**Capítulo 58**

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¿Cómo era posible que después de que un chico se vaya y te deje dormir sola te haga sentir como toda una puta? Pues eso fue lo que había hecho J-hope en la madrugada cuando decidió irse, dejándome sola.

Ni sé en qué momento se había largado. Pero si me dejo durmiendo sola, con los platos sucios de comida de la noche anterior.

Al menos el muy tarado pudo tener compasión, al menos la decencia, de lavar los platos antes de irse, pero ni eso hizo.

Solo se fue.

Hoy era nuestra gran esperada graduación, y aunque no me da la más mínima felicidad ni las ganas de ir, debo hacerlo. Porque según los profesores, es el deber de todo estudiante, y no puedo rechazar tal invitación a mi gran día.

Día donde celebraremos mi tan preciada salida del infierno llamado liceo.

La bachiller de la república, otra más del montón.

Que orgullo.

Me levante de la cama, expulsando cualquier rastro de pereza de mi cuerpo y entre al baño para darme un buen y largo baño caliente. Pues, si se supone que es mi gran día, voy a consentirme como se debe. Al menos hare algo que si quiero hacer...

Solté mi cabello y me hundí por completo en el jacuzzi al estar ya lleno. Relajándome ante las vibraciones del agua. Vi mis manos ya mojadas y supe que llevaba mucho tiempo sin atender mis uñas. Estaban larguísimas y puntiagudas, como si fuese una bruja.

Mi yo de hace varios meses estaría ofendida si me ve en estas condiciones. Me he descuidado tanto...

Y no valía la pena.

Tengo que empezar a ocuparme de mi, de otro modo, no se quien lo hará.

Tal vez sea hora de salir adelante, y olvidarme por completo de lo que ya no es importante.

Como la ausencia de él en mi vida.

Pase la esponja por todo mi cuerpo y me limpie, de pies a cabeza, atendiendo mi piel y siendo cuidadosa ante mis partes sensibles. Quite vellos púbicos y lave mi cabello como nunca antes. Hoy tenía que lucirme, verme diferente, ser impecable...

No por aparentar, si no por mí.

Darme amor a mí misma.

Salí del baño envuelta en una toalla, con otra misma en mi cabello para no escurrir y fui directamente a la cocina. Hoy me iba a preparar lo mejor que haya, mi desayuno favorito, e iba a consentirme con un postre para endulzarme.

Para alegrarme la mañana un poco, empezar bien mis días nuevamente...

Hice un revoltillo de huevos con tocinetas y salchicha, tomate, cebolla y algo de ají. Con dos enormes arepas que eran como el tamaño del plato, y pensaba disfrutar todo eso. Sirviéndome vino en una copa mientras empezaba a comer...

El acto de grado era a las diez de la mañana, y no me preocupe en la hora, sabía que era muy temprano para eso.

Kimi no volvió anoche, pero creí que, a pesar de nuestra pelea, iba a estar aquí para arreglarnos juntas e ir a la graduación. Al menos pensé eso...

Capaz ande por allí, o se quedó en casa de alguna de las muchachas y está arreglándose para venir por mí. O capaz me tendré que ir en bus sola, si realmente está molesta conmigo...

Que lo dudo, pero se lo orgullosa que puede llegar a ser.

Terminé de comer y bebí el resto de vino blanco que quedaba en la copa. Fui de nuevo a la nevera y saqué una manzana, caminando hacia las escaleras para empezar a alistarme.

El profesor JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora