*Capìtulo 7* -EDITADO-

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Apenas puse un pie en el liceo fui la sensación.

No por ser de 5to año. No por ser la favorita de casi todos los profesores y tener uno de los promedios más alto del plantel. No por mi cabellera larga y ondulada 2B. No.

Las medias color negro me llegaban hasta los muslos, y me veía arrechísima, marica.

-Los dejo con mi compañera Daniela... -Kim se hizo a un lado y me dejó el frente libre para que prosiguiera con la exposición. Estábamos en la clase de artística, con el profesor Demetrio. Quien era un comunista frustrado desde el fondo de su corazón y llevaba a papi Chávez en su amargada alma.

Kike.

No era un mal sujeto, sólo un hombre malhumorado. Y que ahora mismo odio porque nos dio 5 puntos por la cartulina de la exposición, pero nos bajó 2 puntos por nuestra imagen personal. Kimi tenía unos zapatos blancos que no eran del uniforme, y yo... mis medias negras hasta los muslos.

Que, de paso, me las compró Jungkook.

Luego de la pena que pasé con él en el pequeño cuarto 4x4 del vestidor, momento del cual sigo fangirleando como idiota, Jungkook descartó la falda de inmediato y sólo me compró dos camisas, dos corbatas y tres pares de medias. Entre ellas, las hermosas medias negras que estoy usando ahora.

Dijo que quería vérmelas puestas algún día, y pues, quise complacerlo cumpliéndole su deseo.

'Tan claras de que me lucí, dígalo.

Me veía como colegiala de Japón. De esas estudiantes de anime con uniformes impecables y auras bonitas. Hasta las muchachas se sorprendieron al verme llegar. Porque, es que, realmente me veía demasiado diferente al día de ayer. Parecía gente. Soy gente ahora. Una niña afortunada con uniforme nuevo, medias nuevas y zapatos nuevos.

¡Ah! Y también utieles escolares nuevos. Porque sí. A pesar de que le había dicho a Jungkook de que no era necesario de que hiciera todo eso por mí, él no me hizo caso. Me compró de todo. El bolso de la marca TOTO descansaba en mi pupitre, en medio de tanta suciedad, que hasta daba pena traerlo para acá.

Era demasiado bello, marica. El material de cuero le daba ese toque de elegancia que era todo un pecado mortal que yo lo cargara en mis hombros.

Bien por la gente que tiene plata y puede darse esos lujos. Yo ni ahorrando dos años me compro esa vaina. Jungkook no me dijo cuánto costó, tampoco me dejó ver la factura. Pero, me IMAGINO que tres ceros no debió tener la cifra.

"Cuando llegues a tu casa quiero que botes tu bolso viejo y uses este a partir de ahora" Dijo él, y yo le hice caso.

Obvio.

-Muy bien, siéntense... -El profesor Demetrio escribió en su cuaderno lo que posiblemente seria nuestra calificación definitiva y nosotras obedecimos, regresando a nuestros pupitres.

De pana que si me pone 15 es un puto. No tuve luz en mi casa todo el día de ayer, y como también llegué tarde, estaba en la cocina a las diez de la noche, con una pequeña vela en la mesa para alumbrar y hacer la cartulina para la exposición. Nojoda, y una vela de cumpleaños era más grande que la mierdita que tenía ayer.

Ah, porque esa fue otra. Mi señora madre formando peo porque Kike le estaba gastando los fósforos pa' prender la cocina. Y el problema se hizo más grande cuando me encontró las bolsas en mi cuarto, tirándome las cosas al piso y preguntándome como era que había conseguido todo eso. No vi la necesidad de mentirle. Aun cuando sabía que no lo iba a ver bien, le dije la verdad. Y por decirle la verdad, de que mi profesor fue muy generoso y me regaló un nuevo uniforme, creyó que me estaba prostituyendo y se volvió loca.

El profesor JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora