándolo.

-¿Qué coño haces?-le espetó Darren, apartándola de un manotazo.

-¿Has amenazado al padre de mi amiga?

La chica comenzó a gritarle improperios y David tuvo que contener la risa, a pesar del momento de seriedad, para no reirse ante la cara de Darren. Estaba totalmente seguro de que ninguna otra mujer se la habría liado de la forma en la que lo estaba haciendo Paloma. La vio, sin ni tan siquiera querer moverse, como se acercaba moviendo mucho las manos a Darren y comenzaba a darle manotazos que el chico a penas podía parar. David aprovechó para burlarse y provocarlo aún más.

-¿Es que ahora tampoco sabes ni defenderte? Pobrecito...estoy seguro de que a tu jefe le encantará esa información.

David se puso tenso al ver como un brillo de locura surcaba los ojos del chico, y rápidamente agarró ese puño en el aire que iba destinado a la mejilla de la joven. Paloma se quedó con la boca abierta y miró a David mitad agradecida mitad asombrada.

Ciudad de niebla© |TERMINADA| (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora