Mi venganza sale muy mal. Te odio Percy. "Lurygon"

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Recuerden chicos, dejarse dominar por la venganza no siempre es una buena idea. Ya les contaré por qué.

Rachel nos guio al sótano del hotel y nos mostró la oxidada entrada que se encontraba detrás de un montón de sucias toallas de hotel. La marca de Dédalo era pálida y azul.

—No ha sido usada en años— apuntó Annabeth.

—Una vez intenté abrirla— dijo Rachel—. Sólo por curiosidad. Está atorada por el óxido.

—Sólo necesita el toque de un mestizo— me acerqué y toqué la delta griega. Esta brilló azul intenso y la entrada se abrió.

—Wow— dijo Rachel, sorprendentemente estaba muy calmada, o tal vez no.

Nuestra princesa mortal se había quitado la pintura dorada de su cara y brazos, revelando un rostro cubierto de pecas, una pequeña y puntiaguda nariz y unos labios finos. Sus ojos verdes brillaban como la niebla que me envolvió cuando consulté el Oráculo de Delfos. Se había puesto una camiseta gastada del Museo de Arte Moderno y unos jeans decorados con marcadores de colores. Un cepillo azul estaba guardado en su bolsillo y su cabello rojo estaba peinado y recogido hacia atrás.

— ¿Después de ustedes?— ofreció Rachel.

—Tú eres la guía— dijo Annabeth—. Tú diriges.

Bajamos por las escaleras hasta un túnel hecho de ladrillo. Estaba muy oscuro y no se veía nada. Por suerte traíamos linternas, pero cuando las encendimos estuve a punto de gritar y regresar corriendo al hotel. Un esqueleto de tres metros de altura estaba encadenado en forma de X y se interponía en nuestro camino. Un solo hueco en su frente lo delataba como un cíclope.

—Tranquilos— apuró a decir Annabeth—. Es viejo. No es... nadie que conozcamos.

Yo tomé eso como: "No es Tyson". Gracias a los dioses no lo era.

Rachel retrocedió y tragó saliva.

— ¿Tienen un amigo que es un cíclope?

—Sí, se llama Tyson— respondí con toda la naturalidad del mundo—. Es medio hermano de Percy. Tyson es el atractivo. También tenemos un amigo sátiro. Su nombre es Grover, te caerá bien cuando lo encontremos.

Percy soltó una risa sarcástica y nos dijo que siguiéramos.

Caminamos unos cuantos metros más hasta que nos encontramos con una intersección. Al frente seguía el túnel de ladrillo. A la derecha el túnel estaba hecho de antiguas losas de mármol. Y a la izquierda el túnel era de raíces y tierra.

—El túnel de la izquierda se parece al que siguieron Grover y Tyson— dijo Percy.

—Sí, pero mira la arquitectura de la derecha— dijo Annabeth—. Parece llegar a una parte más antigua del Laberinto. Hacia el taller de Dédalo.

—Tenemos que seguir recto— dijo Rachel.

—Uh... Rachel, se supone que el taller de Dédalo está en la parte más antigua del Laberinto— dije—. Deberíamos ir a la derecha.

—No. ¿Qué no lo ven?— preguntó Rachel—. En el suelo.

Miré al suelo esperando encontrar un camino de migajas, como Hanzel y Gretel, pero sólo había tierra y ladrillos.

—Hay un brillo en el suelo— dijo Rachel—. Muy débil pero guía el camino correcto. A la izquierda, las raíces se mueven como detectores, eso no me gusta. A la derecha hay unos agujeros que probablemente sean una trampa de picos. No deberíamos arriesgarnos.

—Muy bien. Adelante— dije y caminé detrás de ella.

Percy nos siguió y Annabeth sólo camino para no quedarse atrás. El túnel se inclinó como si nos estuviéramos adentrando más en la tierra.

No es fácil ser un semidiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora