Capítulo 30
Todo lo que me rodea, es tan complicado. Quisiera ser como los chicos de esas novelas que lee Dianne, que solo se preocupan por salir de fiesta, pasar noches de buen sexo y que incluso así, sus padres son los mejores del mundo. Pero creo que es eso es aún más falso que mi vida. Desde que recuerdo he vivido con la indiferencia de Ronald y el odio de Janine, el sobrio cariño del abuelo y, la lástima y compasión de quienes trabajan en la mansión.
Como desearía que Marta estuviese aquí. Ella jamás me ha tenido lástima, ella me aconseja y reprende cuando es necesario; siempre sabe exactamente qué decir.
No voy a mentir y decir que desearía vivir en una familia humilde que a pesar de no tener mucho se ame por sobre todo porque eso no es lo que quiero, tener poco es algo que no me gustaría, siempre he tenido dinero, aunque no soy de los que se vanagloria en eso y tampoco despilfarra en grandes lujos. Tampoco quiero otra familia, puede sonar estúpido, pero, yo, quiero a la que tengo, si solo pudiésemos ser más unidos, si solo mis padres se amaran; si solo me, amaran. Si, les importara mi felicidad y no las apariencias la señora Arianna no me habría pedido lo que me pidió.
Dejar a Eliot.
Me duele el corazón de solo pensarlo, pero, y ¿si ella tiene razón?, si ella tiene razón y mi familia termina hiriendo al grandullón, si yo, termino hiriendo al grandullón.
Masajeo mi sien y presiono mis ojos, esto es estresante.
—Joven Nathan...
—Lo sé Liam —respondo antes que el moreno insista una vez más.
Estamos estacionados a unas cuadras del dichoso hotel donde es la cena con los socios de Ronald. Y ese lugar, donde toda mi asquerosa vida de apariencias me recuerda porqué la madre de mi novio me acaba de pedir que me aleje, es el último lugar en el mundo, en donde quiero estar.
Hago una señal a mi guardaespaldas para que se dirija al lugar donde me esperan mis amados padres. Mi teléfono suena en un mensaje y lo saco del bolsillo de mi saco para leer.
Respira niño bonito, eres más fuerte de lo que tú mismo crees. Y recuerda, si algo pasa solo llámame y voy por ti.
Te quiero.
¿Cómo me voy a alejar de él?
¿Cómo voy a hacerlo, si con solo un mensaje, hace que mi corazón lata de forma desenfrenada?
Sé que tal vez la señora Arianna tiene razón y esto termine de la peor forma posible, pero, siempre he sido egoísta, quiero todo para mí, y Eliot, es lo que más quiero ahora mismo, así que no puedo... no quiero separarme de él.
La puerta de la camioneta se abre y me doy cuenta que ya llegamos al dichoso hotel, Liam hace un gesto de frustración cuando cientos de flashes comienzan a iluminar todo, cierro los ojos cuando uno me da directo en los ojos apenas bajo. Varios reporteros se acercan a mí, siento las manos de Liam a mi alrededor y veo a David, John y algunos guardias de hotel venir en ayuda para que me dejen pasar. Todo a mi alrededor pasa en cámara lenta, los rostros de los periodistas se ven borrosos y solo veo sus bocas moverse sin emitir sonido. Mi mente no está en su mejor momento, las palabras de la señora Arianna son lo único que puedo reproducir una y otra vez.
No me doy cuenta cuando ya estoy dentro del hotel, arreglo mi ropa que ha quedado un tanto desarmada y camino hacia el salón donde tan magno evento se va a realizar.
—Nathan ¿te encuentras bien? —David, que camina a mi lado, me mira preocupado. No sé qué cara tendré, pero no es solo él quien me mira de esa forma, también lo hacen Liam y John.
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Better Than Me.
Teen FictionJonas Binder, el presidente de la corte acaba de condenar a muerte a Adam Yamamoto el líder Yakuza más importante de Nueva York, un gran golpe para el crimen organizado de la ciudad. Meses después comienza a recibir amenazas de parte de la familia y...