Nos Volvemos a Encontrar |Jimin, Hoseok Y Tú|

Capítulo 63

Amenecí al día siguiente entre los brazos de Hoseok, al abrir mis ojos me encontré con los de él y me hizo sonrojar.

-Buenos días- Besó la punta de mi nariz y le sonreí.

-Buenos días- Dije algo sonrojada.

-¿Cómo amaneciste?- Me abrazó más fuerte.

-Excelente y eso gracias a tí- Le besé la mejilla -¿Y tú?.

-Feliz, tenerte a mi lado me pone feliz- Me dió un suave y delicado beso en los labios.

Me separé de él sólo para poder abrazarlo con más intensidad. Quiero estar así toda la vida, pero se que no se puede, YoonGi me lo dijo muy claramente y tengo que cumplir.

-¿Qué tienes?- Hablo Hoseok sacándome de mis pensamientos - Te siento rara- Es ahora o nunca.

-Es que, creo voy a regresar a casa con mi mamá- Dije bajando la mirada.

-¿Por qué?- Habló alterado. Acabo de entrar en pánico.

-Mi mamá- Comencé a sentir más nervios -Tengo que cuidarla, está sola- Dije casi tartamudeando.

-¿Se puso mal?- Ahora estaba preocupado.

-No, para nada. Sólo quiero pasar más tiempo con ella. Sólo será un tiempo.

-Está bien- Me dio un abrazo y recargue mi cabeza en su pecho.

-Gracias- Me aferré a el y aspiré su aroma.

-Te amo- Dijo en mi oído y sus palabras me hicieron sentir mal.

-Y yo a ti- Sentí lágrimas venir a mis ojos, pero las retuve.

Así me quedé un rato, abrazada a él. Después de todo si tengo conciencia, pero el remordimiento me está carcomiendo. Creo que pasar un tiempo con mi mamá si me va a servir y de desahogo también.

Después de un rato nos levantamos y comenzamos a hacer mi maleta para irme hoy con mi mamá.

-Me duele que después de que recordarás te tengas que ir- Me Dijo en cuanto acabamos de hacer la maleta.

-A mi igual, pero tengo que ver por mi mamá- Dije con tristeza.

-Está bien- Me tomó de la cintura -Aquí te esperaré- Me dio un beso rápido.

-Claro- Sonreí con pesadez.

Me despedí de el y me fui a la casa de mi mamá. Es feo alejarme de él, se que me va a servir para distraer mi mente, pero en verdad amo a Hoseok y Jimin sólo me confunde.

Llegué a la casa de mi mamá y toqué el timbre, enseguida ella abrió y me miró algo extrañada.

-Mamá- La abracé y sin querer las lágrimas salieron.

-¿Pasó algo?- Aceptó mi abrazo y me acarició la espalda.

-Estoy tan confundida- Seguí llorando.

Me jaló al interior de la casa y me sentó en el sillón, mis lágrimas no paraban y pude ver la preocupación en los ojos de mi pobre madre.

-Cuentame que fue lo que ocurrió- Me acarició el brazo.

-Jimin pasó- Dije y mi llanto aumentó.