A D V E R T E N C I A: La historia tendrá dos finales alternativos, por lo que, para la segunda parte de este fanfic, este capÃtulo estará totalmente excluido. O sea, la segunda p. tratará únicamente desde el capÃtulo 58 del primer fanfic. Ya que la autora, G A B Y, quiere complacer a todos y cada uno de sus lectores, Se dejará a su criterio seguir leyendo y aceptar este capÃtulo como final definitivo para la historia. Para los que deseen seguir avanzando en la historia, y ver el desarrollo de los personajes, con una trama diferente, esperen la segunda parte de este fanfic.
Ambos finales son totalmente y completamente validos<3.
El sonido de la puerta me habÃa desconcertado, haciéndome despegar la vista del libro.
De repente el saber quién estaba detrás de esa puerta de madera color blanco me hacÃa tener un cosquilleo en el estómago, que podrÃa definirlo como curiosidad. emoción, o ansiedad...
Dejé el libro sobre los otros y fui decidida en descubrir quién era. El miedo se estaba apoderando de mÃ, pero no logro detenerme.
Abrà la puerta de entrada, quedando totalmente petrificada ante la persona que menos habÃa imaginado ver, y que tampoco esperaba. El frio recorrió mis venas y mi corazón latÃa ferozmente, como si estuviese en peligro, delante de una enorme bestia a punto de devorarme. Mis manos empezaron a temblar al igual que mi labio inferior, pero hice lo posible por no hacerlo notar.
Por no hacerme notar.
Mis ojos me hacÃan creer ver un fantasma, pero parecÃa tan real que no podÃa compararlo con algunas de mis alucinaciones anteriores. Realmente estaba pasando. Él realmente está parado frente a mÃ. Mirándome con sus ojos oscuros, al igual que su cabello largo que caÃa delicadamente sobre sus orejas.
Era Jungkook.
-Hola...
Mire sus rosados labios, hipnotizándome por un momento en cada detalle que habÃa en ellos. Y aunque no habÃa escuchado lo que me dijo, sabÃa lo que habÃa dicho a través del movimiento de estos. Me apoye de la madera de la puerta, contemplando cada centÃmetro de él y asegurándome de que era real, para asà salir de cualquier duda. Porque realmente estaba empezando a aceptarme con todo y locura.
Usaba una sudadera negra, junto a unos jeans negros y unos timberlands. Tan sencillo como eso. Con un perfume varonil que podÃa hacerme bailar alrededor de él como toda una ninfa.
PodÃa hacerme hacer lo que él deseara, y yo como toda una esclava drogada por el aroma de su cuerpo, lo harÃa.
Sin dudarlo.
Jungkook mordió sus labios, totalmente nervioso al ver que mi reacción no era más que un simple rostro inexpresivo. Pero asà era como estaba, y No sabÃa exactamente que sentir, ni que hacer.
Ni si quiera lograba entender porque estaba él aquÃ.
No estoy del todo segura de mis cinco sentidos. Más bien aún me apoyo a la idea de que es una ilusión...
Un sueño del que no puedo despertar.
- ¿Me dejas entrar?
No, definitivamente esto no es un sueño.
Era Jungkook, parado frente a mi puerta. Con su maldito perfume del demonio y pidiéndome pasar.
Haciéndome perder la poca estabilidad que me quedaba...
-Claro... -Dije, haciéndome más aun lado para que tuviera total oportunidad y libertad de adentrarse por completo, y asà lo hizo. Logrando que sus grandes botas hicieran sonido al pisar el lizo suelo de madera. Como queriendo marcar territorio, O eso me hacÃa pensar.
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El profesor Jeon
أدب الهواة"La edad no importa. Si te gusta, te gusta" Daniela torrealba es una estudiante de secundaria y Jeon Jungkook su profesor de química. Con el pasar de los días el flechazo se vuelve incontrolable, a tal gravedad de no poder dejar de pensarse el uno a...