Capítulo 29

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Capítulo 29

—¡¿Esta es tu casa?! —Dave abre los ojos de forma exagerada cuando entramos por los portones de la mansión.

El mejor amigo de mi novio llegó revisando cada lugar de la habitación y no pude evitar reír a carcajadas de su cara de espanto al ver la cama de Eliot totalmente desarmada. Después de desayunar Eliot insistió en acompañarme hasta la casa y Dave también quiso venir con la excusa de que nunca había visto una mansión, aunque estoy seguro que en realidad vino por si hay algún problema con mi familia y así ser el respaldo de Eliot.

Entramos a la mansión y Dave mira todo como si fuera la gran cosa, Laura está en la sala de la casa acomodando algunas revistas en la mesa de centro, me mira con una sonrisa burlona y sale corriendo escaleras arriba en cuanto nos ve entrar –sin antes escanear de arriba a abajo al grandote–, estoy seguro que la muy estúpida fue a avisarle a mi madre que ya estoy aquí.

—¿Vas a estar bien? —Eliot me mira preocupado.

—Sí, no te preocupes. ¿Mañana vas por mí a la universidad?

—Por supuesto —acaricia mi mejilla y deja un corto beso en mis labios.

—¡Oh, por Dios! —nos separamos al escuchar la exclamación de Dave, lo miro sin entender mientras él tiene sus ojos fijos en las escaleras de la casa. Escucho el sonido de tacones que se acercan y ya puedo imaginar que es lo que Dave mira tan atento. Me giro y veo a Janine bajando las escaleras con un garbo digno de las modelos de alta costura, enfundada en un vestido negro hasta la rodilla ceñido a su cuerpo, que deja al descubierto parte de sus hombros, sus tacones rojo oscuro de diez centímetros hacen eco en el parqué del piso, su cabello va peinado hacia un lado dejando libre el lado izquierdo de su cuello donde se ven los tan preciados aretes de brillantes que compró la última vez que le encontró una amante a mi padre.

—No te atrevas Dave —Eliot le susurra a su amigo en tono de advertencia.

—Pero...

—Es mi madre —digo en el mismo tono.

No me extraña la manera en la que Dave mira a mi madre, Janine Binder es una mujer hermosa, que llama la atención de todos los empresarios y socios de mi padre, es solo él quien no la ve.

—Yo sería un excelente padre niño bonito, piénsalo —el grandote me guiña un ojo.

—Dave, cállate.

—Esta noche tenemos una cena con el más importante de los socios españoles de Roland, más te vale que te comportes. Y no quiero alguno de tus chistes Nathan, te lo advierto —Janine nos mira de forma fría y se va en dirección al estudio del abuelo sin decir nada más.

—Pensé que haría más escándalo.

—Sabe que, si dice algo al respecto, voy a arruinar su cena. Y ese socio debe ser realmente importante.

—Niño bonito, de verdad quiero ser tu padre. ¡Dios! Esa mujer es...

—Nathan ya tiene un padre, y lo que mi mujer sea, no es cosa suya, jovencito —todos nos giramos al escuchar la fría voz de mi padre tras nosotros y por primera vez, veo a Dave nervioso. Ronald parece asesinarlo con la mirada, sus ojos verdes lanzan rayos al mejor amigo de mi novio.

—Lo siento, señor Binder —Eliot se disculpa por su amigo.

—Nathan, tienes que acompañarnos a la cena. Lo siento Eliot, pero no sería prudente que tu fueses al menos no todavía.

—No se preocupe señor Roland. Yo entiendo.

Mi papá se va por el mismo camino por el que se fue su esposa no sin antes enviar una mirada de advertencia haca Dave, si no lo conociera juraría que está celoso. Pero lo más probable es que sea solo apariencia.

Better Than Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora