*Capìtulo 1* -EDITADO-

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-Kimi...-Llamé a mi amiga, forcejeando de nuevo para que ambas telas de mi camisa escolar se juntaran. Pero era en vano sin el botón o algo que las sujete- ¿No tienes un alfiler? O al menos ¿Aguja e hilo?

-¿Qué me ves cara de costurera o qué? –Kimi sacó su cartuchera de su bolso y buscó entre los miles de marcadores que tenía. La llamaba; la mochila de dora la exploradora, porque siempre su dueña, Kim, tenía un sinfín de cosas allí dentro.

Era roja, igual que la mía, sólo que yo no tenía escrito el nombre del profesor de matemáticas en la parte del frente.

"Park Jimin".

-Una vez tenías el repuesto de un ventilador pequeño allí dentro, sin mencionar el chicle que aun conservas desde el kínder, ¿Cómo no vas a tener un alfiler? –Vi a Kimi hundirse de hombros y me entregó la cartuchera para que buscara yo misma.

Chasqueé mi lengua.

-Todo esto es tú culpa

-Considérate una buena amiga por dejarme agarrarte de la camisa para no caerme en el metro -Sonrió Kimi, sacándose la chupeta de la boca para poder hablar.

-Considérate un cadáver bajo tierra si recibo un castigo por tu culpa.

Bueno, primero que nada, me presento; Soy Daniela Torrealba, tengo 17 años y estoy a un puesto de Kimberly Rodríguez, mi mejor amiga. Ambas estamos en 5to año de secundaria. Ella suele ser más amistosa y pervertida, mientras que yo soy más callada y algo reservada para el resto. Aunque con ella soy igual de puta, literalmente. Ya saben cómo son las amigas de confianza.

Aquí hay profesores que antes ni volteaba a ver pero ahora están más buenos que comer pollo frito con las manos... Y yo amo el pollo frito.

-¡Muchachas! -Escuchamos la voz de una compañera a lo lejos, pero yo seguí buscando algo que me sujetara la camisa. Pues, no quería estar por ahí enseñando mi sostén.

Jamás de los jamases.

Llegó hasta nosotras y clavó sus manos -literalmente- contra una mesa justo a un lado de mí puesto, regalándonos una sonrisa de depravada que hasta me dieron ganas de salir corriendo y no volver a hablarle jamás. Pero ya estoy acostumbrada.

Es Dannah, la flaquita del grupo.

-Adivinen quien llegó de su intercambio –Dannah nos miró a ambas, y yo por instinto me hundí de hombros. Se oía muy emocionada.

-¿Quién? –Preguntamos Kimi y yo al mismo tiempo. Mis dedos seguían moviéndose entre los marcadores para así intentar encontrar lo que buscaba.

¿Qué buscaba? Ni idea. Pero es la mochila de dora ¿no? Ella entenderá que necesito su ayuda.

-¡El profesor Jungkook! -Gritó Dannah muy feliz, arrugando la nariz y enseñando sus blanquecinos dientes. Ella era el tipo de chica que no le importaba lo ruidosa que fuese, no iba a callarse jamás.

A veces creo que le da piquiña en el culo, porque siempre se anda riendo de todo.

Es una de las más inteligentes del salón. Suele ponerse partes de borradores en sus perforaciones cuando no consigue el tapón de sus sarcillos. Sin mencionar que también tiene como más de 12 ligas de animalitos en cada mano.

Dannah era una chica muy agradable, divertida y hermosa. Como todas las del resto del grupo con el que me la paso.

-Dannah, ten más respeto hacia el profesor -Me hice la decentica y seguí buscando en la cartuchera- Debes decirle; Profesor Jeon Jungkook.

El profesor JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora