Nos Volvemos a Encontrar |Jimin, Hoseok Y Tú|

Capitulo 34

*DOMINGO 2/2*

Estaba posicionada abajo de Hoseok, mientras seguía besándome y acariciando mi abdomen.

Por mucha hambre que tuviera, no me pude resistir a él. Metí mos manos por debajo de su playera y acariciar su fuerte espalda. En cuanto dejé mis manos estáticas, me mordió el labio eh inconscientemente clave un poco mis uñas en él.

-Auch- Dijo con voz ronca, provocando un escalofrío en mí.

Solté una pequeña sonrisa y me giré para poder posicionarme arriba de él. Me senté en sus abdominales y comencé a besar su cuello. Mientras lo hacía, no pude contener morder un poco su clavícula, mi lengua pasaba por todo su cuello y fue ahí dónde recordé que estamos llenos de harina.

-Hoseok- Deje de besarlo y me senté con mis manos recargadas en su pecho -Vamos al baño- Dije juguetonamente.

-¿Ahora?- Se sorprendió bastante.

-Si- Empecé a hacer círculos en su pecho -Estamos llenos de harina.

-Pero... No ahorita... No quiero- Hizo un pequeño puchero que me fascinaba en él -Quiero continuar...- Se sentó en el piso y me tomó por la espalda para acercarme más a él. Me siguió besando y lamiendo el cuello y yo sólo pude enredar mis manos en su cabello -Con ésto- Una de su manos bajo sigilosamente hasta mi intimidad y comenzó a acariciarme.

-Nunca dije que pararamos- Dije en un susurro sobre su oído y mordí levemente el lóbulo de ls oreja.

Rápidamente se levantó del suelo estando yo encima de él y terminé enrollada en su cintura. Subió las escaleras conmigo en brazos, lo único que hice fue esconder mi cara en su cuello y no puede evitar moderder y lamerlo un poco, yo sólo escucha su risa y uno que otro quejido que salía de su boca al estar jugar con su cuello.

No me percaté en el momento en que llegamos al baño, hasta que escuché el agua de la regadera caer.

Desenrede mis piernas de la cintura de Hoseok y lo jalé al baño conmigo. El agua caía sobre nosotros y a su vez la ropa se nos pegaba más al cuerpo, lo tome de la cara con desesperación y uní nuestros labios.

Mordí su labio y aproche para meter mi lengua en su cavidad bucal. Nuestras lenguas se acariciaban de una forma tan dulce y a la vez con tal desesperación, cómo si hoy fuera nuestro último día juntos.

Bajé una de mis manos hasta su miembro y lo pude sentir tan duro y palpitante, es tan extraño que yo lo ponga de ésta manera, pero a la vez eso me excita mucho más. Comencé a quitar sus pantalones, lo cual fue muy difícil por el agua, pero lo logré. Después de que ya no existiera nada de la cintura para abajo, empecé a masajear su miembro de arriba a abajo.

-Mmmm... Ah... _____- Gruñó sobre mis labios y enseguida se pasó a mi cuello y comenzó a quitarme la blusa y brassier.

Me sentía tan excitada tan sólo con el hecho de estar en la regadera con Hoseok mientras me aprieta uno de los pechos y besa mi cuello.

Bajaron sus besos hasta llegar a uno de mis pechos. Su lengua se paseaba por todo mi pezón y yo intentaba controlar los gemidos que podrían salir de mi boca.

-Me gusta escucharte- Dijo con voz ronca.

Su mano dejó en paz a mi pecho y comenzó a bajar su mano hasta que llegó a mi intimidad. Acarició mi clítoris y no pude evitar masturbar a Hoseok de una forma más rápida de lo que ya estaba.

Hoseok pasó su boca al otro pecho que se encontraba libre y me mordió el pezón de una forma delicada al mismo instante que insertó un dedo en mí.

-Hoseok- Dije casi en un grito.

-Dime- Susurro sobre mi pecho y en seguida sus labios volvieron a los míos.

-N...n...no pa...res- Hablé con dificultad por los gemidos que salían de mi boca.

Dicho esto, puso su mano encima de la mía para que dejara de masajearlo. Tomó mi mano y la colocó al rededor de su cuello, sin dejar de similar una penetración con su dedo.

-Ho... Ah... Seok... Ah- Dije entre gemidos -Te... ne...necesito- Hablé con dificultad.

No me contestó, sólo me desnudo de la cintura para abajo, abrió mis piernas y sin tantos rodeos, sólo me penetró.

-Ah- Solté un grito de placer.

Hoseok me besó mientras me penetraba una y otra vez. Gemía como loca sobre sus labios y el hacía lo mismo.

Sentirlo de ésta manera era algo maravilloso y placentero. Puedo jurar que no sólo lo siento dentro de mí, siento su alma fucionarse con la mía.

Sus embestidas eran cada vez más rápidas y sentía que en cualquier momento iba a llegar al orgamo. Me separé un poco de los labios de mi hombre y pegué mi frente a la suya.

-Mmmm ah- Era lo único que salía de mi boca.

-Eres perfecta- Dijo entre gruñidos.

Tomó una de mis piernas y la subió sobre el mientras la acariciaba. Sentir su piel tocar la mía es lo mejor.

Después de un momento sentí mi organismo llegar así cómo el de él. Terminamos exhaustos y ambos terminamos sentados en el piso de la regadera.

-Ahora si vamos a bañarnos- Dije agitada y con una sonrisa en mi rostro.

-Jajaja sería lo mejor- Se paró con dificultad y me ayudó a levantarme a mi del suelo.

Empezamos a deshacernos de la ropa que nos quedaba, fue muy difícil por toda el agua, pero lo logramos.

Terminamos dándonos una ducha normal y después de salir y cambiarnos, mi estómago empezó a rugir con fuerza.

-Hoseok- Llamé su atención.

-Mande- Volteó a verme.

-No hemos desayunado y tengo mucha hambre- Dije tocando mi estómago.

-Ya no lo recordaba- Comenzó a reírse -Ven- Me estiró su mano -Vamos a desayunar.

Tomé su mano y bajamos, ya teníamos el desayuno desde hace rato, pero por nuestra calentura todo había quedado ahí y de igual manera por estar jugando la cocina y parte de la sala estaba hecha un asco.

Calentamos la comida y nos pusimos a desayunar y de vez en cuando reíamos un poco.

Recogimos los platos y todo el tiradero que habíamos hecho en la cocina. De vez en cuando llegaba por atrás y me besaba o simplemente empezaba a hacer el Aegyo que el sabía me encantaba.

-Hoseok, tenemos que recoger nuestras cosas, tenemos que regresar- Dije algo deprimida y cansada.

-¿Un día regresaremos?- Dijo de la misma forma que yo.

-Puede que sí- Dije entusiasmada.

-Cuando regresemos será en una ocasión muy especial- Se acercó a mí y me besó la frente.