CAPITULO 6

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CAPÍTULO 6

Me recargo en la puerta de la habitación que hasta hace poco era mi refugio, mi escondite para los momentos en los deseo escapar de mi amada familia mientras el corazón me late a mil por hora.

Eliot ¿estuvo a punto de besarme?

No, eso es estúpido. Un hombre grita heterosexual. Sacudo la cabeza tratando de olvidar la sensación de sus dedos en mis labios y su aliento mezclado con el mío. Él estaba desnudo con la zorra de Laura. Me recuerdo. Seguramente antes que los interrumpiese estaba comiéndole la boca a la libertina empleada.

Bajo las escaleras de la casa de los empleados, necesito mi teléfono para poder llamar a George. Quiero saber cómo está.

—¡Laura, si sigues así solo lograrás que te corran! —logro escuchar desde los últimos escalones. Creo que es Clarissa.

—De verdad odio a ese niño mimado, sus padres ni siquiera le enseñaron a tocar una estúpida puerta —así que Laura habla de mi a mis espaldas.

—No puedo creer que te hayas metido en la habitación de Eliot y tratar de seducirlo —esa es Jenny. Ella y Clarissa me caen bien.

—Ese hombre es caliente con ropa, pero sin ella es un volcán en erupción.

—¡Lo viste desnudo!

—Estaba saliendo de la ducha.

—Y el joven Nathan ¿los encontró? —por poco.

—No. ¿Pueden creer que el muy idiota me rechazó? —sonrío al escuchar eso— Dijo que yo no le gustaba. ¡Aun cuando estaba solo en brasier frente a él se atrevió a decir eso! ¿Será que es gay?

—Que egocéntrica eres Laura. ¿Si un hombre te rechaza, es porque es gay? ¿No será simplemente, que no le interesas? —digo entrando a la cocina.

Las tres chicas dirigen su atención en mí. Jenny y Clarisa me miran avergonzadas, en cambio Laura me mira con odio. Claro, he arruinado varias veces sus ganas de ser follada.

—Joven Nathan... —Clarisa trata de hablar.

—A nadie en esta casa le importa a quien le abres las piernas, cosa que haces a menudo por lo que he visto. Solo voy a pedirte que te guardes la calentura para tus días libres, no me gusta que andes dejando tus fluidos por todas partes. Lo haces o te largas, tener zorras en mi casa no es una buena imagen para la familia y sabes muy bien que eso aquí es lo más importante.

La chica aprieta las manos en puños a cada lado de sus caderas y puedo ver como endurece la mandíbula. Si las miradas mataran ya estaría cenando con lucifer porque Laurita lanza dagas por sus ojos hacia mí. Pero me importa una mierda, esta chica nunca me ha agradado, desde que entró a trabajar a esta casa siento la envidia que me tiene por el dinero... no creo que sea por el amor familiar...

—Fue Eliot quien me invitó a su habitación —dice con una sonrisa.

Maldita perra mentirosa.

—Pues lo rechazas, él es mi guardaespaldas no quiero que se contagie algo que me ponga en riesgo.

Salgo de la casa echando humo por los oídos, de verdad quisiera poder despedir a esa chica. Tal vez si se lo pidiera al abuelo, o si le digo a Janine sobre sus "actividades" mi amada progenitora odia a las chicas libertinas. Principalmente porque son una tentación para la polla de mi padre. Así que la despedirá en el acto. Suspiro mientras me dirijo al garaje. No soy tan malo, si soy grosero con ella porque me cae mal pero no tanto como para andar de chismoso y contarle a mi madre lo libertina que es la empleada o hacer berrinches con el abuelo para que la despida.

Better Than Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora