CAPÍTULO 37

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Capítulo 37

Oh, eso se siente bien, pero me está dando sueño.

La mano del grandullón se pasea por mi cabello y roza mi oreja izquierda, me acurruco más contra su cuerpo y escondo mi rostro en su cuello, descanso mi mano por encima de su abdomen y una de mis piernas entre las suyas, siento que sonríe y deja un beso en mi frente. Es tarde pero no quiero volver a la mansión, desde que Eliot entró a la policía nos vemos seguido pero también sé que se puede ir en cualquier momento así que prefiero quedarme con él esta noche. Después de una larga sesión de besos y otras cosas más interesantes en la habitación, y bañarnos juntos —aunque también hicimos otras cosas que incluyen más ensuciarse que limpiar— teóricamente estamos viendo una película tumbados en el sillón, pero yo estoy más dormido que despierto.

—Oye niño bonito, vamos a dormir —asiento pegado a su cuello y Eliot ríe fuertemente—, ven, levántate —hago lo que me dice y con los ojos cerrados camino hacia la habitación, me meto bajo la cobija y vuelvo a pegarme a Eliot como un chicle—. El viernes es el cumpleaños de Dave —susurra, abro mis ojos y me alejo un poco para mirarlo.

—No lo sabía, mmmm..., qué le podría regalar.

—Puedes regalarle una roca y Dave estará feliz, mi amigo es un idiota, pero es realmente agradecido con lo que sea, le regalen.

—No es tan idiota.

—No, no lo es. Solo aparenta serlo —Eliot se gira para quedar frente a mí y con su mano acaricia mi mejilla—, jamás le digas que dije eso —sonrío y asiento—. Dave ha sufrido mucho, su madre lo abandonó cuando tenía seis años, un día llegó de la escuela y ella simplemente no estaba, nunca más supo de ella, su padre trató de hacer lo mejor que pudo, falleció cuando tenía diecisiete en un accidente, desde entonces Dave está solo.

Nunca me había preguntado sobre la vida del pervertido mejor amigo de mi novio, Dave es siempre todo risas y bromas, no creí que su vida fuese así de dura.

—¿De verdad? Él, él es un chico increíble —susurro asombrado y Eliot sonríe.

—Lo es, salió adelante con sacrificio, trabajaba y estudiaba al mismo tiempo hasta que logró lo que quería.

—Por eso tu madre lo ama tanto.

—Mamá se hizo cargo de él en todo lo que respecta a la escuela, como éramos compañeros hacíamos la tarea juntos, en las reuniones de padres ella nos representaba a ambos y así su padre podía trabajar tranquilo. Dave vivía más en mi casa que en la suya, aún lo hace —ambos reímos—, mi padre también lo amaba, Dave lo hacía reír incluso cuando estaba hastiado de los tratamientos médicos, estuvo a mi lado cuando mi padre murió de cáncer, y yo estuve al suyo cuando el suyo tuvo ese accidente.

—Ustedes dos son geniales, jamás había visto una amistad tan grande como la suya, ni siquiera la de George y Mark es tan fuerte.

—Dianne y tú son muy unidos —sonrío y asiento.

—Amo a esa loca, pero igual siento que tu amistad es más fuerte. El grandote hará una super fiesta supongo.

—Claro que si –dice riendo–, Dave jamás dejaría pasar una oportunidad de fiesta mucho menos su cumpleaños. Es el viernes, y obviamente tienes que ir —me remuevo hasta sentarme sobre él con una pierna a cada lado de sus caderas, Eliot, solo lleva un bóxer azul marino ajustado, y yo estoy en bóxer y una camiseta de deporte que me queda enorme porque es suya. Me mira desde abajo con una ceja alzada y una pícara sonrisa en sus labios, pasa sus manos por mis piernas y las sube levantando la camiseta hasta posicionarse en mi cintura, las mías van a su cuello y me inclino para besarlo suavemente.

Better Than Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora