Nos Volvemos a Encontrar |Jimin, Hoseok Y Tú|

Capítulo 71

-Llegamos- Hoseok abrió la puerta de la casa que compartimos tantos años y entré.

-Gracias.

-¿Por qué?- Hoseok entro tras de mí y cerró la puerta.

-Por querer cuidarme en lo qué soy lo suficientemente fuerte para regresar a la casa de mi mamá- Sentía que mi voz estaba sin vida.

-No soy capaz de dejarte sola- Me abrazó y me sentí protegida y a la vez triste de que no puedo estar con él como quisiera.

-Se que necesitas espacio- Me separé de su abrazo -Así que intentaré no dar muchas molestias- Sonreí con pesar.

-Está bien- Me respondió de la misma forma -Ven- Me jaló.

Subí las escaleras con él y me abrió la puerta del cuarto que compartíamos, estaba todo acomodado.

-¿Y tú dónde vas a dormir?- Pregunté al no ver sus cosas.

-Está el cuarto de visitas- Me sonrió -Ahí voy a dormir.

-Pero es un cuarto más pequeño y ésta es tu casa.

-No te preocupes- Me acarició el hombro -Ya acomodé todo y tú necesitas descansar.

Salió de la habitación y me dejó ahí sola. Me acomodé en el cuarto y me fui a la cama para recostarme, me sentía cansada y sobre todo triste, quería dormir y no saber ya nada de todo lo que pasaba a mí al rededor.

Lo que no voy a soportar es que le voy a estar haciendo sombra a Hoseok cuando él solo quiere aclarar sus pensamientos de todo lo que pasó y conmigo aquí sólo se le va a dificultar más las cosas, en cuanto tenga la oportunidad me voy a ir, no sería justo ni correcto de mi parte hacer que siga sufriendo de ésta manera, el me ha dado tanto y yo en un abrir y cerrar le quite el doble de lo que me pudo dar. Con tantas cosas dando vueltas en mi cabeza me quedé dormida. 

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Me encuentro rodeada por cuatro paredes negras, no logro ver nada, pero la vibra que se percibe no es nada buena, me hace sentir asfixiada.

-No eres la persona que creí- Se escuchaba una voz en medio de toda la obscuridad, esa voz era familiar y supe de quien se trataba

-Hoseok- Dije a la nada, con un dolor constante en mi pecho -Perdóname, no sé en que estaba pensando- Sentía mis ojos arder y eso solo significaba que las lagrimas ya estaban próximas.

-Eso es mentira- Se escuchó otra voz en medio de esa paredes -Sabias perfecto lo que hacías, tanto que me pedías descontrolada que te la metiera- La voz de Jimin me atormentaba.

Una luz blanca se prendió en el centro y sobre el mismo reflejo de esa luz se acercaron las siluetas de Hoseok y Jimin.

-Hoseok, yo se que cometí un error y se que tengo tu odio merecido, porque no fui lo suficientemente fuerte para luchar por tu amor- Sin darme cuenta ya tenía los ojos llenos de lagrimas.

-En efecto, te odio- Esas palabras se llevaron mi ultimo grano de esperanza y oportunidad -Me lastimaste al ir a los brazos de él- Señalaba a Jimin con odio y tristeza.

-De que te espantas, si tú mismo sabes, que ella corre a los brazos de otro de un momento a otro- Habló Jimin con tanta seriedad y crueldad que mi tristeza se volvió cólera. 

-No digas eso, porque las cosas no son así- Tenia un nudo tan grande en mi garganta que me sorprendió pudiera emitir palabra alguna.

-Claro que si _____- Se colocó detrás mío y me tomó de los hombros -Hace 6 años cuando yo me fui, no tardaste ni medio año para correr a los brazos de él- Señalaba a Hoseok -Ahora que volví...- Se acercó a mi cara pero yo solo me retiré de su tacto -Sólo te dije unas cuantas palabras- Se acercó ahora a Hoseok y se quedó parado a su lado -Y terminaste acostándote conmigo, y no solo eso, si no que esa misma tarde te metiste también a la cama con Hoseok.

-De haber tenido conocimiento de eso, ni la toco- Hablaba Hoseok con tanto desprecio que no creía que fuera el mismo.

-¡YA BASTA!- Grité con desesperación -Lo único que sentía era lastima- Estaba más que enojada -Lastima porque después de tantos años no pudieras olvidarme, olvidar un amor que dos niños se llegaron a tener- Intente calmarme -Estoy tan arrepentida de lo que hice, pero eso no arregla las cosas.

Las luces se volvieron a apagar y logré despertar de aquel sueño. Eran una pesadilla, tome mi cara entre mis manos y bajé por un vaso de agua, necesitaba calmarme o me volvería oca por tantos altibajos. Me dirigí a la cocina con cuidado de no hacer ruido y hacer que Hoseok se despertara, ya mucho a sufrido por mi culpa, para que ahora de buenas a primeras tampoco lo deje descansar en su casa. 

Caminé directo al sillón en lo que me calmaba, en la mesita que había frente al sillón se encontraba un álbum, me acerque a el y comencé a verlo, contenía varias fotos mías y de Hoseok, tanto separados como juntos, la mayoría las había tomado él. Mientras pasaba las hojas, noté que había pequeñas manchas como de agua en algunos lados y en seguida me dí cuenta de en la mesa también se encontraba una botella de soju casi vacía.

-Son lagrimas.

Hoseok estuvo aquí viendo fotos y bebiendo, lo estoy lastimando tanto y así digo amarlo, no puedo hacerle esto. Deje el álbum del lugar en el que lo había tomado y me dirigí a las escaleras, pero un dolor en la cabeza me desorientó y casi caigo al suelo, pero me logré sostener. Era un recuerdo que estaba viniendo a mi mente. Empecé a llorar desconsolada, intentaba no hacer mucho ruido, pero era casi imposible. Tengo la esperanza de que Hoseok esté alcoholizado y no despierte en un buen rato.

-Me pidió matrimonio días antes del accidente- Dije a mis adentros -Y la cagué acostándome con otro- Me deje caer y terminé sentada en un escalón para seguir llorando. -No puedo estar aquí haciéndole daño, tengo que estar lejos.

Subí al cuarto y tomé una maleta, guarde lo más que pude y me cambie, tome la primer ropa que vi. Tomé mis cosas y me fui directo a la sala para pedir un taxi y salir de ahí. No puedo estar cerca de Hoseok porque solo hará que este más confundido y es lo que menos quiero, seguir lastimandolo. Después de 10 minutos llegó el taxi y me dirigí a casa de mi mamá, no tenia otro lugar para poder estar en paz y tranquilad. 

-Espero algún día me puedas perdonar- Hablé al aire y salí de la casa donde viví momentos maravillosos a lado de la persona que tanto amo.