Capítulo 25

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Han pasado 3 meses desde que Hoseok me habló, mi mamá salió del hospital y por suerte su puerta estaba cómo si nunca se hubiera roto. Acudía a sus revisiones y citas medicas una vez a la semana. Los chicos cada que podían iban a mi casa y veían como seguía ella, eso siempre le agrado, su compañía le venía bien y más ahora, la alentaba a seguir con su tratamiento.

Todo iba saliendo bien, a pesar de la enfermedad de mi mamá, ella está saliendo adelante y eso me basta para ser feliz, pero me cuesta mucho sabiendo que Hoseok no me habla y eso me duele demasiado, siempre que me lo encuentro de frente se voltea y va por otro lado, le hablo y me ignora. Ya no soporto su indiferencia, me lastima.

FLASHBACK

Estaba sentada en el parque mientras veía cómo pasaban las personas.

-______ tienes algo- Jungkook me habló mientras se sentaba a mi lado.

-Nada- No fuí ni para voltear a verlo.

-Eso dices, pero sabes que es mentira- Éste hombre me conocía bien o soy muy obvia.

-Esque- Me giré para poder ver su rostro -No sé- Dí un fuerte suspiro.

-Si sabes, que no lo quieras ver o aceptar es diferente- Puso su brazo en mis hombros y yo sólo oculté mi cara entre mis manos.

-Me duele que Hoseok no me hable, que me ignoré y que simplemente no me pueda ni verme- Mi cara seguía entre mis manos y sentí como Kook me acercaba más a él.

-Si te duele tanto, es por algo.

-Kookie- Alcé mi cara y lo ví a los ojos -Hoseok me gusta y mucho.

No lo quería aceptar, me negaba a decir que Hoseok me pudiera gustar, pero ya lo había hecho, se lo había contado a Jungkook.

FIN FLASHBACK

Después de esa vez en el parque me había decidido a hablar con Hoseok y confrontarlo para que me dijera el porqué me ignoraba, pero llevaba un tiempo en que no lo veía.

Salí de mi casa y caminé a la escuela cómo siempre había sido, odio la rutina, pero no me queda de otra, llegando a la escuela me limité a ir a mi salón sin entretenerme con nada. El asunto de mis sentimientos por aquel hombre que se había vuelto mi esperanza me tenía en otro mundo.

En el pasillo logré verlo caminando y cuando notó mi presencia hizo lo de siempre, bajar la cabeza eh irse por otro rumbo, pero está vez sería diferente.

Corrí a él y cuando logré alcanzarlo lo tome del brazo y el se giró para verme, sus ojos se habían puesto dos veces más grandes al ver que había sido yo quién sostenía su brazo. Quería hablar pero mis cuerdas vocales se desconectaron de mi cerebro y no sabía que decir.

-______ tengo que irme- Gracias a Dios, el había roto el silencio y no yo.

-No, hasta que hablemos- Mi voz era firme.

Lo jalé conmigo hasta el patio para que pudiéramos hablar y aclarar las cosas, me importaba poco si ambos perdíamos clases, necesitaba saber que le sucedía.

-Porque estamos aquí. Tenemos que irnos, es hora de clases- Estaba nervioso, lo notaba en su voz.

-No- Mi tono seguía igual -Hoseok, me duele que me ignores- Mi tono se había dulcifocado un poco.

-Es lo mejor- Bajo su rostro.

-¿Cómo que lo mejor?- Estaba confundida y sin querer había gritado y alzó su rostro

-Mientras más cerca estoy de tí, más me gustas- Ahora era yo la sorprendida, mis ojos iban a salir de su órbita -Y sé qu...- No permití que continuara.

Uní sus labios con los míos de una forma rápida y tierna. Me separé de él en un abrir y cerrar de ojos.

-También me gustas, Hoseok- Lo abracé y puse mi rostro contra su pecho, pude aspirar su olor que ya extrañaba tanto.

-_____ no juegues así conmigo- Acarició mi cabello, pero me separé de él y ví en su rostro tristeza.

-No estoy jugando contigo- Dije indignada -Desde aquella tarde en la playa yo me sentí muy agradecida contigo, sabía que tenía un apoyo y después de lo de mi mamá- Sin querer mis lágrimas habían frotado -Estuviste ahí, al principio creí que era solo eso, agradecimiento- Dí un fuerte suspiro y quite mis lágrimas -Pero el beso que nos dimos me decía otra cosa al igual que mi corazón, después de que dejaste de hablarme me dí cuenta que en verdad me gustas- Sus manos se colocaron en mi rostro y me daba pequeñas caricias.

Se formó un silencio entre nosotros, pero no estaba incómoda podía ver sus hermosos ojos y el cómo se paseaban por todo mi rostro, sus facciones tan delicadas son simplemente hermosas.

Sus pulgares pasaban por dónde habían escurrido mis lágrimas con anterioridad y mis ojos se cerraron para poder sentir más su tacto.

No soportaba estar así con él, sentía que mi corazón iba a explotar, no puede ser que en tan poco tiempo vuelva a sentir cariño hacía otro hombre que no sea en plan amistoso.

-No vas a decir nada- Hablé en un susurro rompiendo el silencio.

-No soy bueno con las palabras- Dijo riendo.

-Yo tampoco- Lo tomé del cuello y lo jalé a mí.

Lo acerque lo suficiente para sentir nuestras respiraciones pero sin unir nuestros labios, quería que el tomara la iniciativa del beso aunque yo lo haya provocado con anterioridad.

Y así fue cómo pasó, el fue el qué se deshizo de esos centímetros que nos mantenían alejados. El beso fue igual de tierno que el primero, pero había algo diferente y no sabía que era, sólo sabía que era hermoso, sentir como sus labios se movían al compás de los míos y encajaban a la perfección.

-Dime que no es un sueño- Dijo sobre mis labios con una voz ronca que me hizo erizar la piel.

-No lo es- Respondí con el mismo tono y aprisioné su labio entre mis dientes y dí un pequeño jalón.

Sus manos se paseaban por toda mi espalda y cuello y nos separamos después de rato por culpa del maldito aire y de las clases.

Nos dirigimos a nuestros respectivos salones y cada uno se fue por su respectivo camino. Antes de despedirme dijo que me acompañaría hoy a mi casa y yo simplemente asentí con mucha alegría, éste chico me daba tranquilidad, es lo único que ha hecho desde el día en la playa.

Nos Volvemos a Encontrar |Jimin, Hoseok Y Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora