Capítulo 23
Eliot.
—Dave, enserio... deja, de, mirarme, así... —este idiota tiene mi paciencia a punto de irse al carajo.
—¿Estuvo bien? —pregunta subiendo y bajando las cejas.
—Sí, estuvo muy bien. Es más, estuvo increíble. ¿Feliz? —admito ya frustrado por su insistencia.
Salgo de los camarines del gimnasio para ir a dar mi clase. He tenido que ponerme al día con todas las clases que no pude dar la semana pasada, también con el papeleo que eso conlleva así que he estado ocupado todo el día, ni siquiera he tenido tiempo para llamar a Nathan.
—No te enojes Eliot, sé que soy molesto, pero solo quiero asegurarme que estas feliz —Dave llega a mi lado y miro a mi mejor amigo. El idiota puede ser realmente molesto y un gigante grano en el culo, pero también es el tipo más preocupado por aquellos que le interesan, y esa es la razón principal por la que es mi mejor amigo.
—Lo estoy, tanto que asusta. Asusta más que la mierda—suspiro.
—¿Lo dices por su familia?... Eliot, te has enfrentado a despiadados asesinos y gente que por sus creencias son capaces de arrasar con todo a su paso. Eres capaz de enfrentarte a un par de millonarios estirados —sonrío por su asqueroso intento de darme a ánimos.
En realidad, no sé qué me pasa, Nathan me ha dicho que no importa lo que diga su familia, quiere estar conmigo, pero por alguna razón eso me asusta. No es que tenga miedo de lo que puedan decir porque realmente ambos tenemos claro que tanto sus padres como su abuelo no tomarán el hecho de que el niño bonito es gay de buena manera y mucho menos que está saliendo conmigo. Si yo tuviese tanto dinero como ellos tal vez ayudaría, pero mi cuenta bancaria no tiene más que unos cuantos dólares provenientes de la pensión que me fue asignada al salir del ejército que unido a lo que gano como profesor y guardaespaldas ayudan a que esta no se llene de polvo —y cabe decir que en el momento que se enteren tendré que hacer mis maletas y decirle adiós al trabajo de guardaespaldas—. Pero, aun así, quiero seguir con esto, quiero seguir viendo el rostro enfadado de Nathan cada vez que una chica me mira, su rostro de concentración cuando se sumerge en su mundo interno para dibujar, su rostro de adoración y angustia cada vez que ve a alguien comer chocolate, pero él no puede hacerlo porque es alérgico, su rostro cuando está dormido pegado a mi pecho con su cabello sobre mi cara. Quiero a Nathan. Quiero a Nathan y todo lo que ello significa afrontar. Dave tiene razón, he enfrentado cosas peores en mi vida militar.
—Gracias idiota —le sonrío a mi mejor amigo que siempre ha estado ahí para mí, aunque a veces me saque de quicio.
—Ya, no vayas a llorar... ¡Oh!, ya llegó —mi amigo desvía su mirada hacia la puerta, miro en su dirección esperando ver el objeto de su mirada. Hay una chica bastante alta, su cuerpo es algo grande se ve que tiene problemas de sobrepeso, sus ojos son de un dorado muy llamativo y su piel es más bien pálida, de cabello castaño, atado en una cola, va en ropa deportiva y mira hacia todos lados con expresión avergonzada; la verdad no quiero parecer un idiota que solo se fija en lo externo pero realmente me sorprende lo que veo, Dave es de los que si algo le parece interesante en una mujer no le importa su aspecto físico y eso es algo genial en él pero ya hace mucho que solo lo veo con Barbie sin cerebro.
—¿Quién es ella? —preguntó curioso por la sonrisa de tarado en el rostro de mi mejor amigo.
—Mi nuevo proyecto... Créeme Eliotito haré de esa chica una bomba sexy —dice seriamente pasando por mi lado.
—Hey, se ve que es una buena chica. No la cagues.
—No es lo que piensas, solo quiero ayudarla, nada sexual lo prometo.
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Better Than Me.
Teen FictionJonas Binder, el presidente de la corte acaba de condenar a muerte a Adam Yamamoto el líder Yakuza más importante de Nueva York, un gran golpe para el crimen organizado de la ciudad. Meses después comienza a recibir amenazas de parte de la familia y...