Nos Volvemos a Encontrar |Jimin, Hoseok Y Tú|

Capítulo 31

*SÁBADO 1/2*

Sentí unas manos recorrer mis caderas, quería abrir mis ojos, pero era más mis ganas de seguir dormida. Esas manos se movieron tan delicadamente de arriba a abajo y mi respiración fue en aumento, me limitaba a sentir.

Siento un apretón donde se encontraban aquellas manos y mis ojos se abrieron un poco a la vez que mi piel se erizaba ante ese acto. Sin percatarme de lo que pasaba a mí alrededor fuera de las manos de Hoseok, sentí su lengua recorrer toda mi espalda desnuda.

-¡Ah!- Gemí al mismo tiempo que abría mis ojos de golpe.

Iba a darme la vuelta y así poder besarlo, pero sus manos no me dejaron girar. Se hacerco a mi cuello y me susurró al oído.

-Buenos días hermosa- Dijo para después morder el lóbulo de mi oreja.

-Buenos días amor- Conteste en un gemido por la cercanía de sus labios a mi oreja.

Me giré y quedamos frente a frente, quería besarlo, pero me aguante las ganas ya que quería observarlo, era un hombre realmente perfecto, lo tenía todo. Es tan polifacético. En Hoseok puedo tener un hombre tan tierno, considerado, aveces serio y la que más me encantó fue la que conocí ayer en la tarde-noche... "ESPEREN... ¿Cuanto dormirnos?".

-Hoseok- Dío un pequeño brincó y reí un poco -¿Que hora es?- Dije sorprendida.

-Mmmm- Su cabeza giraba por toda la habitación en busca de algo- No encuentro mi celular- Dijo serio.

-Para qué quieres tú celular, tienes reloj de pulsera- Reí un poco por ser tan despistado.

-Cierto- Comenzó a reír y observó la hora -Son las 4:30 de la madrugada- Dijo con una enorme sonrisa.

-¿Tan temprano?- Enarque una de mis cejas y me puse las sábanas en la cabeza -Vamos a seguir durmiendo- Escuché una risa y enseguida me quitaron la sábana de la cabeza.

-No, ya no tengo sueño- Comenzó con su aegyo.

-No Hobi- Empecé a reír -Tengo sueño y estoy demasiado cansada- Hice un pequeño puchero.

-¿Demasiado?- Su voz cambio radicalmente de una tierna a una sensual.

-¡Hoseok!- Le dí un pequeño empujón -No seas mal pensado- Empecé a reír -Bueno, no mal pensaste, pero... Pero...- Quería decir algo, pero no sabía qué. Yo sola me hechaba de cabeza.

-Pero...- me alentó a seguir, pero ya no tenía palabras.

No sabía que decir o hacer y sólo lo besé con mucha pasión y a la vez mucha intensidad.

Sus manos acariciaban mis mejillas y yo a su vez lo acercaba más a mí desde su cuello. En algún punto del beso, terminé encima de él, hasta que nos tuvimos que separar por falta de aire.

-Oye- Dijo para pegar su frente a la mía.

-Mmmm- Susurré a modo de respuesta, con los ojos cerrados.

-Explicame lo del condón en tu bolsa- Dijo picaro y abrí mis ojos al tope.

-Ammm... Yo no fui- Me miró como diciendo "Dí la verdad" -Enserio, mi mamá fue- Lo miré a los ojos y mi cara empezó a tomar un tono rojizo.