Capítulo 9
Le envió un mensaje a Eliot avisando que saldremos en media hora y me meto a la ducha. Ya son tres meses que tengo a alguien siguiendo cada paso que doy y aunque aún me parece que el abuelo exagera y el hecho de llamar la atención me molesta creo que ya me acostumbré, y no solo a tener un guardaespaldas si no a Eliot. Sí, me acostumbré a que sea él quien me proteja, aunque aun entiendo de qué por las supuestas amenazas han quedado hasta ahí. Cuando Eliot tiene sus días libres tengo que salir es uno de los morenos hermanos los que me acompañan, pero no me siento cómodo con ninguno de ellos así que prefiero no salir cuando mi guardaespaldas no está.
¿Qué cambió si hasta hace un mes hacía de todo para que se fuera?
Pues... por un lado si Eliot se va el abuelo contratará otro guardaespaldas y por el otro, sé que puedo confiar en él, cuando lo llevé a mi escondite —cosa que no sé por qué hice— le hice prometer que no diría a nadie del lugar y lo cumplió aun cuando mi papá lo amenazó con despedirlo. La tarde que pasé en su casa es de los mejores días que he tenido y la verdad es que me encantaría poder ir de nuevo, pero creo que eso sería abusar, ya suficiente tiene con andar tras de mi todo el santo día, merece descansar. También me cuesta creer que sea el mismo chico que vi en ese bar, aunque ahora entiendo por qué me siento nervioso con él desde que llegó a casa, Eliot me reconoció en cuanto entré a la sala el día que llegó yo sabía que lo había visto antes, pero hasta hace unos días no recordaba de dónde. Me gusta el hecho de que ahora nos llevemos mejor, no es que seamos amigos, pero la convivencia es mucho mejor.
Salgo de la ducha y me visto, hoy saldré con los chicos, le dije a Eliot que podía llamar a Dave para que no se sintiera tan solo, pero me dijo que no era buena idea y que no podía cuidarnos a ambos una misma noche. Bajo las escaleras para ir por el grandulón, entro en la cocina y beso la mejilla de Inés e ignoro vilmente a mi papá que está hablando con ella.
—¿Dónde vas Nathan? —escucho su voz antes de atravesar la puerta. Pienso en solo salir y no contestar su pregunta, pero suspiro pesadamente y me giro.
Ronald me pidió disculpas por lo que estuvo a punto de hacer y me dio el sermón de que quiere recuperar el tiempo perdido en el que no estuvo presente en mi vida aun estando en la misma casa, que está sumamente arrepentido y que yo no confíe en él es solo su culpa —y en eso le doy toda la razón—, pero que va a luchar por ser el padre que necesito. Todas palabras muy lindas de las cuales no creo ninguna y me pregunto ¿qué habrá detrás de todo su repentino interés? ¿un nuevo negocio? ¿una entrevista? Pero a pesar de eso cedo un poco.
—Voy a estar con Diane y los chicos —respondo rápidamente y me apresuro a salir para no darle pie a que siga preguntando.
Entro en la casa de los empleados donde algunos ya descansan, saludo y todos contestan mientras subo a la habitación que antes era mía. Aún extraño tener un lugar al cual escapar, pero ya me resigné. Doblo por el pasillo y la imagen grotesca que veo me da asco. Laurita está estampada en la pared, Liam le come la boca y tiene las manos en su entrepierna.
—¿Qué te dije sobre andar dejando tus fluidos por todos lados? —se asustan y se separan. Liam maldice por lo bajo y la zorra empleada baja la mirada.
—Lo... sien... siento joven Nathan, no va a volver a suceder...
—Tú y yo sabemos que si va a volver a suceder. Al parecer no puedes controlar tus hormonas.
—Joven Nathan, de verdad no va a volver a suceder —sentencia Liam.
—Tal vez contigo —Laura me mira sorprendida de que la haya delatado—. Un concejo, usa protección no vaya a ser que te contagies de algo —paso por el lado del moreno y palmeo su hombro.
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Better Than Me.
Teen FictionJonas Binder, el presidente de la corte acaba de condenar a muerte a Adam Yamamoto el líder Yakuza más importante de Nueva York, un gran golpe para el crimen organizado de la ciudad. Meses después comienza a recibir amenazas de parte de la familia y...