CAPÍTULO 27

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Capítulo 27

—¿Están haciendo cosas pervertidas? —Dave entra a la cocina con una mano tapando sus ojos y la otra la mueve de un lado para otro para no chocar con algo.

—Eres un idiota —Eliot niega con la cabeza y sigue preparando la cena.

—Ver a Nathan desnudo no estaría nada mal, de hecho, me gusta la idea. Pero ver tu feo culo peludo no es algo que me agrade.

—Dave, ten cuid...

—¡Ay, mis bolas! — no alcanzo a advertirle que está a punto de chocar con una de las sillas de la cocina cuando ya la tiene incrustada en la entrepierna, Eliot se gira y comienza a reír mientras el grandote se dobla de dolor.

—¿Estás bien? —eso debe doler.

—Acabo de quedar estéril.

—No estaría mal, el mundo tiene suficiente contigo como para que te andes reproduciendo.

—¡Eliot!

—No te preocupes niño bonito, es la envidia que habla por él.

—¿Envidia? —mi novio mira a su mejor amigo con una ceja alzada y los brazos cruzados sobre su pecho.

—Mi amiguito es más grande que el suyo —susurra en mi dirección. La verdad me cuesta creer eso, el amiguito de Eliot es enorme.

—En tus sueños idiota —gruñe mi novio.

—¿Quieres comprobarlo niño bonito? —me alejo de Dave cuando veo que Eliot toma un pimiento y se lo lanza a su mejor amigo que ya sin dolor explota en carcajadas.

Solo hace un par de horas salimos del gimnasio, después que Eliot terminara sus ejercicios. Vinimos a su casa y la verdad es que me siento nervioso de quedarme aquí, es su casa. Las veces que hemos dormido juntos ha sido en mi departamento y en Miami, pero esto es más comprometedor. Menos mal la señora Arianna no está porque eso si hubiese sido vergonzoso.

—Aléjate Dave.

—Solo apresúrate con la cena Eliotito, tengo hambre —Dave se sienta en la misma silla con la que lastimó y hace una mueca al hacerlo, ahora es mi turno de reír.

Me gusta el ambiente que hay aquí, no hay ninguna ventana abierta pero el aire circula libremente, sin restricciones y hace que todo se sienta lleno de vida, ninguna comparación con el pesado ambiente en la mansión que a pesar de ser enorme la sensación de asfixia que hay dentro de ella hace que el ánimo de cualquiera que entre decaiga de una manera vertiginosa.

Entre burlas de parte de Dave, regaños de parte de Eliot y risas de parte mía, pasamos la cena hasta que se hizo de noche, no me di ni cuenta como las horas pasaban junto a mi novio y su mejor amigo el que no dejó de hacer bromas y pucheros porque Eliot lo hace lavar los platos como pago por la cena. Con Eliot nos sentamos en el sofá a ver una película y Dave aún a regañadientes comienza a cantar mientras lava los trastos.

Un aullido de Dave –porque a eso no se le puede llamar cantar– me espanta y miro a Eliot que comienza a reír y lo sigo, la verdad es que ese chico es muy gracioso.

—¿Arianna, no se va a molestar porque me quede aquí? —pregunto cuando dejo de reír.

—Am... Nathan, hay algo que no te he dicho —miro al grandullón sin entender.

—¿Qué cosa?

—Mi madre ya sabe de nosotros —pestañeo una y otra vez para entender lo que dice. Bueno, es lógico. Mi familia ya lo sabe por qué la señora Arianna no.

Better Than Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora